Del Rosal afirma que la reforma de la Sindicatura "prostituye" la institución

La iniciativa impulsada por el Grupo Popular en las Cortes Valencianas para descabalgar a Emilia Caballero al frente de la Sindicatura de Greuges está dirigida a convertir la institución en un "mero florero intrascendente en el panorama político valenciano", a juicio del ex Síndic Bernardo del Rosal, que opina que se pretende "prostituir la esencia vital y funcional de la institución".

La maniobra del PP es "de una gravedad y de una irresponsabilidad extremas" ya que, "de facto, están liquidando y firmando el acta de defunción de la institución". Según el anterior responsable de la Sindicatura, el mensaje que se está lanzando a la opinión pública y al futuro Síndic "es claro: quien supervisa con rigor e independencia a la Administración pública es persona non grata".

Del Rosal sostiene que la reforma iniciada por la Comisión de Peticiones del Parlamento valenciano con los votos del PP dirigida a reformar el reglamento de la Sindicatura está viciada de nulidad por varias razones.

La ley que rige la Sindicatura de Greuges establece que una vez expire el mandato del Síndic -como ha sucedido- serán los adjuntos, por su orden, quienes ocupen su lugar -es decir, Emilia Caballero, como adjunta primera-. La iniciativa del PP pretende forzar la ley alterando su reglamento para, en el propio desarrollo de la norma, establecer que los adjuntos se releven.

El ex Síndic entiende que existe una doble nulidad en esta operación. Por un lado, porque la iniciativa reglamentaria le corresponde al propio Síndic. Pero además, porque la modificación pretende, a través de un reglamento, alterar la ley, que es una norma superior.

Todo ello, para Del Rosal, indica que lo que subyace es "una remoción indirecta y encubierta de la Síndic en funciones", algo claramente incompatible con la ley. "Cuesta entender que nadie en el Consell o el Partido Popular encuentre el mínimo reparo a estas objeciones jurídicas, políticas y estéticas", reflexiona el ex Síndic.