Herida muy grave una mujer en una explosión de gas en su casa de Fuenlabrada
Las ventanas salieron despedidas por la deflagración a los edificios colindantes
Una mujer de unos 45 años resultó herida muy grave a consecuencia de una explosión de gas natural en su domicilio, en el barrio de El Naranjo, en Fuenlabrada. La deflagración tiró abajo los muros exteriores de la vivienda. Las ventanas y las verjas de la terraza salieron despedidas más de 40 metros. El marido de la víctima también resultó herido grave como consecuencia de las quemaduras, mientras que los dos hijos del matrimonio sufrieron heridas de carácter menos grave. El edificio donde se produjo la explosión tuvo que ser desalojado hasta que los bomberos fuenlabreños pudieron comprobar el estado de la estructura del inmueble. La onda expansiva no afectó a los cimientos.
Los hechos se produjeron sobre las 7.45 en el piso séptimo C del número 4 de la plaza de Orense, en el barrio fuenlabreño de El Naranjo. A esa hora se produjo una enorme explosión que sorprendió a los vecinos de la víctima, que en su mayoría estaban durmiendo, dado que ayer fue festivo en la capital. "Estaba desayunando tranquilamente cuando he oído de repente un ruido muy fuerte que parecía como una bomba. Cuando he salido a la puerta de entrada de mi casa, ya he visto cascotes en mi pasillo. Me he asustado muchísimo", comentó María del Carmen Quintas, vecina del séptimo A.
Manuela, la mujer que resultó herida muy grave, bajó por sus propios medios hasta una zona más segura, en el quinto piso. Tenía toda la cara ensangrentada y no hablaba apenas, según recuerdan sus vecinos. Él marido también estaba herido, pero se movía con algo más de soltura. "Pese a que mi puerta es blindada, ha quedado hecha polvo. Pensé que se venía todo el edificio abajo", recordaba nerviosa Quintas.
La deflagración provocó una densa humareda que subió por la caja de escalera, en especial en el octavo piso. "He pasado muchos nervios porque estaba durmiendo y de repente he sentido una explosión que ha movido todo el edificio. Me han dicho que saliera corriendo, pero no podía porque había mucho humo en la escalera. Además, había cristales y cascotes por todos los lados", comentó Jessica Hipólito, vecina del piso noveno B.
La vivienda quedó totalmente destrozada. Las fachadas saltaron literalmente por los aires y en el piso se podían apreciar todos los muebles de que disponía la familia afectada por la deflagración. El sofá cayó a la plaza de Orense, a unos 30 metros del portal de entrada. La barandilla y las ventanas llegaron hasta el edificio que hay enfrente, a unos 40 metros. Uno de los cercos quedó colgado de unos árboles a unos 20 metros de altura. Los bomberos necesitaron una autoescala para recuperarla. "Fue bastante tremendo porque se movió todo el bloque. Se estremeció todo", señaló Eduardo Roa, un vecino del portal 5.
Al lugar de los hechos, acudieron bomberos de Fuenlabrada, ambulancias del Summa y agentes de la Policía Local. Cuando llegaron los sanitarios, la mujer se hallaba en coma e inconsciente. Sufría quemaduras de diversos grados en el 80% de su cuerpo, así como un fortísimo traumatismo craneoencefálico y otro torácico. Fue trasladada en una UVI móvil a la unidad de quemados del hospital de Getafe, según explicó la médica de guardia del Summa, Angelina Cabañas Martínez. A las 17.30 de ayer, su pronóstico seguía siendo muy grave, según fuentes del centro hospitalario.
El esposo de la víctima, Antonio Villares, estaba consciente. Los médicos le diagnosticaron quemaduras de diversa consideración en el 50% del cuerpo y traumatismo torácico. Tras ser sedado y entubado, también fue trasladado al hospital getafense. Los sanitarios llevaron a dos hijos del matrimonio, de 17 y 14 años, al mismo centro hospitalario, añadió Cabañas Martínez. Tenían heridas de carácter leve.
Las 36 familias que residían en el inmueble tuvieron que permanecer en la calle hasta que los bomberos sacaron todos los escombros y comprobaron el estado del edificio. Conforme avanzaban sus trabajos, algunos vecinos pudieron regresar a sus viviendas. "El Ayuntamiento buscará un hotel para los que no puedan volver a sus casas o prefieran pasar la noche hasta que esté todo bien", comentó el alcalde de Fuenlabrada, el socialista Manuel Robles, que estuvo en el lugar de la explosión.
Algunos vecinos de El Naranjo no salían de su asombro, ya que esta familia ya sufrió un incendio de la vivienda hace dos años y medio. Según comentaron los residentes de la zona, Antonio Villares trabaja en el sector del metal, colocando cubiertas de naves. La mujer, de nombre Manuela, está empleada en la cercana fábrica de Coca-Cola en Fuenlabrada.
Un incendio en 2002
La familia Villares ya sufrió un grave accidente hace casi dos años y medio. En aquella ocasión, un incendio producido por un cortocircuito destrozó la vivienda, según recordaban algunos vecinos de los afectados por la explosión.
El incendio se produjo sobre las 5.45 del 14 de enero de 2002 y en el mismo se registraron tres personas heridas. El cabeza de familia, Antonio Villares, sufrió quemaduras de segundo grado en la cara. Mientras, su hija, entonces de 14 años, y una vecina de 86 años se intoxicaron al inhalar humo. Ambas fueron ingresadas en los hospitales de Getafe y Leganés.
La causa del incendio fue la sobreutilización del enchufe del televisor, según indicaron entonces los bomberos de Fuenlabrada. Las llamas se propagaron rápidamente por la vivienda, que quedó inutilizada por la voracidad del fuego. La esposa del herido grave y su hijo, entonces de 12 años, tuvieron que quedarse en el domicilio de unos vecinos, según fuentes municipales.
Los bomberos tardaron casi tres horas en acabar con el fuego. Tuvieron problemas para acceder a la plaza de Orense, debido a que las zonas habilitadas para el paso de vehículos de emergencia estaban obstaculizadas por varios coches estacionados.
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