Aquaria se sumerge en Bolsa
La empresa catalana se codea con los líderes mundiales de piscinas
La media docena de medallas que España se ha colgado en los Mundiales de natación de Melbourne las ha ganado en una piscina fabricada por una empresa catalana, Aquaria. Un grupo que tras haber crecido como la espuma gracias a innovar y con adquisiciones se prepara para sumergirse en la Bolsa. Quiere colocar entre el 40% y el 45% del capital antes de final de año.
La empresa, hasta hace poco más conocida como AstralPool, ha encargado a Citgroup, Santander y Banco Sabadell que coordinen la oferta pública de venta (OPV). "Sin prisa", explica el consejero delegado de Aquaria Eloi Planes, hijo del presidente y uno de los cuatro fundadores del grupo Joan Planes.
La gran apuesta estratégica de Aquaria es el agua: el tratamiento y el reciclaje del fluido para un uso tanto doméstico como industrial
Está valorada en 900 millones. Su deuda es de 160 millones y dispone de 30 millones anuales para tres o cuatro compras "corrientes"
¿Con qué objetivo? "No buscamos más recursos, tenemos capacidad para seguir creciendo. Responde más a una apuesta por la compañía por parte de los accionistas y del equipo directivo", intenta quitar hierro Planes. "Tras una etapa de crecimiento y liderato, parece que el siguiente paso natural es éste", insiste.
Aquaria tiene una capacidad inversora de unos 30 millones de euros anuales para llevar a cabo adquisiciones "corrientes", tres o cuatro al año. Su deuda neta ronda los 160 millones de euros, dos veces el Ebitda (margen bruto de explotación), sobre unos recursos propios de 300 millones.
Pero lo que flota es que Aquaria es capaz de armarla en cualquier momento. Sólo en 2006 se hizo con seis empresas, entre ellas la alemana MTH y la australiana Hurlcon. La compañía es un conglomerado de sociedades que en 2006 facturó 546 millones de euros y ganó 47 millones antes de pagar impuestos. Emplea a 3.100 personas a través de 145 delegaciones en 30 países y tiene 43 plantas de producción ubicadas en los cinco continentes. Tiene dos patas de negocio: piscinas y agua.
Un cuarto del pastel
El dominio de Aquaria en el mundo de la piscina es notabilísimo. De los dos millones de piletas que cada año se venden en el mundo, suministra 500.000 unidades. "Pero no me extrañaría que en facturación fuéramos los primeros", saca pecho Planes, cuyos principales competidores son las estadounidenses Pentair y SCP y la francesa Zodiac.
El modelo de Aquaria es único: es fabricante y distribuidor al mismo tiempo. Ello le proporciona una estructura muy capilar y le permite estar muy cerca del cliente. Diseño, material, conducción de fluidos, tubos, válvulas y tratamiento del agua. Escaleras, trampolín, luces... Todo. "Suministramos entre el 85% y el 90% de los accesorios que requiere una piscina", señala el consejero delegado, un vital y afable barcelonés nacido en 1969.
El mismo año en que su padre y tres socios de las familias Corbera, Serra y Garrigós fundaban Astal de Construcciones Metálicas, un taller especializado en escaleras, sumideros y filtros. Las cuatro ostentan el 80% del capital, el 20% restante está en manos del Banco Sabadell a través de una sociedad de capital riesgo, que mantendrá una participación minoritaria. Aquaria está valorada en unos 900 millones de euros, según fuentes financieras.
Socio de la Federación Internacional de Natación (FINA), suya fue la piscina flotante del Palau Sant Jordi de Barcelona, que marcó un hito en las competiciones acuáticas, además de la lujosa urbanización The Palm, en Dubai.
Es, sin embargo, la división de agua, que este año aportará el 30% del negocio, la que más crecimiento va a experimentar en el futuro, hasta superar incluso la de piscinas dentro de cinco años, asegura Planes. Ha aprovechado las sinergias de la construcción de piscinas (bombeo, conducción, filtración) para desarrollar una tecnología para el tratamiento y reciclaje de aguas de uso tanto doméstico como industrial, especialmente apremiante -dada su escasez- en los sectores químico y agrícola (para el riego). Tiene en cartera ya varios proyectos industriales y hoteleros. El agua es sin duda la gran apuesta de Aquaria. Su principal razón de ser. Como decía Bruce Lee en el afortunado anuncio de BMW: "Be water, my friend".
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