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Entrevista:TERESA TÁBOAS | Diputada del BNG

"No sellaremos un pacto por el territorio con depredadores de suelo"

Arquitecta de profesión y ex conselleira de Vivenda, Teresa Táboas (Ciudad de México, 1961) reivindica su paso por la Xunta con actuaciones como las Normas del Hábitat: "Alguien tenía que hacer la revolución".

Pregunta. Se va a cumplir un año de Gobierno. ¿Qué valoración hace de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras?

Respuesta. Esta macroconsellería ha hecho muy, muy poco en relación con las competencias que tiene. Y las pocas cosas que ha hecho las ha hecho mal. Pero sobre todo, conceptualmente es curioso que el propio conselleiro le llame grupo MATI

[por las siglas de la consellería], como si fuera un holding de empresas y no una Administración pública. Esto es una consellería, pero se da esta ambigüedad entre lo público y lo privado, yo creo que hasta inconscientemente. Lo entienden como un gran grupo de empresas, que están ahí más para hacer negocios que para dar respuesta a problemas. Tiene todas las competencias y la posibilidad de una gestión rápida, pero es una de las peores consellerías con diferencia.

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P. En lo que se refiere a las competencias que usted gestionaba, se ha rectificado casi todo.

R. Sí, porque es la forma en la que ellos entienden la vivienda. Nosotros la entendemos como un bien de uso, no de consumo, que debe ser planificada desde lo público. Y legislativamente tapamos muchos agujeros que permitían al mercado libre campar a sus anchas. El PP piensa lo contrario, piensa en un mercado prácticamente desregulado. No ha aprendido nada del estallido de la burbuja inmobiliaria.

P. ¿Algo de lo modificado le ha dolido especialmente? ¿Las Normas del Hábitat?

R. No, porque cambiaron cuatro cosas. Para mí es el gran éxito de la pasada legislatura, porque elevamos el listón de la calidad. Y lo movieron tan poco que las dejaron prácticamente igual. Ahora, con el tiempo, me doy cuenta de que se antepuso el daño al BNG frente a los avances sociales. Y la mudanza que se ha hecho es mínima. Pero estoy muy contenta, porque alguien tenía que hacer la revolución, alguien tenía que tener esa valentía, sin estar pensando en los promotores. Se hizo, y ahora bajan el listón, pero hasta el suelo ya no pueden bajarlo nunca. De los 40 metros de mínimo, que tanto criticaron, ya no bajan.

P. El PP ha aceptado muchas enmiendas de la oposición en la reforma de la Lei do Solo. ¿Qué salva de esa ley?

R. Nada. Nada. Por eso pedimos la devolución íntegra. No se salva nada porque se comenzaba una secuencia al revés, porque primero había que aprobar las Directrices de Ordenación del Territorio, y ya vendría después una ley del suelo con otro criterio. Pero se hizo al revés, seguramente para arreglar cuatro problemas concretos para ciertos alcaldes, para ciertas situaciones que no atienden a lo que el país precisa. Es una ley mal hecha, con errores tremendos. Son enmiendas que atienden a ciertos grupos económicos y ciertos alcaldes.

P. ¿Favorece o no la dispersión esta ley?

R. La favorece, y en ciertos ámbitos consolida ese invento de los núcleos complejos, que es una ambigüedad y una inconcreción, que permitirá que donde se fueron haciendo viviendas aisladas, muchas de ellas ilegales, se compacten esas zonas, y en otras se hace una dispersión mayor. Por tanto, continuar colisionando con el territorio, sobre todo en el medio rural, cuando tenemos un parque enorme de viviendas que hay que rehabilitar... Volvemos a incentivar la construcción de nuevas viviendas. Es un auténtico dislate.

P. El PSdeG y el BNG mantuvieron posturas distintas en la Lei do Solo. ¿Sería ahora más difícil reeditar un bipartito?

R. No. En el bipartito estaban muy claras las líneas rojas en materia de ordenación del territorio. Fue el bipartito el que sacó la prohibición de los 500 metros. En aquel momento, el partido socialista coincidía con las posiciones del Bloque en cuestiones del territorio. Y sin embargo, a lo mejor quien mudó fue el PSOE. Nosotros estamos en la misma línea. Y no sé si es el PSOE en su conjunto, porque parece ser que hubo discrepancias en el grupo parlamentario.

