"Rusia tiene un régimen policial empapado en corrupción"

Gary Kaspárov, de 44 años, ex campeón mundial de ajedrez entre 1985 y 1993 y uno de los líderes del movimiento opositor Nueva Rusia, considera que el país vive bajo un régimen policial y corrupto, y que el presidente Vladímir Putin figura ya entre los multimillonarios mundiales. Kaspárov cree que la única salida pasa por la instauración de una auténtica democracia.

Pregunta. ¿Qué caracteriza al actual régimen?

Respuesta. El régimen de Putin tiene elementos feudales, rasgos del Estado corporativo de Mussolini y también características propias de la España franquista y de las dictaduras oligárquicas latinoamericanas. Pero no puede funcionar sin una fachada democrática y Putin se ha dedicado, con bastante éxito, a pintarla. Se trata de un régimen policial empapado en corrupción que tiene por fin enriquecer a la clase gobernante.

P. ¿Y ahora qué pasará con el régimen?

R. Ahora continuará pudriéndose y empujando al país al abismo o Rusia encontrará un nuevo algoritmo para su existencia.

P. ¿Cree usted que Putin realmente dejará el Kremlin?

R. Pienso que sí. No creo que le interese perpetuarse en un régimen absoluto que lo ponga al mismo nivel de Lukashenko [el presidente de Bielorrusia]. Ya es demasiado rico. Creo que por los activos que controla Putin y su entorno figuran entre los personajes más ricos del planeta. ¿Arriesgarlo todo para permanecer otro periodo en el Kremlin, comprendiendo que la fachada la han pintado pero que el techo está a punto de desplomarse y el piso está podrido? Creo que Putin no desea eso. Si tiene la más mínima posibilidad de irse, se irá.

P. ¿Y que sucederá entonces?

R. Surgirá una situación nueva. Su salida motivará a fines de año una crisis política muy seria, que desembocará en una guerra mortal entre las actuales élites. En estas circunstancias, una alianza entre la oposición y parte de la actual nomenklatura puede conducir a la comprensión de que es necesario establecer instituciones democráticas auténticas.

P. ¿Usted no cree que habrá un traspaso de poder fluido?

R. Imposible. Putin siempre se ha guiado por la lógica de un funcionario del KGB y toda su gestión la ha realizado como una serie de operaciones secretas. Los que ahora ocupan el primer plano no pueden ser candidatos reales. Esto contradiría toda la conducta anterior de Putin. Por eso, creo si surge un verdadero candidato lo más probable es que sea otra persona, distinta de las que se barajan.

P. ¿Por qué el régimen reprimió con tanta dureza las pasadas manifestaciones en Moscú y San Petersburgo?

R. Tienen miedo. De pronto se han encontrado con Nueva Rusia, con nosotros, una fuerza que no se deja controlar, que les rompe los esquemas. No son capaces de permitir una competencia libre. La sola idea de que deban competir con alguien les causa úlceras. El Kremlin de Putin, cuando se enfrenta a un problema nuevo, trata de utilizar la fuerza. En realidad, este es un principio propio de la mafia, de bandidos.

P. ¿Le satisface la posición de Occidente con respecto a Rusia?

R. Está mejorando. Se ha visto en Samara, donde por primera vez Europa se pronunció duramente contra el actual régimen. Creo que esto sucede porque han comprendido lo que representa el Gobierno de Putin. La verdad es que sólo necesitamos eso, que Occidente reconozca que en Rusia no hay un Gobierno democrático.

P. ¿Teme usted por su vida?

R. Por supuesto. Vivimos en un país donde las autoridades no le hacen asco a ningún método con tal de conseguir sus objetivos. Creo que huelgan los comentarios sobre lo que les sucedió a Politkóvskaya o a Litvinenko [envenenado con polonio]. En Rusia puedo permitirme tener guardaespaldas. Trato de no volar en Aeroflot y si mi veo obligado a hacerlo no como ni bebo nada de lo que dan. Es evidente que hoy en Rusia nadie puede sentirse seguro.Pero los peligros que me acechan no son nada comparados con los que se ciernen sobre nuestros activistas en provincias.