España comenzará a repatriar esta noche a los senegaleses retenidos en Canarias
Ayer llegaron a las islas tres cayucos, y otros 17 navegan hacia ellas, según fuentes policiales
España y Senegal han acordado comenzar esta noche las repatriaciones de más de un millar de senegaleses que permanecen retenidos en Canarias y que han sido identificados por una comisión enviada por el Gobierno de Dakar, según han confirmado a EL PAÍS fuentes españolas y senegalesas. Mientras las autoridades preparaban el puente aéreo en el que serán devueltos a su país, llegaban al archipiélago tres cayucos con 294 inmigrantes y la policía recibía aviso de que se dirigían hacia las islas 17 embarcaciones más.
El ministro del Interior senegalés, Osmán N'Gom, aseguró a la prensa que su Gobierno aceptará la vuelta de los sin papeles. Los vuelos de repatriación se harán en aviones de la compañía Swiftair, fletados por el Ministerio del Interior. Los aparatos aterrizarán en el aeropuerto de la Dakar de madrugada. Los inmigrantes no serán liberados inmediatamente, sino que serán introducidos en autobuses custodiados por agentes en las mismas pistas del aeródromo y conducidos a comisaría.
N'Gom anunció el visto bueno de su país a las repatriaciones masivas después de que el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, se desplazara ayer a Dakar para mantener una reunión con el presidente de ese país, Abdulaye Wade, en la que él también estuvo presente.
La reunión, de casi dos horas, permitió llegar a un acuerdo sobre el modo de poner en marcha el dispositivo de la agencia europea Frontex para vigilar las costas senegalesas, que desde principios de año son el punto de partida principal de los inmigrantes clandestinos hacia Canarias.
Senegal y España firmaron en agosto un memorándum de entendimiento para contener la emigración clandestina. Según el acuerdo, los dos países realizarán patrullas marítimas conjuntas para tratar de interceptar las barcas que transportan a los emigrantes que se dirigen al archipiélago español.
"Lo más importante es la toma de medidas preventivas para luchar contra los vendedores de ilusiones que prometen lo imposible a los candidatos a la emigración ilegal", declaró León al término de su reunión con Wade. El secretario de Estado insistió en el argumento del número dos del PSOE, José Blanco, al afirmar que las oportunidades de empleo que España puede ofrecer a los inmigrantes se han agotado.
"Las promesas hechas al respecto por los círculos mafiosos [que organizan las travesías por mar] son falsas, y es preciso que las poblaciones lo sepan para evitar caer en la trampa", añadió. León dijo que es necesario reforzar las campañas de sensibilización.
N'Gom reveló que las detenciones realizadas desde el día 7 por sus fuerzas del orden en colaboración con los agentes del dispositivo de Frontex ascienden a 185. Los últimos 97 inmigrantes fueron detenidos ayer por la tarde y viajaban en barco hacia el puerto de Dakar, donde iban a ser puestos a disposición de la policía. Tras las investigaciones policiales, declararán ante el Procurador de la República (equivalente a la fiscalía española), que fijará la fecha de su juicio. El Gobierno senegalés ha ordenado a ese órgano que endurezca las peticiones de penas contra ellos.
El ministro y los principales cargos de la Marina, el Ejército y la Gendarmería hicieron ayer recuento de los medios propios que emplean contra la emigración irregular: cuatro barcos, varias lanchas rápidas y un avión militar, según el máximo responsable del Ejército del Aire. "La Gendarmería mantiene alerta 95 brigadas terrestres y 25 del litoral, dotadas con piraguas y lanchas", añadió el ministro.
El ministro de Exteriores de Senegal, Abdul Malal Diop, exigió ayer en Palma de Mallorca, donde presentó el quinto salón de la Vivienda de Senegal, la implicación de la Organización de Naciones de Unidas (ONU) para frenar el fenómeno migratorio que experimenta su país, ya que, según aseguró, la actual situación está relacionada con el sistema económico y cultural senegalés, que es consecuencia de la historia de la región.
Malal aseguró que su Gobierno lucha activamente contra el movimiento migratorio, controlando las costas y encarcelando a quienes intentan salir del país de manera irregular, aunque admitió que no cuenta con los recursos suficientes para hacer frente a la masiva salida de personas.
"El Ejecutivo senegalés está desbordado, igual que lo está el español. Es una situación demasiado grave y global para que un solo país pueda atajarla. Las soluciones parciales no son buenas. Hay que ir a la raíz del problema", dijo. Aludió al hecho de que España sea un "paraíso" mientras otro muchos países viven "en la más absoluta pobreza".
"El Gobierno no quiere que la gente emigre -dijo-. Es una segunda forma de esclavitud, peor que la primera que vivió África. ¿Qué va a ser del futuro de Senegal si todas las mujeres, todos los hombres en edad de trabajar y todos los cerebros se marchan?", se preguntó.
El ministro propuso, como una de las fórmulas para ayudar al desarrollo socioeconómico de su país, el establecimiento de cursos de formación en España para los jóvenes senegaleses sin trabajo, de modo que adquirieran habilidades que más tarde puedan aplicar en su país de origen, contribuyendo así a crear riqueza.
[El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, firmó ayer con su homólogo mauritano, Mahfoudh Ould Bettah, cuatro convenios para facilitar la cooperación entre los dos países frente a la inmigración ilegal.]
Una cumbre de media jornada
La cumbre de ayer marcó un paso más en lo que se va consolidando como la diplomacia pis- pás del presidente Zapatero, ya que apenas duró cuatro horas, incluida la rueda de prensa y el almuerzo, pese a reunir también a cinco ministro de cada parte. Los españoles forzaron un retraso de unos 15 minutos, porque su traslado matutino desde Madrid tropezó con algún leve obstáculo.
Zapatero anunció, en cuanto llegó a La Moncloa, que las cumbres bilaterales que España celebra anualmente con cerca de una decena de países, desde Francia y Alemania hasta Marruecos, quedarían reducidas a una sola jornada. Tradicionalmente se hacían en dos, para incluir una cena de confraternización y una visita al lugar, generalmente pintoresco y algo remoto, elegido por el anfitrión. En el marco de una reducción general del número y la duración de sus viajes al exterior, el presidente ha explicado que dos horas de conversación mano a mano dan para mucho, incluso con intérpretes; y que con la mayoría de estos líderes se ve continuamente en foros multilaterales, por lo que considera razonable ir directamente al grano.
La cumbre de ayer inauguró una nueva tanda de media jornada, a pesar de que, excepcionalmente, Zapatero, que venía de Helsinki, pernoctó la noche del lunes con su esposa cerca del lugar de la cita. Las dos partes insistieron en que, a pesar de las prisas, el ambiente había sido muy cordial y relajado.
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