Hillary Clinton: "Estoy lista para remangarme y ponerme a trabajar"

Nueva York se fue el martes a la cama teñida de azul y despertó ayer del mismo color, pero esta vez de un tono azul más profundo. La senadora demócrata Hillary Clinton aplastó en su reelección, con el apoyo del 67% de los electores, lo que en principio debería facilitarle su apuesta por volver a la Casa Blanca, esta vez como presidenta y no de primera dama. Y quizá sea un indicador de sus aspiraciones que se haya gastado 35 millones de dólares en la campaña (27 millones de euros), más que ningún otro contendiente.

"Ha sido una gran noche para los demócratas. El mensaje no puede ser más claro", dijo Clinton. "Estoy lista para remangarme y ponerme a trabajar", afirmó mientras celebraba la victoria, junto a su marido, el ex presidente Bill Clinton. El éxito de la senadora estaba cantado en un Estado en el que tres de cada cinco electores se suponen son demócratas, por lo menos cuando se trata de elegir presidente. Sin embargo, el puesto de gobernador estaba ocupado hasta ahora por un republicano y el de su gran ciudad sigue en poder de los conservadores.

Su rival, el republicano John Spencer, apenas logró el 31%. Una de las claves del rotundo éxito de Clinton es el distanciamiento que tomó de la intervención en Irak, que apoyó en un primer momento pero que le forzó a dar un paso atrás ante la creciente oposición a la estrategia de la Casa Blanca. En este sentido, la noche del martes dijo que los demócratas seguirán luchando contra el terrorismo, pero introduciendo "un nuevo rumbo en Irak, un nuevo rumbo en el que estemos juntos todos, demócratas, republicanos, independientes".

Y como dicen por las calles de la Gran Manzana, hoy es el primer día oficial de campaña para sus políticos ante las presidenciales del 2008. Junto a Hillary Clinton, también suenan para disputarse el asiento en el Despacho Oval en Washington los republicanos Michael Bloomberg -alcalde de Nueva York-, Rudolph Giuliani -ex alcalde- y George Pataki -gobernador saliente-.

Otro nombre a tener en cuenta para las futuras contiendas es el del demócrata Eliot Spitzer, que la pasada noche se alzó con el puesto de gobernador del Estado de Nueva York, tras recibir el 69% de los apoyos. Spitzer, convertido en la figura del reformador, ocupaba el poderoso puesto de fiscal del Estado y saltó a las portadas de los diarios hace tres años, a raíz del escándalo originado por el paquete de compensación al jefe de la Bolsa de Nueva York (NYSE) y por la persecución de delitos financieros. Clinton dijo que los demócratas cuentan así con un grupo de líderes "brillantes" y "fuertes".