P. ¿De quién es la culpa de que el bipartito no llegara a aprobar las directrices territoriales?

R. El bipartito fue una legislatura corta, frente a 16 años del PP. A lo mejor se podían haber dado pasos más deprisa, pero fue un trabajo importante. De hecho, se hizo mucho, para que se tenga tanto que deshacer. Si hubiésemos gobernado una legislatura más se hubiera consolidado otra forma de entender el territorio y la vivienda. Por eso el PP tiene prisa por deshacerlo todo. Porque sabe que se estaba consolidando un nuevo modelo.

P. ¿Así las cosas, puede estar el BNG con el PP en un pacto por el territorio?

R. Si es un pacto por el territorio basado en criterios y premisas que no compartimos, desde luego que no estaremos. Yo espero que el sentido común impere en esas cuestiones, pero tengo mis dudas. Por lo que estamos viendo no hay motivos para la esperanza. Se nos dijo que en seis meses iban a estar las directrices territoriales, y ya va un año. No están aprobadas. Y el Plan del Litoral está lleno de errores en todos los sentidos. Por eso pedimos su devolución. Y después, está lo de Barreiros. Se quiere legalizar con recursos públicos todo lo que se hizo, cuando el Gobierno anterior había dado un paso en el sentido contrario. Por supuesto que estamos por el pacto, pero no lo conseguiremos si partimos de que unos entienden el territorio como depredadores de suelo, y nosotros queremos planificarlo, llevarlo a una economía productiva, sin burbujas artificiales... Soy muy escéptica, porque el tramo hecho por el PP no da motivos para la esperanza.

P. La Xunta modificó los estatutos de la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística en diciembre para incrementar el control sobre ella, pero ni el PSdeG ni el BNG se enteraron.

R. Porque la propia dinámica... Es que también lo hicieron con mucha prisa, mientras se tramitaba la Lei do Solo y el Plan del Litoral, para desviar la atención mientras hacían un cambio de esa importancia, como la tiene la destitución de su director, que hizo un trabajo importante. Lo único que sabemos que han hecho es meter 115.000 euros en la agencia para comprar coches. Para eso sí anduvieron rápidos, pero no para darle más personal y luchar contra las ilegalidades. Pero en esta cuestión vamos a ser muy duros.

P. ¿No puede ser que los alcaldes, incluidos los del BNG, prefieran una agencia débil?

R. No, en el caso del BNG. Ningún alcalde del BNG puede ser reticente a una tarea así. Ese problema a lo mejor lo tienen otros.

P. El PSdeG apoya el convenio de Barreiros.

R. Bueno. Pues nosotros no. Resulta que la iniciativa privada provoca un destrozo como ese y ahora, con recursos públicos, de los que pagan los impuestos, no vamos a hacer centros de salud, ni colegios, ni vivienda pública. No. Con esos fondos vamos a pagar el destrozo del sector privada. Allá el PSOE con su modo de entender la política. Desde luego, el BNG está totalmente en contra. Ya fue el bipartito el que puso luz y taquígrafos sobre el caso de Barreiros, y el bipartito eran el PSOE y el Bloque.

P. La Xunta ha pedido más pruebas en el expediente a Construcuatro, por cobro de sobreprecios en viviendas protegidas.

R. Lo que está intentando es retrasar la sanción y esperar a que pasen las municipales, porque uno de los propietarios es Telmo Martín, candidato del PP en Pontevedra. Es un tema suficientemente grave, porque además de la parte fiscal, gravísima, por no pagar al erario público, el cobro de sobreprecios está ahí, como lo están las declaraciones de 47 familias. Son familias que compraron una vivienda en un suelo que fue expropiado con recursos públicos, que fue urbanizado con recursos públicos, y que se le vendió al sector privado para que hiciesen viviendas de precio tasado. Nosotros dejamos iniciado y prácticamente rematado el expediente, pero no podíamos sancionar administrativamente mientras estuviese abierta la vía judicial. Ahora está cerrada, y ahí está el expediente, un trabajo hecho con mucho rigor. La gente reclama que se le devuelva un dinero que no tenía que haber pagado.

P. ¿Cuándo debe aclarar el BNG el panorama de las autonómicas?

R. Ahora lo que debe hacer el BNG es preocuparse, y mucho, de cuestiones como las cajas, la lengua y el territorio, y preparar las municipales. El tema autonómico ya vendrá.

P. ¿Aceptaría ser candidata?

R. Hay mucha gente en el BNG. Yo hago el trabajo que se me encomendó. En el futuro ya veremos dónde estamos, pero para mí es un honor haber trabajado como trabajé, primero como conselleira, ahora como oposición y en el futuro... Entre el BNG y mi decisión personal ya se verá donde estaré.

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