'REC 2' y Sitges, el miedo en casa

Jaume Balagueró (Lleida, 1968) y Paco Plaza (Valencia, 1973) empiezan a parecer hermanos siameses. La promoción de REC 2 les ha llevado de una punta a otra del globo para finalmente regresar a casa. Nunca mejor dicho. Anoche Balagueró y Plaza abrieron el festival de Sitges, que es probablemente el mejor certamen del mundo dedicado al cine fantástico y de terror, y, sobre todo, un paisaje familiar, casi cotidiano, para los directores, que han pasado por allí de todas las formas posibles. Hoy, a partir de las 17.00 horas, charlarán con los lectores de ELPAÍS.com

"He venido como aficionado, espectador más o menos formado, periodista, cortometrajista y director. Sólo me falta ser jurado y director del festival", admite con sorna Balagueró. "Yo vine en el 91 con amigos, nos instalamos en un cámping y compramos entradas al azar", replica Plaza. Los dos comparten la idea de que el festival ha jugado un papel imprescindible en su "descubrimiento del género" y su anecdotario previo incluye historias de todo tipo, con mención especial al incidente que sufrió Quentin Tarantino cuando presentó su ópera prima, Reservoir dogs: "La proyección se interrumpió por un problema con la copia y vi a Tarantino hundido en su asiento con cara de no creérselo. Hasta que en el certamen de Cannes me pasó lo mismo no entendí aquella cara", cuenta Plaza entre risas.

"¿El secreto del éxito? Tenemos una marca que funciona"

En la muestra se verán los filmes de Van Dormael o Park Chan-Wook

Catalán y valenciano se definen "hijos del VHS" y defienden el "localismo" de su película por encima de lo que algunos llaman "terror catalán" y que en esta edición del festival ataca de nuevo con las películas de Jaume Collet-Serra y los hermanos Pastor (La huérfana, que se estrena el 9 de octubre en salas, e Infectados, el 16 de octubre, respectivamente). "Llevo oyendo hablar de la escuela de terror catalana desde que hacía cortos. Jaume Collet-Serra es catalán, pero yo no calificaría lo que hace de 'cine catalán de terror'. Es un tío que fue a buscarse la vida a Estados Unidos, triunfó y ya tiene un hueco allí, y por eso creo que hace cine americano. Nosotros hacemos lo que hacemos en base a nuestros referentes: hemos visto cine español, de autor, comercial, y todo eso pesa, no tenemos ningún interés en tener una factura determinada, ni española de ningún otro lado. Sin embargo, tanto REC como REC 2 son películas que llevan su localismo por delante, pasan en Barcelona, en l'Eixample, con bomberos barceloneses, y están orgullosas de acontecer allí. Y ese localismo es lo que ha permitido que REC sea algo más universal", afirma Balagueró. ¿Así que lo suyo no es terror catalán? "Bueno, es como cuando vi en el cartel de la película Mapa de los sonidos de Tokio la frase 'el mejor thriller de Isabel Coixet'. Pues vale, seguro que sí".

El filme llega con el sambenito de superar al original (que amasó más de ocho millones de euros) y ya se ha vendido en infinidad de países. "¿El secreto? REC es una marca que funciona", reflexiona el catalán. "Los números los tenemos en la cabeza pero no perdemos el sueño por ello. Es algo que queda más allá de nuestro alcance. Hemos hecho la película que queríamos hacer; a partir de aquí veremos qué pasa", concluyen en declaración conjunta.

REC 2 es la primera pieza del puzzle del certamen (con 24 películas a concurso y 19 en la sección Panorama) que va a suponer un festín de cine con manjares tan esperados como Moon, la ópera prima de Duncan Jones (hijo del cantante David Bowie); Mr. Nobody, de Jaco van Dormael; Paranormal activity, de Oren Peli, o Thirst, de Park Chan-Wook. Además, se ofrecerán sesiones especiales dedicadas al 3D (con la proyección de lo último del legendario realizador Joe Dante, The hole 3D, y de la revisión en tres dimensiones de Toy story) y se repasará lo más prometedor de la nueva cosecha nacional, encabezado este año por Hierro, de Gabe Ibáñez, e Ingrid, de Eduard Cortés, y apuntalada por la que se perfila como el bombazo del año: Celda 211. Cerrará el festival La carretera, la superlativa adaptación del best seller de Cormac McCarthy, que tan buena impresión causó en el Festival de Venecia.

Una de zombies verbeneros