El Cary Grant del fútbol
Paolo Maldini, ante su octava final de la Copa de Europa, despierta la admiración de todos por sus 22 años en la élite
"Maldini se equivocó de profesión. Debió ser actor. Es demasiado lindo para jugar a la pelota", dijo de él con sorna el rey Diego Maradona en su autobiografía, Yo soy el Diego. Demasiado guapo, demasiado bueno, demasiado longevo, Paolo Maldini (Milán, 26 de junio de 1968) ha despertado, durante sus 22 años de carrera, la admiración de rivales, compañeros, entrenadores, público y dirigentes. De todos. Pero nunca ha ganado el Balón de Oro -el premio al mejor futbolista europeo del año-, en uno de esos errores históricos que se reparará seguramente con un reconocimiento a toda la trayectoria. Algo parecido a lo que le sucedió a Cary Grant, el genial actor inglés que tuvo que esperar a 1969 para recibir un Óscar honorífico a su carrera pese a haber dominado la escena durante tres décadas. Lo mismo que Maldini en el fútbol internacional.
Michel: "Soy el presidente de sus damnificados. Nadie lo ha superado"
Baresi: "El único jugador que le ha creado problemas ha sido Maradona"
Rossi: "Le recuerdo con 17 años: su madurez lo convertía ya en un jugador de 30"
Cesare Maldini. "No le di lo que se merecía porque tenía miedo a que dijeran que lo había enchufado"
El lateral izquierdo del Milan disputa el miércoles en Atenas su octava final de la Copa de Europa. El club rossonero se ha coronado seis veces campeón de esta competición y solamente en una de ellas no ha habido un Maldini en la alineación. Su padre, Cesare, estuvo en 1963 mientras que Paolo ha coleccionado cuatro títulos: 1989, 1990, 1994 y 2003. El número 3 será retirado de la plantilla milanista cuando cuelgue las botas. Pero su hijo Christian, de 13 años, ya en las categorías inferiores, pretende continuar la tradición en Milanello. La relación entre Paolo y su equipo es tan intensa que el nombre de Maldini es un anagrama de Di Milan. Puro simbolismo.
Los años pasan y él sigue tan lozano. Si no fuera por una inflamación en los tendones de la rodilla izquierda que arrastra desde hace meses, y que le ha hecho meditar la retirada. Todavía no. A punto de cumplir los 39 años, acaba de renovar por una temporada más con el club de su vida. "Sigo jugando porque amo el ambiente de los campos y por la pasión por el juego. No soy tan rápido como solía, pero todavía soy bastante rápido", advierte quien ha sido, además, un ejemplo de fair play. Así se lo reconoce Sir Alex Ferguson, el manager del Manchester United: "En los cuartos de final ante el Bayern, Maldini no hizo ni una sola entrada. Siempre está en el momento justo en el lugar adecuado. Ha sido mi jugador europeo preferido en los últimos 15 años".
La historia de Maldini está intimamente unida a la Copa de Europa. El último registro lo grabó en la última final que disputó, en Estambul 2005, precisamente frente al Liverpool. Marcó a los 51 segundos el gol más rápido de la competición.
En realidad, todo empezó el 20 de enero de 1985. El técnico sueco Nils Liedholm lo hizo debutar ante el Udinese en sustitución de Battistini. Desde entonces, ha disputado 844 partidos oficiales y más de 600 en la Serie A. Cierta experiencia que le llevó a afirmar allá en el mes de septiembre, cuando el Milan era un cadáver andante, lo siguiente: "Tenemos una buena oportunidad de estar en la final de Atenas". Contra todo pronóstico, lo estará este miércoles. Preguntados rivales, compañeros y familiares, ha sido casi imposible encontrarle algún defecto.
- Gianni Rivera, leyenda del Milan. "Lo vi nacer y crecer en las categorías inferiores del Milan. Se le veía que iba a llegar lejos. Debutó jovencísimo y ha demostrado a lo largo de su larguísima carrera carácter, talento y personalidad. ¿El mejor lateral izquierdo de la historia del calcio? El absoluto no existe en la vida. Él y Faccheti han sido grandes cada cual de una manera diferente".
- Sandro Mazzola, centrocampista del Inter en los años sesenta. "He jugado contra su padre. Y lo vi jugar a los 10 años de extremo izquierdo. Después pasó, a los 12 o 13 años, al centro del campo. Finalmente, ya de juvenil pasó a la defensa. Lo he admirado mucho como jugador y como persona. Es uno de los grandes. Lástima que no haya ganado el Balón de Oro. Es una gran injusticia. ¿Defectos? No se los veo. Es un diestro que juega por la izquierda y la gente no sabe que nació diestro de tan bien como le pega con la zurda. Eso lo consiguió con trabajo".
