Costumbrismo
Sopor dominguero. Bien refugiados en casa, templando con una mantita las temperaturas en suave descenso, nada parece superar la vieja receta televisiva de entregarse plácidamente a una película vespertina. A cualquiera. Y hasta puede que se convierta en una sesión continua hasta el atardecer. En esas condiciones todo intento de contraprogramación huele a fracaso. El cine se va adueñando cada vez más de la pantalla casera, sobre todo ahora que el home cinema se populariza. Hasta los cinéfilos tienen que admitir que ya son cada vez menores las ventajas de ver cine-cine en una lejana sala, después de hacer cola, pagar la entrada, el aparcamiento y las sobrevaloradas (por caras) palomitas. Un presupuesto.
Aparte de los deportes y el cine, ¿qué ofrece la tarde-noche en televisión? Pues cosas absurdas e inocuas como Humor amarillo (Cuatro) en versión 2006, concurso ahora dirigido por el mismísimo Takeshi Kitano, o Domino's day (Antena 3), un certamen holandés en el que jóvenes de pulso tembloroso son capaces de colocar más de cuatro millones de fichas de dominó formando enormes figuras, caminos y puentes que se transforman al caer. Durante los tres primeros minutos sorprende. Luego aburre. El humor autóctono es la tercera vía: El hormiguero (Cuatro), que flaqueó en sus contenidos esta última edición pese a tener al infalible Juan Tamariz como invitado; Camera café (Tele 5) poco favorecida por el audímetro en su nuevo horario dominical, las repeticiones de series... Y los documentales. Línea 900 (La 2) dedicó su reportaje a los inventores. Próximos al cincuentenario de la fregona, se pudo comprobar que inventar en España es sufrir: indiferencia, desprecio, decepciones. La imaginación no vende. En uno de los fugaces comentarios en torno al medio siglo de TVE en el Telediario (TVE-1), Ignacio Salas decía que "la televisión es el juguete más perfecto inventado por el hombre". Un buen invento, sí señor. El humorista y presentador, actual presidente de la Academia de Televisión, añadió que "borraría toda la telefobia". No es fobia. Es tedio. Son los domingos.
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