Cogida menos grave de Miguel Abellán
La voltereta no fue espectacular, pero sí certera por parte del toro. Estaba Abellán intentando el toreo con la mano derecha cuando el animal lo cazó, lo volteó y acertó a herirlo en la corva de la pierna izquierda. No pareció una cogida grave; de hecho, sangró poco e, incluso, el torero no permitió que le pusieran un torniquete. Mató al toro de fea manera, pasó a la enfermería de donde ya no pudo salir. El parte médico dice que recibió una herida de 15 centímetros en el muslo izquierdo que contusiona el paquete vásculo nervioso y alcanza el fémur. Pronóstico menos grave.
El toro era muy bronco y violento y le avisó en distintas ocasiones. Pero Abellán, que se supone que lo sabía, aceptó el difícil reto y trató valientemente de justificarse ante la concurrencia. Con esa actitud lo recibió, muleta en mano, de rodillas en el centro del anillo para darle dos derechazos y una trincherilla garbosa, ya de pie. Pero ahí acabó todo el toreo, porque el animal dejó claro su enorme aspereza, su mal estilo y peor clase. Lo buscó con saña, con la cara alta, unas veces, y tobillero otras, hasta que hizo presa con la suerte para el torero de que pudo zafarse pronto de las finas astas de su oponente.
Domecq / Abellán, El Capea, Mora
Toros de Salvador Domecq -el primero, devuelto-, bien presentados, mansos y broncos, a excepción del cuarto, muy noble. El sobrero, de Fernando Peña, dificultoso.
Miguel Abellán: dos pinchazos, espadazo que asoma y un descabello (silencio). Resultó cogido.
Pedro Gutiérrez El Capea: media y dos descabellos (silencio); estocada (oreja); estocada (silencio).
David Mora, que confirmó la alternativa: estocada -aviso- (ovación); estocada baja (ovación).
Plaza de Las Ventas. Sábado 9 de mayo. Tercera corrida de feria. Lleno.
La tarde quedó, pues, en un mano a mano, entre el joven David Mora, que confirmó la alternativa, y el salmantino El Capea, que venía sin gran predicamento. Pero hubo de todo, ésa es la verdad. Lo primero, un toro de nobleza excepcional, uno de ésos que llaman artista, que le tocó en suerte -o en desgracia, nunca se sabe, a El Capea- y al que le cortó una oreja con protestas. Y estuvo también un chaval valiente y decidido, que salió andando de la plaza de purito milagro.
Pero vayamos a lo bueno, es decir, a ese toro cuarto, de nombre Escorado, que pertenecía al lote de Miguel Abellán. Bien presentado, pero sin aparatosidad de trapío, se dejó en el tercio de varas, acudió con alegría en banderillas, tercio en el que se lució El Jaro, y llegó a la muleta con el ánimo dispuesto para sacar a su matador por la mismísima puerta grande de Madrid. Fue una faena larga, pero el animal no se cansó de embestir como los mismos ángeles, especialmente por el lado derecho. El Capea lo lució en los primeros compases citándolo de largo y presto acudía el toro embebido en la muleta, con una templada embestida que daba gusto verla. El torero estuvo aseado, especialmente en un par de derechazos largos y poderosos, pero el que destacó de verdad fue el toro. No se justificó ante los otros dos que mató, dificultosos. Se ganó una merecida ovación David Mora en sus dos toros por pundonor.
La corrida de hoy
- Toros de Los Recitales. Encaste Osborne, una de las sangres más puras del original de Juan Pedro Domecq. Suelen justificarse cuando vienen a Madrid.
- Curro Díaz. Su toreo es muy del gusto de la afición de Las Ventas, que no olvida las extraordinarias faenas realizadas aquí. Irregular y artista, abrió la puerta grande hace dos años con un toro de esta misma ganadería.
- Iván Vicente. Un valor medio del escalafón que podría subir más arriba. Luce con las corridas duras, aunque también sabe torear ganado más manejable.
- Ambel Posada. Maneras exquisitas con capote y muleta de un torero que ha dejado detalles de mucha clase en anteriores actuaciones en Madrid.
La corrida se retransmite por Canal + Eventos
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.