Caprabo cierra el plazo de ofertas para nuevos socios el 12 de abril y sitúa su valor en 1.800 millones

Caprabo cree que vale entre 1.800 y 2.000 millones de euros. Es la valoración que manejan La Caixa y Morgan Stanley, entidades que coordinan el proceso de búsqueda de un socio que ayude al grupo de distribución catalán a acabar de poner la empresa en orden y a relanzarla por la senda del crecimiento. El plazo para presentar las primeras ofertas no vinculantes finaliza el próximo 12 de abril, fecha a partir de la que se seleccionarán "entre tres y seis ofertas", que serán las que pasarán a una segunda criba definitiva, antes de las vacaciones de verano.

La operación, que se produce mientras la empresa controlada por las familias Elías, Botet y Carbó se repliega a sus feudos geográficos tradicionales y reformula su oferta comercial tras haber entrado en pérdidas en 2005, ha despertado un fuerte interés entre distintas firmas de capital riesgo y también en el sector de la distribución. Pero la negociación sobre el precio será dura. En el tira y afloja de cada negociación, varias fuentes financieras aseguran estos días que su valoración de Caprabo no supera los 900 millones de euros.

El dilema que deberán afrontar las familias propietarias, que acaparan un 80% del capital, es la pérdida de la mayoría de control, una circunstancia que deberán afrontar forzosamente a tenor de las impresiones que generan los potenciales compradores tras los primeros contactos oficiosos. Sin embargo, los propietarios, a su pesar, no han puesto como condición mantener más de un 50% de las acciones, algo que dificulta la incorporación de un socio.

El escenario ideal para los compradores pasaría porque un socio financiero -que como mucho mantuviera un control conjunto con las tres familias- pusiera dinero en Caprabo para permitirle acometer una segunda oleada de compras corporativas ordenadas hasta duplicar su tamaño actual en cinco años, hasta los 5.000 millones de euros.

En este proceso, está previsto que La Caixa, que posee un 20% de Caprabo, venda su participación en la compañía, en la que entró con 200 millones de euros hace casi cuatro años.

Entre los interesados figuran desde Carrefour hasta varias firmas de capital riesgo como Bridgepoint, Pai Partners o, sobre todo Permira, que controla DinoSol y en las quinielas destaca entre los mejores situados.