Blair se convierte al catolicismo
El primer ministro británico se une a la Iglesia de su mujer y sus hijos y visita hoy al Papa en su despedida del cargo
La conversión de Tony Blair a la religión católica, un rumor que surge con cierta periodicidad en la prensa británica, parece estar a punto de convertirse en certeza. El diario The Times aseguró hace varias semanas que el primer ministro abrazaría el catolicismo nada más dejar Downing Street, el próximo miércoles. The Guardian insistía ayer en la misma línea y aseguraba que el anuncio se podría producir incluso antes del miércoles y otorgaba gran importancia al encuentro que hoy tendrá el matrimonio Blair en Roma con el Papa, Benedicto XVI. Un encuentro confirmado por el Vaticano, pero no por Downing Street.
La conversión de Blair, caso de confirmarse, no sería el fruto de un cambio repentino, sino de una larga reflexión que empezó hace ya años. La profunda fe religiosa del todavía primer ministro británico se cimentó en sus años de estudiante universitario en Oxford, donde hizo amistad con Peter Thompson, un antiguo cura australiano que le introdujo en el mesianismo comunitarista del filósofo escocés John Macmurray.
Blair, que profesa la fe anglicana, se casó con una católica de Liverpool, Cherie. Sus cuatro hijos son católicos y han estudiado en escuelas católicas. Tony asiste casi todas las semanas a la misa católica con Cherie y los niños y comulga a menudo. Se cree que recibió comunión de manos de Juan Pablo II en una misa celebrada en los apartamentos privados del Papa en 2003.
Sus visitas a iglesias católicas empezaron hace años y continuaron después de ser elegido primer ministro en 1997. Solía acudir con regularidad a oír misa a la catedral católica de Westminster, con la familia o incluso a solas, pero dejó de hacerlo por motivos de seguridad. La familia suele ir a misa todos los domingos o la vespertina de los sábados, a veces en Downing Street o en la residencia campestre del primer ministro en Chequers.
La conversión se ha dado por segura desde que uno de sus guías espirituales, el padre Michael Seed, que suele decir misa para los Blair en Downing Street cuando pasan el fin de semana en Londres, así lo pronosticó en mayo en declaraciones a The Times. Seed participó en la conversión al catolicismo de los diputados conservadores Ann Widdecombe y John Gummer cuando estos renegaron del anglicanismo por aceptar el sacerdocio de las mujeres a principios de los años noventa. The Guardian cita como persona clave en el acercamiento de Blair al catolicismo al padre John Walsh, un antiguo monje y ahora sacerdote de la RAF que dice misa para los Blair cuando están en Chequers.
Tony Blair ha podido retrasar, tal vez, su conversión religiosa por razones políticas. Aunque legalmente nada impide que un católico sea primer ministro del Reino Unido, nunca ha habido ninguno, aunque llegó a ser primer ministro un judío, Benjamín Disraeli (1804-1881). La inmensa mayoría de la población británica se declara anglicana y sólo un miembro de esta confesión puede ser monarca o cónyuge del monarca o sus herederos. La reina sigue siendo la "defensora de la fe" anglicana.
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