"Si la Generalitat era CiU, Gobierno de Cataluña debe ser PSC, ERC e ICV"
- Presidencia abonó 27.000 euros por un estudio sobre la imagen del Gobierno - El autor examina la opinión de varios articulistas y sus tendencias políticas
Los informes encargados por la Generalitat a empresas externas en 2007 y que en algunos casos han sido considerados inútiles por el propio tripartito no sólo servían para asesorar técnicamente a diferentes departamentos. También los había de carácter partidista, con consejos para cambiar la percepción ciudadana sobre los partidos que apoyan al Ejecutivo: "Si Generalitat era Convergència i Unió, Gobierno de Cataluña debe ser PSC-ERC-ICV".
El Departamento de Presidencia encargó en mayo de 2007 un estudio sobre su imagen a la empresa Disseny i Comunicació y el autor, Josep Isern, incluyó artículos de prensa y opiniones sobre los periodistas que los firmaban. Presidencia, que rehúsa facilitar el informe, aclaró ayer que nunca encargó un quién es quién de la prensa catalana. "La empresa ganó un concurso para hacer un estudio sobre estrategias de comunicación. Y el autor introdujo comentarios sobre periodistas de forma voluntaria", dijeron fuentes de Presidencia. Pese a no encargar de forma explícita un informe sobre periodistas, el tripartito pagó 27.028 euros después de verlo.
El Colegio de Periodistas exige al Gobierno que haga público el informe
El estudio se titula Comunicación estratégica de la acción de Gobierno y elaboración de mensajes y eslóganes institucionales y trascendió la pasada semana cuando el Gobierno presentó el resultado de una auditoría sobre la idoneidad de los 2.967 informes que encargó en 2007. La investigación concluyó que el 16% eran inútiles, con un coste de 729.000 euros. Al margen de Presidencia y del propio autor, sólo el diputado de CiU Jordi Turull ha podido ojear el estudio bajo la supervisión de miembros del Gobierno. Varios fragmentos del estudio indican la intencionalidad política del informe.
Por aquellas fechas el Gobierno catalán evaluaba la posibilidad de que la marca "Generalitat de Cataluña" fuese sustituida por la de "Gobierno de Cataluña". Aunque entonces el Gobierno aseguró que el cambio se producía por la necesidad de crear una "marca paraguas" para todas las campañas institucionales de la Generalitat, el autor del informe da consejos en clave claramente partidista. "El concepto Gobierno de Cataluña debe acabar asociándose en el subconsciente de las personas al Gobierno de Entesa", reza el estudio antes de concluir: "Si Generalitat era Convergència i Unió, Gobierno de Cataluña debe ser PSC-ERC-ICV". Y, a continuación, agrega: "En la coctelera se deberían poner ingredientes de catalanismo". Y añade esta lista de palabras: "país, Catalunya, catalans, nació, força".
Finalmente, el Gobierno catalán decidió mantener la marca "Generalitat de Cataluña", con lo que las recomendaciones en este sentido cayeron en saco roto. El informe no fue examinado por las tres empresas auditoras que desde hace un año han estado evaluando la utilidad, el precio y la idoneidad de los informes encargados por la Generalitat en 2007.
Más allá de dar recomendaciones al Gobierno sobre campañas institucionales, el estudio analiza con lupa lo que los opinadores dicen sobre el tripartito. Y no se limita a describir lo que piensan los periodistas. También analiza o hace hincapié en sus simpatías políticas. Por ejemplo, de un artículo publicado por el periodista Vicenç Villatoro, colaborador de varios medios de comunicación y ex director de la Corporación Catalana de Radio y Televisión, se dice: "Antes de reeditarse el tripartito, Vicenç Villatoro analizaba la figura de José Montilla como posible nuevo presidente y lo tildaba de perdedor, mientras que Artur Mas había sido el ganador de las elecciones. Villatoro se declara a favor de Mas en el artículo y no deja de repetir que fue el candidato vencedor de las elecciones. Además, el autor apunta que una cosa es la reedición del tripartito y otra que Montilla sea presidente". Después de este análisis, el autor del informe aclara algo de todos conocido en los medios gubernamentales que encargan y pagan el informe: "Hay que tener en cuenta la conocida vinculación de Vicenç Villatoro con CiU, partido del que fue diputado en el Parlament entre 1999 y 2002".
El informe añade dos comentarios sobre tres articulistas de La Vanguardia: "Marius Carol hace una valoración positiva de los primeros pasos del Gobierno (...) Al principio se mostraba escéptico, parece que poco a poco (...) el presidente Montilla le va convenciendo, pero lo expresa con prudencia". "Más radical se muestra el escritor Antoni Puigverd, que se declara en contra del pacto de izquierdas, pero también es cierto que da poca esperanza a la formación de un buen gobierno con el resultado de las presentes elecciones". Y también añade un comentario de Fernando Onega, que dice: "Mal parado es el que está condenado a estar en la oposición, que es Artur Mas". Otro de los analizados es el escritor Miquel Porta Perales, citado en un artículo de Abc sobre los desastres del tripartito. El autor del informe desliza una curiosa alusión sobre la vida privada de Joan Saura: "Ha ido acumulando críticas a raíz de algunos comentarios no más acertados que los de su pareja Inma Mayol".
El informe ya ha despertado polémica antes de conocerse su contenido exacto. El Colegio de Periodistas de Cataluña ha exigido que el documento se haga público y ha mostrado su preocupación por que el Gobierno encargase este trabajo, algo que consideró "difícilmente explicable" en democracia. "Constatamos con inquietud el hecho de que determinadas prácticas se reproducen más allá del color político de los gobiernos", declaró el Colegio en referencia al hecho de que los gobiernos de Jordi Pujol y de Pasqual Maragall ya encargaron informes que indagaban en la tendencia política de periodistas y opinadores.
32 millones de euros en informes
- El Gobierno catalán encargó 2.967 informes y dictámenes a empresas externas en 2007, con un precio total de 32 millones de euros.
- La auditoría encargada por el tripartito para conocer la idoneidad de estos estudios confirmó que el 16% de ellos presentaban "irregularidades".
- El análisis de 300 dictámenes determinó que el 3,3% habían sido pagados por encima de su coste real; que el 9,6% podían resultar inútiles y que el 9% se podían haber hecho dentro de la propia Generalitat. Hasta 49 de
los 300 informes fueron considerados superfluos. Su coste ascendió a 729.000 euros. El Gobierno descarta buscar responsabilidades políticas.
- El informe que Presidencia se niega a hacer público, sobre las campañas institucionales y la imagen del Gobierno en 2007, costó 27.028 euros. No fue analizado por los auditores ni por el interventor de la Generalitat.
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