Un líder como ejemplo

Apareció Gabriel Milito en el Camp Nou y, pasada de forma satisfactoria la revisión médica que en 2003 provocó su descarte como fichaje del Real Madrid, se convirtió en el referente del Barça para la próxima temporada. Tanto el presidente, Joan Laporta, como el secretario técnico, Txiki Begiristain, coincidieron en resaltar la personalidad del central argentino, y ambos aspiran a que el zaguero se convierta en "un ejemplo" para la plantilla azulgrana tanto en el campo como en el vestuario.

El Mariscal, como se le denomina en su país, reúne dos de las virtudes que se convirtieron en defecto capital del equipo azulgrana la pasada campaña. Tiene madera de líder y es agresivo, y al Barcelona le conviene contundencia después de aflojarse en la cancha y dejarse ir en un camerino en el que la voz de Eto'o resultó tan desgarradora como desalentador fue el absentismo de Ronaldinho.

Los médicos examinaron a fondo su rodilla derecha, que frustró en 2003 su llegada al Madrid

Aunque procura guardar las formas, la junta barcelonista aspira a que la figura de Milito ayude a recomponer el orden y la jerarquía del vestuario a partir de la aplicación de un código interno. No se discute que Puyol porte el brazalete sino la displicencia de Ronaldinho -tercer capitán- y se aboga porque Xavi -segundo- intervenga más para evitar la "autocomplacencia" que llevó al equipo a firmar un año de sequía -únicamente alcanzó la Supercopa española y la Copa Cataluña- cuando se las prometía muy felices en hasta siete frentes distintos.

No extraña que, ante tal situación, entre el barcelonismo se extendiera la sensación de que se imponía más el fichaje de un capataz, como Milito, que el de un central técnicamente exquisito al estilo del rumano Chivu, con el que negoció inicialmente hasta que sus pretensiones económicas, así como las de su agente y del Roma, resultaron inaceptables para el Barcelona. Milito, en cambio, priorizó su contratación con el Barça incluso cuando la Juve ya había iniciado las conversaciones con el Zaragoza.

"La gente que estaba cerca de mí sabía que el Barcelona era mi prioridad", afirmó el jugador. "Hoy, por tanto, se está cumpliendo el sueño de formar parte de uno de los mejores equipos del mundo, si no el mejor", prosiguió. "Espero devolver la confianza que han depositado en mí y estar a la altura de lo que es el Barça".

Begiristain se reafirmó igualmente en la necesidad de contar con jugadores como el argentino: "Su personalidad no la demuestra sólo en el campo sino, por las referencias que tenemos, también lo hace en el vestuario. Queremos líderes que sirvan de ejemplo". El secretario técnico recordó igualmente las características del central: "Buen marcador, va bien de cabeza y es agresivo". Y Laporta remachó: "Es un placer comprobar que el club es una referencia para futbolistas como Milito, deseado por la mayoría de equipos del mundo. Necesitamos jugadores de su calidad técnica, carácter y liderazgo". La duda está ahora en su capacidad para complementarse con Puyol. Aunque el capitán es diestro y el argentino zurdo, ambos se distinguen por su fortaleza. "No sé si somos parecidos", expuso Milito, "pero será un honor compartir equipo con uno de los mejores defensores del mundo".

A sus 26 años, el zaguero internacional argentino, de 77 kilos y 1,78 metros, firmó un contrato por cuatro temporadas y su cláusula de rescisión asciende a 90 millones. El Barça abonará 17 millones fijos más 3,5 variables al Zaragoza después de que Milito pasara la revisión médica. "Hemos puesto una especial atención a las pruebas cardiorrespiratorias y de la rodilla derecha", advirtió el doctor Ricard Pruna, recordando la exploración que impidió su fichaje por el Madrid hace cuatro años. "Todas han resultado satisfactorias. El jugador es consciente de que le conviene trabajar la musculatura por su lesión en la rodilla", añadió Pruna.

El Barça dice necesitar a Milito "por su profesionalidad y compromiso", y Milito sueña con jugar en el Barça porque es "el mejor club del mundo".