Un ecologista reta a Royal y Sarkozy
El popular presentador de televisión francés Nicolas Hulot concurrirá a las elecciones si los partidos no incorporan un programa verde
El ecologista Nicolas Hulot, de 51 años, carismático presentador del programa de televisión Ushuaïa y uno de los personajes más populares de Francia, ha lanzado un reto a los grandes partidos políticos con vistas a las elecciones presidenciales: o se comprometen a integrar en sus programas su Pacto por la Ecología o será él mismo quien se presente. Hulot, nieto del hombre en el que se inspiró el director de cine Jacques Tati para el protagonista de Mi tío, ha dado de plazo hasta el próximo mes de enero. De momento, casi todos los candidatos parecen dispuestos a integrar su programa.
El pacto ecológico que propone Hulot consta de 10 objetivos y cinco proposiciones. Entre los objetivos, divididos por sectores, figuran los ya clásicos sobre sostenibilidad, reducción del consumo, biodiversidad y freno a la creciente urbanización del planeta. Las proposiciones van desde las más concretas de establecer un impuesto sobre los combustibles fósiles, crear una vicepresidencia del Gobierno encargada del medioambiente o redefinir las subvenciones agrícolas, a las más vagas de "someter las orientaciones sobre el desarrollo sostenible a debate público" o promover una gran política nacional de "educación y sensibilización" sobre el tema. Hasta la fecha, más de 200.000 franceses le han dado su apoyo explícito.
Casi todos los candidatos, desde la comunista Marie-George Buffet al centrista François Bayrou, y por supuesto, la socialista Ségolène Royal y el conservador Nicolas Sarkozy, han anunciado su intención de firmar el pacto. Pero con matices, porque las propuestas de Hulot incluyen compromisos como incentivar la bajada del consumo o aumentar los impuestos sobre las emisiones de CO2, que en puros términos electorales son mensajes escasamente rentables, e incluso contradictorios, con el crecimiento económico que proclaman tanto Royal como Sarkozy.
Pese a que se ha puesto como límite el próximo mes de enero para decidir si se presenta o no como candidato, Hulot ha acaparado esta semana el protagonismo. El martes fue recibido por el presidente, Jacques Chirac, de quien es asesor personal, que le confió la organización de una conferencia mundial que reunirá el próximo mes de febrero en París a los principales expertos sobre el calentamiento global. Saliendo del palacio del Elíseo se reunió con Royal para exponerle sus puntos de vista. La candidata socialista anunció poco después que estaba dispuesta a firmar el pacto que propone el líder ecologista, pero con matices.
De acuerdo con la creación de un viceprimer ministro encargado del medioambiente, siempre que también lo sea del empleo y las materias sociales, dijo Royal. Y en cuanto al impuesto sobre las energías fósiles, especificó que no debía ser "punitivo", dado que afectaría a ciudadanos que no tienen otra alternativa que consumir gasolina sea para trabajar o para calentarse. El jueves fue el turno de Sarkozy. El presidente de la gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP) se entrevistó durante una hora con Hulot y anunció que había decidido "firmar durante los próximos días" el Pacto por la Ecología.
Pero a quien menos parece beneficiar esta fiebre verde es a los partidos ecologistas, con gran tradición en Francia y que en algunos momentos llegaron a tener un considerable peso electoral. Un sondeo de Ipsos efectuado el pasado mes de noviembre daba a Hulot un 10% de intenciones de voto, mientras que la candidata de Los Verdes, Dominique Voinet, no llegaba al 2%.
Algunos analistas se preguntan quiénes serían los electores de Hulot. No todos, necesariamente, vendrían de la izquierda, responden. En cualquier caso, pocos creen que el nieto de monsieur Hulot esté dispuesto a desgastar su popularidad mediática y comprometer su vida privada entrando en campaña. Pero también es cierto que ya nadie podrá hacer campaña sin contar con él.
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