- Arrigo Sacchi, entrenador del Milan entre 1987 y 1981, de la selección italiana (1991-1994) y otra vez del Milan (1996-1997). "¿Quién juega a los 39 años una final de Champions? Es un fenómeno Lo tuve en el Milan en 1987. Él tenía 19 años, y ya era un joven muy interesante: con personalidad, voluntad, fuerza, un chico serio. Su padre fue un defensa central importante de la selección y del Milan. Y él continuó la tradición familiar. Un chico bien educado, con la ilusión, la alegría y la generosidad de los jóvenes. Al principio tenía mucha tensión cuando jugaba, pero el equipo le ayudó. Con el balón ha sido bueno, pero no fenomenal. Como defensa, un fenómeno de longevidad. Le ha ayudado un físico extraordinario: progresión, velocidad, resistencia, elevación, todo. Aprendió a moverse sin balón. En el uno contra uno era casi infranqueable porque se anticipaba, recuperaba, no dejaba moverse. Casi siempre se crecía en los partidos importantes. Lo tuve cinco años en el Milan y seis en la selección. ¿Defecto? A veces confiaba demasiado en su físico y perdía un poco de atención. Como persona, un hombre modesto y educado. Para todos los entrenadores ha sido un placer trabajar con él. Empezó conmigo a jugar de central en la selección porque, con los años, corría menos, pero su mejor rendimiento lo dio como lateral. Faccheti era mejor atacando, remataba mejor; él ha sido el número uno defendiendo".
- Michel, interior derecho del Madrid en los años noventa y gran rival de Maldini en la Copa de Europa y en los torneos de selecciones
. "Soy el presidente de los damnificados de Maldini. La gente se cree que me hace daño recordarlo, pero no, todavía estoy buscando a alguien que lo haya superado. No conozco a nadie. Hace poco, Eto'o jugó de extremo derecho y no pudo con él. Me lo he encontrado de vacaciones en Ibiza y un día llevaba una camiseta con el 8. Entonces le dije: 'Claro, es un homenaje a tus mejores clientes'. Entiende español porque su mujer es venelozana. Otro día, en la Eurocopa de Bélgica y Holanda, en 2000, me encontré en Rotterdam a su padre, Cesare, que me presentó a su madre y le dije: 'Señora, valiente cabrito trajo usted al mundo'. Me fastidia que le vayan a dar el Balón de Oro por toda la carrera cuando lo ha merecido tres o cuatro veces. Ha sido un jugador espléndido: técnica, física y tácticamente muy estable. Tan completo que ha evolucionado poco. Es, junto a Puyol, de los pocos que disfruta siendo defensa. Recuerdo un partido en el Bernabéu, de cuartos de final de la Copa de Europa, contra el Milan. Debíamos remontar un 2-0 en contra y, para evitar su milimétrica presión, planteamos un fútbol directo, más agresvio, pero sólo ganamos 1-0. Maldini te ganaba en la banda, te ahogaba en el centro y daba la sensación de que ya había vivido el partido que estaba jugando".
- Ayala, compañero de Maldini en el Milan entre 1998 y 2000.
"Lo que más me llamó la atención fue su capacidad para conducir el grupo. Cuando levantaba la voz, le escuchaban el club, el entrenador y los compañeros. Tengo un grato recuerdo de él porque era un tipo muy sencillo. Un espejo para todos y más para un defensa. Se entrenaba el primero y no se perdía ningún entrenamiento ni ningún partido. Contagiaba dentro y fuera del campo. También tenía un lado cómico. Te divertías con él, gastaba bromas. El famoso Milan Lab [el laboratorio que controla el rendimiento físico de los jugadores del Milan] ha certificado que, con 38 años, tiene un físico de 27. Es un portento. Verlo correr da una envidia... En la pretemporada era ponerse primero y verlo tirar, y tirar y tirar...".
- Emerson, centrocampista del Real Madrid y ex del Roma y el Juventus.
"No vi jugar mucho a Baresi porque yo era muy pequeño, pero aún así creo que Paolo Maldini es uno de los mejores jugadores del mundo en su puesto. No sólo se siente un líder, sino que en el campo se comporta como tal y se nota cuando no está. Personalmente no le conozco, pero todos los que me han hablado de él utilizan el adjetivo impresionante. Dentro y fuera del campo. Últimamente ha sufrido algún que otro problema físico, pero creo que es el mismo de hace 20 años. ¿El secreto de su longevidad?. Quizás una pócima mágica... Bromas aparte, creo que el hecho de que no haya tenido nunca grave lesiones le ha permitido aguantar tantos años".
