"Nos salvamos demasiado pronto"

A mediados de este curso, el Espanyol gozaba de una salud envidiable, contabilizaba los partidos por victorias y exportaba sus puntales a la selección española. Fue el mejor Espanyol de la década. Tras un tropiezo ante el Almería, se desinfló. Desde entonces, acumula 11 derrotas en 14 partidos y por muchas teclas que se toquen, no se reactiva. Ernesto Valverde, técnico blanquiazul y víctima de su éxito, aboga por volver a la versión original y por reconstruir la casa desde los cimientos. Hoy su equipo se enfrenta al Barcelona en un derby marcado por la vuelta a la convocatoria blaugrana de dos de los pilares del equipo: Messi y Deco (20.00h, PPV)

Pregunta. ¿Por qué ha perdido la salud el Espanyol?

Respuesta. Por todo un poco. Estamos con dudas, inseguros y no sabemos cómo responder. Ante Osasuna fue el mejor ejemplo, un partido lamentable. El balón nos quemaba en los pies y vi al equipo con la sensación de que no jugaba. Me dio mucha rabia porque eso es lo peor. A mí no me importa arriesgar y que las cosas no salgan, pero lo que no estoy dispuesto es que salgamos a no jugar. La verdad es que no lo entiendo porque el equipo sólo tiene cosas a ganar y nada a perder. Estamos en una situación demasiado cómoda y no hemos respondido, no nos hemos comportado como un grande.

P. ¿Se ha puesto el listón demasiado alto?

R. Sí porque no hemos sido capaces de superarlo. Hemos cometido un error muy grande al habernos salvado demasiado pronto. Nos hemos liberado de nuestras obligaciones antes de tiempo y hemos perdido la tensión competitiva. Y el público, lógicamente, se ha desencantado. Pensamos que habíamos cogido la ola buena pero han existido muchas historias alrededor del equipo y nos hemos perdido, diluido. Y nos está costando demasiado salir de esta espiral.

P. ¿Es así como lo ven sus futbolistas?

R. Los jugadores son conscientes de todo. Pero más que rabia, sienten angustia porque notan que se les escapan las cosas. Esa sensación es nuestro principal problema, que pensamos que ya casi lo teníamos ganado, que estábamos en la línea adecuada. Nos hemos equivocado.

P. ¿Se han arriesgado?

R. Sí, un poco. El año pasado éramos un equipo más defensivo. En este curso, adelantamos las líneas y, durante mucho tiempo, nos salió muy bien. El equipo funcionaba y sacaba unos resultados envidiables. Pero cuando se han torcido las cosas y a causa de que seguimos con la línea defensiva más arriba, nos hemos vuelto inseguros. Si no ganas, te vuelves inseguro. Así que ya me he planteado dar un paso atrás, volver a retrasar las líneas y empezar desde cero. He forzado las cosas y no ha dado resultado, así que hay que volver a lo del año pasado.

P. ¿Lo está pasando mal?

R. Me niego a decir que lo paso mal. Sé que el fútbol se vive día a día y que en el último partido nos mostraron una pañolada. Pero eso no responde a la realidad. Estoy aquí y sé positivamente que en la segunda vuelta no he sabido detectar según qué cosas, las que han ido mal. Eso me lo achaco. Pero no lo estoy pasando mal porque estos jugadores han dado muestras sobradas de que pueden jugar bien y ganar partidos. En el fondo, me alegro de que me venga todo tan seguido porque algo bueno tendrá. Lo que sí me pasa, sin embargo, es que me fastidia crear esa decepción en la gente. Pero la culpa la tenemos nosotros por generar la ilusión y luego no responder. Creo que no hemos sabido administrar el éxito. Todos teníamos ofertas y se ha hablado demasiado de eso. Ha sido un poco irreal. Desde el entrenador al utilero, parecía que éramos campeones del mundo. Y no.

P. ¿Es difícil levantar la moral cada semana?

R. Sí, porque cuando recibimos un gol nos hundimos. Y eso sólo dice cosas negativas de nosotros. No puede ser. Es verdad que estamos sin suerte, pero la suerte no te viene gratis y hay que buscarla. Nos hemos dejado ir y eso es un problema.

P. ¿El Barça es otro problema?

R. No tiene por qué. Llega en un momento bueno porque el equipo está necesitado de una victoria así. Y ellos tampoco están bien; de lo contrario estarían luchando por el título. Está claro que les pasa algo, pero no sé qué. Quizá les ocurra como a nosotros, que tienen el nivel de exigencia muy alto y son esclavos de lo que han hecho. Fueron campeones de Europa, de Liga por dos veces y jugaron como nadie. Ni siquiera el Madrid se le acercó en juego. Por eso ahora la gente les pide tanto.

P. ¿Hasta qué punto cree que le importa al Barcelona el partido?

R. Seguro que tiene la Champions en la cabeza porque la posibilidad de disputar una final de la Copa de Europa es mucho. Pero también se juega mucho en la Liga hasta final de temporada porque su próximo año puede quedar condicionado por la previa europea. No sé, supongo que preferirán ganar al Manchester United que al Espanyol. Pero si les dan a elegir, querrán las dos cosas. Pero suficiente tenemos nosotros con nuestras preocupaciones.

P. ¿Qué le preocupa del Barça?

R. Sus medios y sus hombres avanzados. En la medular, Xavi e Iniesta mueven mucho al equipo y marcan el estilo porque lo han mamado desde que eran jóvenes. Con sus ofensivas y su distribución del balón, hacen que todos tengan dinamismo. Luego, el mediocentro es quien crea el equilibrio. Así que hay que hacerles sudar para crearles problemas. Pero si perdemos de vista la pelota, estamos perdidos porque arriba están Eto'o y Messi, dos de los futbolistas más determinantes que hay.