Un fiscal francés pide 30 años para Susper, ex jefe de ETA
Andaba por un camino de tierra en noviembre de 2001, se encontró a un gendarme francés y le pegó ocho tiros. Pero su intención "no era matarlo". Fue el relato de Juan Ibón Fernández Iradi, Susper, antiguo jefe del aparato militar de ETA. La Fiscalía del Tribunal Especial de lo Criminal de París pidió ayer 30 años de cárcel para él por intento de homicidio voluntario. Su supuesto cómplice, el también etarra Antonio Figal Arranz, Biskor, se enfrenta a 12 años de prisión.
El fiscal pidió en ambos casos que cumplan al menos dos tercios de sus respectivas sentencias de cárcel. Aunque el gendarme salió vivo del lance tras debatirse durante días entre la vida y la muerte, la acusación cree que "no hay duda sobre la tentativa homicida de Fernández Iradi". Las declaraciones de los testigos y los análisis periciales aseguran que hubo dos series de dispararos separadas en el tiempo que "indican que Susper pudo reflexionar".
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