- Cesare Maldini, padre de Paolo y ex seleccionador de Italia. Hizo debutar a Paolo en la sub-21 en 1986 y fue su técnico en la selección absoluta en el Mundial de Francia de 1998. "Paolo, antes que nada, es un atleta. Tiene un físico extraordinario y se ha adaptado al fútbol de una forma extremadamente natural. Eso, junto con su profesionalidad, su vida normal fuera del campo, y sobre todo su amor por el Milan le han permitido mantenerse tantos años en un nivel tan alto. Siempre quiso ser futbolista. Recuerdo que en casa siempre buscaba una pelota y cuando volvía del colegio deseaba acabar pronto las tareas para irse a echar un partido con sus amigos. Yo me di cuenta enseguida de que iba a ser un gran futbolista, pero me quedé callado porque no quería crearle problemas de enchufes y esas cosas. Recuerdo que mi hija un día durante un partidillo le hizo una foto. La tengo guardada todavía porque fue como un flechazo. El gesto atlético era ya de un jugador veterano y tenía tan sólo 11 años. Lo hice debutar en la sub-21 cuando sólo tenía 18 años. Era pronto, pero lo intenté. Recuerdo que hicimos el viaje juntos hacia Coverciano [sitio de la concentración] y antes de que llegáramos le dije 'Hijo, ya verás que ahora la gente y los periodistas no pararán de hablar de tu convocatoria'. Y él me contestó: 'Tu no te preocupes, yo me apañaré sólo'. Tenía ya mucho carácter. Coincidimos otra vez en la selección en el Mundial de Franci. Hablaba mucho con todos los jugadores, pero con Paolo muy poco, ya lo conocía lo suficiente. No le di todo lo que se merecía porque tenía miedo a que la gente pensara a que lo había enchufado. A él solo le preocupaba una cosa: en el campo no sabía si llamarme mister o papá".
- Paolo Rossi, delantero que coincidió con Maldini en el Milan de 1985-86. "El secreto de Paolo es su físico, su profesionalidad y su talento. Yo lo recuerdo así tal como es ahora cuando tenía 17 años: su madurez en el campo y fuera lo convertía ya en un jugador de 30. Ya en esa época era un chico reposado, educado, que se hacía querer por todo el mundo. Ha sido y sigue siendo un ejemplo para todos, se me hace muy difícil encontrarle un defecto".
- Giuseppe Bergomi, ex jugador del Inter y capitán de la selección cuando debutó Maldini, que ha disputado cuatro Mundiales.
"Siento una admiración inmensa por Paolo. Es una persona y un jugador extraordinario por continuidad, carisma, profesionalidad y personalidad. Es el mejor jugador que ha tenido el fútbol italiano. Cuando él debutó con la selección yo era el capitán
[años más tarde le entregaría el brazalete]. Tenía 20 años y me sorprendió porque jugaba con la experiencia de un veterano. Tenía una tranquilidad tremenda que no vi en ningún otro jugador de su edad. Es único, inimitable".
- Dino Zoff, histórico portero de Italia y seleccionador nacional en la Eurocopa de 2000. "¿El secreto de Paolo Maldini? No tiene ninguno. Lo que le ha permitido llevar tantos años en la élite es su profesionalidad y su tranquilidad. Nunca le vi en dificultad, nunca se ha quejado de nada,. Puede que ahora, más de 20 años después de que empezara a jugar al fútbol, sea la primera vez que tenga problemas. Pero son simplemente problemas físicos debido a la edad".
- Franco Baresi, compañero de zaga. "El único jugador que le ha creado problemas es Maradona. Con todos los demás Paolo ha sabido siempre defenderse y muy pocas veces le he visto perder un contraste. Es simplemente extraordinario y si se encuentra bien físicamente creo que puede dar mucho más fútbol al Milan. Recuerdo el día de su debut con el primer equipo: tenía 17 años y hacía las cosas de un veterano. Para debutar en el Milan tan joven y no salir nunca del equipo titular hay que ser un campeón y Paolo lo es. Entre nosotros había mucha sintonía y amistad: nos unían las ganas de mejorar a diario. En el campo no es un jugador que suele hablar mucho. Era más bien yo el que le decía cosas, pero muy pocas veces he tenido que reprenderle. Nos conocíamos los movimientos defensivos de memoria".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.