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Barcelona limitará a 30 kilómetros por hora la velocidad en los cascos antiguos

La iniciativa prevé reducir los accidentes y se probará en Sant Andreu

Jesús García Bueno

A partir del lunes, los vehículos que circulen por las calles del centro histórico de Sant Andreu deberán limitar su velocidad a 30 kilómetros por hora, en lugar de los 50 habituales en vías urbanas. El Ayuntamiento de Barcelona ha escogido este barrio para poner a prueba una iniciativa que, a partir de octubre, extenderá al resto de cascos antiguos de la ciudad. El objetivo es reducir el número de atropellos y "pacificar" el tráfico.

Tal como avanzó EL PAÍS en su edición del 29 de mayo, la iniciativa se extenderá a otros barrios más allá de Sant Andreu. De hecho, la intención del consistorio es que, tras evaluar la experiencia pionera, las zonas 30 se extiendan a todos los cascos antiguos de Barcelona. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, citó ayer los centros históricos de Sants, Gràcia, Sarrià, Horta y Ciutat Vella. El alcalde también fijó las condiciones que deben reunir las zonas donde se implante la medida: "Han de ser tejidos urbanos con calzadas de 8 a 10 metros de anchura y en los que la circulación no sea intensa".

De acuerdo con los datos que facilitó el consistorio, el 73% de las calles de Barcelona integran la denominada "red local": son vías innecesarias para la conectividad general y, por tanto, susceptibles de "pacificación". Estas calles absorben sólo el 19% del tráfico de la ciudad. Por este motivo, Clos rechazó que la iniciativa pueda extenderse a toda la ciudad y vio "muy difícil" implantarla en el distrito del Eixample, donde la circulación de todo tipo de vehículos es intensa.

El área de Sant Andreu en el que se aplicará por primera vez la limitación de velocidad -la denominada zona 30- está delimitada por la avenida Meridiana, la rambla de Fabra i Puig y las calles de Segre y Palomar. En total, suman 14 kilómetros de calles. En sus cruces se han instalado mallas rugosas de color granate sobre la calzada. Para que a los conductores les quede claro que han de levantar el pie del acelerador, se ha pintado sobre las mallas un enorme círculo blanco con el borde rojo y una cifra. El mensaje es inequívoco: prohibido circular a más de 30 kilómetros por hora.

"La medida protegerá a los peatones y hará que el tráfico sea más pacífico en el barrio", explicó Clos en rueda de prensa. La iniciativa ya se ha probado con éxito en ciudades de Alemania, Francia, Italia, Dinamarca y Suiza. Según la experiencia europea, con las zonas 30 se ha reducido el número de accidentes por atropello en un 20%.

El concejal de Movilidad, Jordi Hereu, explicó que la Guardia Urbana llevará a cabo una "vigilancia específica" en Sant Andreu durante las próximas semanas para evaluar el seguimiento de la prueba piloto. Hereu aclaró que la intención del consistorio no es sancionar a los infractores y añadió que si las marcas viales resultan insuficientes, se instalará también señalización vertical.

El director de Movilidad, Àngel López, añadió que en 3 de cada 10 calles de Sant Andreu se sobrepasan con frecuencia los límites de velocidad.

Los técnicos del consistorio también estudiarán el impacto que la limitación de velocidad tiene sobre el nivel de polución acústica y ambiental. "Previsiblemente, la contaminación quedará muy reducida", aventuró Clos. Para dar a conocer la iniciativa, el Ayuntamiento de Barcelona distribuirá 30.000 folletos informativos a los vecinos del barrio.

Bicicletas por la calzada

En las calles integradas en la zona 30, la prioridad seguirá siendo del vehículo y se mantendrá la segregación entre la calzada y la acera. Aun así, los automóviles no podrán utilizar estas calles como tráfico de paso, sino sólo para operaciones internas; por ejemplo, carga y descarga o entrada de los vecinos al garaje.

Además, la reducción de la velocidad hará posible que las bicicletas pasen a circular, sin demasiados problemas, por la calzada. "Así los ciclistas dejarán libres las aceras para los peatones", señaló Clos ayer minutos antes de que un pequeño grupo de ancianos le recriminase el "peligro" que suponen las bicicletas en el barrio. "Te pasan tres o cuatro por el lado a toda pastilla, y si no te apartas se te llevan por delante", explicó un vecino.

Al margen de las zonas 30, el Ayuntamiento tiene otras formas de prohibir que los coches circulen a más de 30 kilómetros por hora. En el barrio tecnológico de Barcelona, el 22@, y en la calle de Comte Borrell, en el Eixample, el consistorio ha optado por realizar obras de reforma. Con la ampliación de las aceras y la renovación de la calzada, se busca idéntico objetivo: apaciguar el rugido del tráfico.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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