"El recurso de los alcaldes va contra todo el Gobierno"
Lejos de mostrarse desanimada, Táboas parece haber cobrado fuerza con los frentes abiertos con la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), los promotores y un sector de los arquitectos, a cuenta de un decreto, el que eleva los mínimos de calidad de las viviendas, que entró en vigor el pasado día 17.
Pregunta. ¿Le ha sorprendido el revuelo causado por las normas del hábitat cuando iban a entrar en vigor?
Respuesta: Bueno, el decreto está aprobado desde diciembre por el Gobierno gallego, y sí, el revuelo se ha montado a destiempo, seguramente. Hay ciertas voces críticas, también hay que decir que puntuales, porque finalmente el decreto lo que pretende es mejorar la vida de las personas y del espacio en el que habitan cada día. Pero, bueno, sorprendida no; sorprendido en todo caso el Gobierno gallego, porque incluso el recurso de la nueva directiva de la Fegamp es contra un decreto de todo el Gobierno gallego, empezando por su presidente. Pero son cuestiones que se dan cuando hay cambios, y este es un Gobierno de cambios, no es inmovilista. La norma del hábitat es una apuesta clara de un cambio en nuestro país.
"Las normas del hábitat no llegan en mal momento, sino en el justo"
"Unos arquitectos están en la función social y otros, con la del capital"
"El modelo del Partido Popular está claro: era el de la no vivienda"
P. ¿Se siente desencantada por el recurso de los alcaldes?
R. No, yo y el Gobierno trabajamos para dar respuestas a las necesidades de la gente. Es lo que siempre dice el vicepresidente, y es cierto, cuando dice que somos un Gobierno para la gente. El modelo anterior lo tenemos claro: es el de la no vivienda, el de dejarla en el mercado libre. Eso está ahí, está agotado y está fracasado, y se suma ahora a una crisis financiera mundial. Ese modelo agota el territorio, y ve la vivienda no como bien de uso, sino para especular. Ha surgido cierto rechazo por parte de algunos sectores que estaban acostumbrados a un modelo que les iba muy bien, en el que todo vale. Tenemos un país donde no se acaban de vender 10.000 viviendas y con 20.000 personas en el registro único de demandantes de vivienda protegida. ¿Cómo es posible? Está claro que el modelo ha fracasado. No se venden porque el precio de esas viviendas está por encima de los salarios de nuestro país. Y este Gobierno está trabajando con una hoja de ruta muy clara, que incide en el precio del suelo, y está redactando el primer plan sectorial de vivienda protegida de todo el Estado. Tenemos que sentirnos orgullosos de que un Gobierno está por primera vez haciendo un plan para seis millones de metros cuadrados, para dar respuestas a la necesidad de vivienda en las ciudades. Y la rehabilitación: la potenciamos claramente. Tenemos claro que nuestra prioridad es trabajar para la gente.
P. ¿Cree que las protestas de los alcaldes contra las normas del hábitat responden a intereses de partido?
R. No sé, dentro de la Fegamp habrá alcaldes que piensen de una manera y otros de otra. Es un organismo libre. Igual que con el 40% [de vivienda protegida], que unos están en contra y otros, como el de Vigo, lo aplicó en su plan general antes de que se aprobara el anteproyecto de ley. Lo importante en todo caso es anteponer los intereses del colectivo. Durante el mandato del PP no interesaba la vivienda protegida, interesaba el mercado libre. Y la única vivienda que se le ofertó a los gallegos era sin unas medidas de mínimos. ¿Cómo se pudo llegar a ese modelo de reducir las calidades de la vivienda, de que los patios fueran cada vez más pequeños, las viviendas más pequeñas...? Todo eso lo hizo un partido que aquí tiene un retrato, porque con la norma del hábitat todo el mundo quedó retratado. Todo el mundo. El PP ya sabemos cómo se retrata, y ya lo hizo en 1992, aprobando un decreto de esas características. Este Gobierno se retrata al lado de la gente, del bienestar.
P. Como arquitecta y ex decana del colegio de Galicia, ¿qué le parece que sus compañeros le pidan una moratoria parcial del decreto?
