Fuera de sus casillas
Los críticos de Babelia eligen los diez discos más relevantes del año
1Raising sand
Robert Plant/Alison Krauss
Rounder/Universal
¿Un disco de versiones con el vocalista de Led Zeppelin y la reina del bluegrass mano a mano? La conjunción parecía improbable, pero Robert Plant y Alison Krauss, ayudados por el productor T-Bone Burnett, pueden presumir de pequeño milagro: él no grita, ella no empalaga y ni siquiera sacralizan el dueto por el dueto, pues a menudo uno de los dos se limita a las armonías vocales. Entre ambos van meciendo al oyente por el amplio espectro de la americana (folk, R&B, soul, country
...), lo acarician y lo desasosiegan a un tiempo. Tejen un halo dulcemente lúgubre, como de gótico sureño, sostenido por los selectos músicos de Burnett (Marc Ribot, Jay Bellerose, Norman Blake...) y un repertorio oscuro, lejos de lo obvio. R. Fernández Escobar
2
Sky blue sky
Wilco
Warner
Quizá haya que agradecer a la migraña crónica del líder de Wilco, Jeff Tweedy, la actual regresión del grupo de Chicago a terrenos menos ruidosos. Tras los experimentos y distorsiones de su anterior disco, A ghost is born, Wilco ha vuelto este año a sus raíces, más cercanas a Gram Parsons que a Sonic Youth. Si un álbum resulta igual de confortable en invierno que en verano, suele ser un clásico. Y Sky blue sky lo es. L. Portela
3
Release the stars
Rufus Wainwright
Universal
Enfático, grandilocuente, espectacular, manierista. Todo en el universo de Rufus es polisílabo por puro barroquismo. El hijo de Loudon Wainwright III y Kate McGarrigle pretendía que este quinto álbum fuera el más comercial y accesible de su carrera. No lo consiguió del todo. Nuestro mesías gay atesora demasiado talento como para limitarse a las estructuras de estrofa-estribillo-estrofa. Por eso aquí hay armonías impredecibles, fraseos casi operísticos, emoción a raudales. Y una voz sin apenas parangón en la música popular. Haga la prueba con Nobody's off the hook y sus violines plañideros. O con la quietud desolada de Leaving for Paris. Rufus es de otra galaxia. F. Neira
4
Comicopera
Robert Wyatt
Domino
Ser es así a veces, cantaba Nina Simone. Del mismo encoger de hombros que define la existencia nace esta gran obra en la que rabia, desconsuelo y perplejidad viajan con el placer de vivir incluso si uno, como es el caso, está en una silla de ruedas. Quizá el mejor disco del ex batería de Soft Machine y mártir de la psicodelia desde Rock Bottom (1974), su gran obra maestra. Traumas nuevos como el alcoholismo asisten esta vez al británico, que nos regala con esa voz que no se parece a ninguna sobre un fondo de cool jazz y la ayuda de los viejos amigos (Phil Manzanera o Brian Eno). Iker Seisdedos
5
Made in Dakar
Orchestra Baobab
Rounder/Universal
World Circuit/Nuevos Medios
La Orchestra Baobab nació en Dakar (Senegal) a comienzos de los años setenta. De formación panafricana, compitió con la Star Band en la mezcla de tradiciones mandingas y wolof con vibraciones cubanas. En Made in Dakar, su apuesta más reciente, la Orchestra revisa viejas y espléndidas piezas como Cabral, Sibam y Ndéleng Ndéleng, pero sobre todo logra una brillante conexión de africanías varias y meneos caribeños transculturados. Youssou N'Dour Repite. Javier Losilla
6
Wátina
Andy Palacio & The Garifuna
Collective Cumbancha
Este sorprendente proyecto colectivo recuerda a Buena Vista Social Club. Los protagonistas no son los viejitos cubanos sino músicos garífunas, de diferentes generaciones y países. Los garífunas son descendientes de esclavos africanos rebeldes e indios caribes. Wátina se grabó en una comunidad costera garífuna de Belice, con artistas como el septuagenario Paul Nabor, el hondureño Aurelio Martínez o el propio Andy Palacio. Una música sencilla, auténtica y emotiva, de voces, guitarras y percusiones para un disco histórico. C. Galilea
7
Fin de un viaje infinito
Deluxe
Emi
En 2005, Xoel López, es decir Deluxe, se sacudió los complejos y ataduras del indie rock. Los jóvenes mueren antes de tiempo fue un buen comienzo que ha continuado con este Fin de un viaje infinito, donde elabora un pop rock, personal y moderno. Es su disco más profundo e intenso pero a la vez liberador. Y con un mérito por encima de todo: la recuperación de atmósferas de clásicos españoles como Aute o Nino Bravo vistos desde el prisma de un chaval de 30 años que escucha a Interpol o Arcade Fire. El presente del rock español. L. P.
8
Sound Grammar
Ornette Coleman:
Distrijazz
El viejo león de las vanguardias ha vuelto a sus viejos-buenos tiempos con su mejor disco en décadas. Un compendio de su nueva filosofía, esa "gramática de los sonidos" que, en las manos del saxofonista, se traduce en una música aventurada, poética y decididamente hermosa. Sound Grammar tiene el brillo de otros tiempos; la obra de quien, a sus casi 80 años, lo ha dejado todo para abandonarse a la urgencia creadora. Una obra maestra sin paliativos. J. M. G. M.
9
Icky thump
White Stripes
XL/Popstock
Led Zeppelin resucitó en 2007, justo el año en que no había necesidad de su blues-rock, gracias al arrollador Icky thump. Aunque resulte mezquino reducirlo a su querencia zeppeliniana: el traslado de Jack y Meg White a Nashville parece haber reanimado su curiosidad, evidenciada en la presencia de gaitas o el rock-mariachi de Conquest. Pero la canción matadora de este álbum de Las rayas blancas es You don't know what love is (You just do as you're told), que huele a cosecha de los sesenta. Tantas referencias retro no deberían despistarnos: su arma secreta es el sentido lúdico. D. A. Manrique
10
Smokey rolls down
Thunder Mountain
Devendra Banhart XL/Popstock!
Se suponía que este disco iba a ser el Blood on the tracks de Devendra, la crónica doliente de su separación de Bianca Casidy, la mitad de Coco Rosie. Por contra, nos deslumbra con un manifiesto práctico de libertad creativa, saltando de música en música, polinizándolas con su risueña locura, generando un torrente de mutaciones folkies, psicodélicas o tropicalistas. La única reserva posible es su desaliño general, muy chirriante en sus letras en español: si existe tal cosa como un productor especializado en disciplinar y potenciar la genialidad freak, debería llamar a Banhart. D. A. M.
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