Liber abre con augurios de crisis

La presencia de la reina Sofía, que inauguró ayer en Madrid la 23ª edición de la Feria Internacional del Libro, Liber, no atenuó la honda preocupación de los editores. "La crisis de las librerías será la crónica anunciada de la crisis de la industria editorial", afirmó el presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, Emiliano Martínez. Centró su parlamento en cuatro puntos: el bajo índice de lectura; la baja oferta de lectura del sistema bibliotecario; los descuentos en los precios de los libros de texto, y el modelo de gratuidad de los libros de texto que se está implantando en algunas comunidades. La ministra de Cultura, Carmen Calvo, que habló en positivo de los logros del ministerio, se refirió a "algunos puntos débiles a corregir".

España es el cuarto exportador de libros del mundo, sólo por detrás de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania. Las exportaciones anuales de libros españoles alcanzan los 500 millones de euros, pero si se incluyen la venta de derechos, servicios, tecnología, etcétera, ronda los 900 millones de euros. Además, el sector editorial español ha reforzado su posición con un notable incremento de empresas filiales en el exterior, 162 en la actualidad.

Otra cosa es el mercado interno. La cifra de facturación bruta está estancada en algo menos de 3.000 millones de euros y, aun así, significa el 0,7% del PIB, explicó ayer el presidente de Liber, Emiliano Martínez, presidente también de Santillana.

En Liber 2004, los pronósticos, con datos en la mano, fueron mucho más optimistas. Se habló de un incremento del 4,4% en 2003, después de un crecimiento cero con tendencia a la baja desde 1998, y de una facturación de 2.792 millones de euros. Las cifras correspondientes a 2004 se harán públicas mañana, pero según lo avanzado por Martínez no serán halagüeñas.

"Esta firme implantación en el exterior", dijo Martínez, "es la mayor de sus fortalezas". "La debilidad, paradójicamente, la tiene en su mercado interior, en España". Martínez atribuyó en parte la crisis del sector a los bajos índices de lectura, comparados con los de los países desarrollados, más la baja oferta de lectura del sistema bibliotecario español (públicas y escolares), que constituyen un "estrangulamiento crónico e importante para la industria del libro".

Diversidad y precio fijo

Martínez se refirió a la diversidad editorial: 738 empresas, "con un índice de concentración en grandes grupos del 70%, por debajo del 80% de Alemania y del 90% de Francia". El instrumento que ha ayudado a esta diversidad lingüística, de editoriales y librerías, "ha sido el precio fijo de los libros". "La política del anterior Gobierno [del PP] lo eliminó de un segmento importante para la subsistencia de las librerías: el libro de texto. La política de fuertes descuentos aplicada por hipermercados y grandes superficies, con el fin de captar clientes para otros productos, ha ido recortando la presencia de esta línea esencial de actividad en las librerías. De forma que su crisis será la crónica anunciada de la industria, especialmente de la más débil y minoritaria, pues el ecosistema del libro tiene una gran cohesión y sus vasos comunicantes son las librerías. Sin una red capilar bien desarrollada no hay posibilidad de hacer viable ninguna oferta editorial más allá de un escaso número de best sellers".

En cualquier encuentro de editores predomina la euforia y, en general, aunque les gusta quejarse por principio sobre cómo van las cosas, son optimistas. Este año, en cambio, y por los pasillos del recinto ferial de Ifema, se han mostrado pesimistas. Prácticamente ninguno lo quiere reconocer públicamente, pero todos admiten que las ventas han caído en picado desde la pasada primavera. Las devoluciones, aseguran, son una pesadilla.

El presidente de la Confederación de Gremios y Asociaciones de Librerías (CEGAL), Fernando Valverde, habló de la "extrema preocupación" de los libreros por la falta de respuesta de la Administración a sus problemas. "Creemos que la nueva Ley del Libro no entra en los planes inmediatos del Gobierno. El modelo de gratuidad de los libros de texto que se está implantando en algunas comunidades nos parece erróneo. No entendemos cómo se mantiene, por una parte, el precio fijo de los libros, y por la otra los descuentos ilimitados. Las grandes superficies se están comiendo el terreno de las librerías a pasos agigantados".

De la gratuidad habló también Martínez. "Los editores y demás profesionales de la cadena del libro la respetamos y colaboraremos con cualquier sistema que libere o ayude a las familias en su adquisición, siempre que no destruya la edición especializada en España, que tanto ha hecho por aportar actualidad y calidad a los libros escolares, y que en los últimos tiempos ha soportado los vertiginosos cambios educativos y la fragmentación de sus ediciones para ajustarse a una multiplicidad de planes de estudio".

El presidente de la FGEE pidió -"antes de que la crisis se extienda y dañe gravemente las infraestructuras y los fundamentos de lo que hemos construido"- "atención" y "acción" por parte del Gobierno.

La ministra de Cultura, Carmen Calvo, se refirió a un "sector del libro fuerte y en plena expansión". "Anualmente aparecen en el mercado español más de 77.000 títulos, de los que casi la mitad son novedades". Calvo habló de la necesidad de la nueva Ley de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas y del Observatorio del Libro y la Lectura.

En lo que todos estuvieron de acuerdo sin excepción es en la elección de Grecia como país invitado. El embajador, Aristides Agathocles, afirmó que espera que Liber ayude a establecer "las condiciones necesarias para un futuro intercambio literario entre Grecia, España y los países representados en la feria".