El MD-82 impactó con la cola y derrapó 1.200 metros fuera de pista
La comisión de investigación tendrá un informe preliminar en un mes
El MD-82 de Spanair que se estrelló el miércoles pasado en el aeropuerto de Barajas no dejó ninguna huella ni objeto en la pista. Las primeras marcas de impacto están en la franja terrosa aledaña (a unos 60 metros del eje de la pista), donde el cono de cola del avión impactó y se desgajó. De ahí, un recorrido de unos 1.200 metros, con tres discontinuidades en las huellas, por tres desniveles del terreno, hasta que se detuvo en un arroyo. Éstos son los primeros datos del siniestro que suministra la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), un órgano adscrito al Ministerio de Fomento, que, además, avanzó que habrá un informe preliminar, somero y factual, en un mes.
El avión dio tres 'saltos' en desniveles del suelo y cayó a un arroyo
Un trozo de la parte trasera se desgajó en el primer golpe contra el terreno
Los motores podrán dar datos, ya que presentan "cierta integridad"
El secretario de la CIAIAC, Francisco Javier Soto, junto al presidente, Pablo Palomar, compareció en rueda de prensa consciente del "interés de la sociedad" por conocer qué pasó, pero muy cauteloso para evitar interpretaciones parciales y sin rigor. Soto avanzó que los motores presentan "cierta integridad que permitirá exámenes pormenorizados"; que también se han recuperado las dos unidades de potencia auxiliar que van en la parte trasera del avión y diversos equipos de aviónica que presentan una "gran destrucción", debido al impacto y el incendio pero también a la extinción y las labores de rescate. También se recuperó "información documental de a bordo" y las cajas negras, que presentaban daños importantes.
La CIAIAC prevé tener un informe preliminar en un mes, que tratará de ser algo más extenso que la habitual ficha identificativa del accidente que publica en su web. "Daremos información preliminar pero contrastada. No sé con qué extensión. No todos los accidentes son iguales", dijo para sugerir que tratarán de dar la máxima información. Para el informe final, que será público y contendrá recomendaciones de seguridad, no hay fecha. "La fase de recopilación de datos en el campo ha llevado meses" en otras grandes catástrofes.
Soto insistió en que la comisión "no está en disposición de contestar" a diversos extremos, como lo relativo a la reversa de los motores (se han recuperado ambas piezas), la falta de potencia en el despegue, cuántos metros se levantó del suelo o la posición de los flaps, unos alerones en la parte trasera del ala, imprescindibles para el despegue. "Estamos en una fase en la que debemos tener la mente abierta", sin aventurar "ninguna hipótesis" ni línea de investigación prioritaria.
Y para sorpresa de los presentes, Soto afirmó que aún no ha visto el famoso vídeo de AENA del despegue y que ya han visionado el Gobierno y el Rey, pero aclaró que lo tienen los investigadores. En todo caso, al hilo de una pregunta sobre si el avión recorrió la pista hasta el final, explicó que "el vídeo no da un medida cuantitativamente exacta".
Sobre el equipo que trabaja en las pesquisas, explicó que son seis españoles de la CIAIAC y cuatro de la agencia estadounidense de investigación de catástrofes aéreas (NTSB) junto a asesores del fabricante del avión, Boeing, y los motores, Pratt & Whitney (nueve extranjeros en total). Se han establecido tres grupos de trabajo, dirigidos por investigadores españoles: uno sobre sistemas, estructura y aeronavegabilidad del avión; otro sobre motores y sistemas asociados y el tercero, sobre "aspectos de supervivencia" en relación con la actividad del aeropuerto y la aplicación de su plan de emergencia.
Además, se han constituido otros grupos, fuera de la comisión, sobre aspectos del aeropuerto y el control del tráfico; sobre operaciones, mantenimiento y sobre la información de las cajas negras. Soto explicó en qué ha consistido hasta ahora la labor de los investigadores, que llegaron al lugar del accidente a las cinco de la tarde del miércoles, algo más de dos horas después del primer aviso, que recibieron a las 14.43 (la hora oficial del accidente son las 14.23), lo que consideró un tiempo de respuesta "bueno". Refirió que en un primer momento sólo dos investigadores accedieron con los equipos de emergencia para recoger "lo antes posible" los restos del aparato, ya que hay "datos que son efímeros".
El jueves se incorporaron los especialistas de la NTSB, junto a los que se lleva a cabo la labor de localizar, documentar cada pieza, clasificarla y evaluar su importancia, si bien no es una "decisión definitiva qué restos están descartados". "Todo se recoge y deposita en lugar seguro", dijo. Y expresó su confianza en llegar a conocer todos los detalles y el deseo de "no defraudar a la sociedad".
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