Necesidades específicas para el proceso de integración social
El aumento del número de inmigrantes responde a un fuerte aluvión concentrado en los últimos años. A principios de 1999 eran 130.027 los residentes extranjeros, frente a los 581.985 de principios de 2005. Esto supone que en apenas seis años ha habido una entrada neta de casi 452.000 inmigrantes, lo que implica que se ha multiplicado por más de cuatro los niveles iniciales.
Estos datos y el carácter heterogéneo y desigual de la llegada de los ciudadanos extranjeros tanto en las provincias como en las comarcas ha motivado una reflexión por parte del Observatorio Valenciano de las Migraciones, respecto la los peligros que se pueden derivar de esta situación. El informe destaca la relevancia de esta distribución desigual ya que "ha marcado, está marcando y va a marcar en el futuro inmediato la evolución demográfica de la Comunidad Valenciana" y condicionará "la necesidad de infraestructuras y equipamientos sociales (sanitario, educativo) además de los específicos para atender las necesidades de los inmigrantes a fin de garantizar un proceso armónico de integración social".
En la encuesta publicada por este diario el 9 de octubre pasado elaborada por el Instituto Opina reflejaba el impacto que tenía entre los ciudadanos el aumento de la inmigración. Para el 36% de los encuestados, la llegada de trabajadores extranjeros era el principal problema de la Comunidad Valenciana. Además, un 18,3% respondía que se trata de una cuestión que le afecta directamente. Sólo la inseguridad ciudadana (21,6%) y la vivienda (18,8%) son problemas que los valencianos consideran que les afecta más que la inmigración.
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