R. No, la junta de gobierno apoyó la iniciativa de la consellería. Después, lo que hubo fueron discrepancias puntuales de ciertos arquitectos. Somos casi 3.000 en Galicia, yo fui decana, presidenta de los de Pontevedra, y cuando había elecciones había distintas candidaturas, porque hay distintas visiones de la arquitectura. Unos están más en la posición no de la función social, sino del propio capital, y hay otros que no lo estamos. Por eso puede haber una discrepancia puntual. En A Coruña, ¿eran 50?, pero es que en A Coruña son casi 900 colegiados. Pero esas voces siempre existen, también cuando hay elecciones en el colegio, lo que refleja una sociedad que piensa de distintas maneras. Los arquitectos también tienen pensamiento político, y alguno a lo mejor vota a una fuerza política que defiende otro tipo de intereses. No me sorprende para nada. Me sorprende alguna discrepancia puntual, pero nada más. Lo que pide la junta es aclarar. Pero el colegio estuvo representado por dos arquitectos en la elaboración del decreto.
P. Los de Vigo piden una moratoria total.
R. Claro, pero son 20 arquitectos de todos los que hay en Vigo. Y la directiva apoya la norma. Aquí lo importante no son los arquitectos ni las administraciones, sino la gente. Y yo gobierno para la gente. Y esto no está hecho para perjudicar a nadie, sino para mejorar.
P. ¿Hay algo negociable o aplazable de la norma?
R. No. El decreto fue hecho para el diálogo. El anterior, de 1992, no tenía comité asesor ni nadie que pudiera aclarar nada. Por tanto, sabiendo de esa queja de muchos colegiados, lo que hicimos fue una norma de consenso y diálogo. De ahí que exista un comité asesor, con arquitectos y también usuarios. ¿Alguien habla aquí de usuarios? Porque son los importantes, el resto son actores secundarios. Eso hay que dejarlo claro, porque a veces parece que las voces que no llegan a los medios no son las importantes, y a veces son las más importantes. ¿No son importantes las voces de los ecologistas o la de los usuarios?
P. Dicen los promotores que la norma entra en vigor en el peor momento, en plena crisis. ¿Hubiera hecho el mismo decreto de haberlo previsto?
R. Para los promotores, el momento nunca es bueno. Si fuera el anterior, lo que harían sería subir el precio de la vivienda. Lo que me pregunto es cuándo es el momento para la gente, para las personas. Porque para los demás siempre es mal momento. Durante el bum inmobiliario, nadie se preocupó de mejorar la calidad. Los precios sí subían, y con incrementos de un 300%, pero ¿alguien se preocupó de hacer un nuevo decreto para que la gente que se está hipotecando de por vida tenga una buena vivienda? ¿Mal momento? No. Es el momento justo de ordenar el sector, de que queden los profesionales, los comprometidos con la sociedad, los que apuesten por mejorar la calidad de vida de los demás, además de su negocio lícito. Y tendrán que irse adecuando a los porcentajes de beneficio que tienen otros sectores productivos. Es el momento de ordenar y de apostar por viviendas de calidad. Y quedarán los mejores. Irán desapareciendo los que sólo estaban ahí para ganar dinero fácilmente.
P. Presidencia ha bloqueado su Ley de Vivenda por el artículo que prohíbe la figura del alcalde-constructor. ¿Qué opina?
R. Estamos cerrando los últimos flecos. Será la mejor forma de demostrar que
somos dos fuerzas que llegan a puntos de encuentro. Eso es lo que ocurrirá con este artículo 16, que es lo que está pendiente ahora. El resto está todo aprobado y tramitado. Nosotros queremos que eso se resuelva y aparezca, pero lo estamos ultimando. Seguramente en un par de semanas cerraremos ese capítulo. Así zanjaremos la última normativa de esta consellería, porque el resto está todo en marcha. A nivel normativo cerramos la legislatura.
P. Sí, pero ¿cuál es su opinión de la postura de Presidencia?
R. No sé, ellos pueden verlo desde otro punto de vista, y estarán revisando en qué texto creen que deben ir estas propuestas. No le veo más problema que ese, que es de tramitación administrativa.
P. Roces con Presidencia, Política Territorial, alcaldes... ¿Vivenda no encuentra su sitio o los demás no se lo ceden?
R. No, lo que sucede es que aquí hay otra consellería que... El 80% de lo que se construye en un territorio es vivienda. Entonces, tenemos mucha normativa y muchas gestiones que dependen de otra consellería, pero siempre llegamos a acuerdos. Y esto es enriquecedor, además. Lo que me parece más grande de este Gobierno bipartito es cuando se llega a puntos de encuentro después de trabajar juntos. Todo lo que pusimos en marcha está aprobado. Lo importante al menos.
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