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Crítica:Feria de San Isidro | Noveno festejo
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El derecho a la gloria

Antonio Lorca

Después de las figuras, el turno de los que ocupan los últimos puestos del escalafón; después de los famosos, los muy modestos. Los dos primeros, desconocidos para el gran público, y un tercero que permanece en la memoria colectiva por el infausto recuerdo de un cornadón recibido en el pecho hace ahora un año en esta misma plaza, y del que se salvó de puro milagro. Entre los tres sólo suman once festejos la temporada pasada, un ligerísimo equipaje para un compromiso tan serio.

¿Qué pasaría por las cabezas de estos hombres mientras esperaban que se abriera la puerta de cuadrillas? ¿Adónde mirarían cuando se plantaron en la arena y se sintieron observados por la multitud? Cuántas veces, sin duda, ese sueño en el duermevela... ¿Qué rondaría por sus mentes mientras recorrían ese diámetro del miedo llamado paseíllo? ¿Cuánto hace que vieron el último pitón? Quizá, no es más que un recuerdo lejano.

LOS BAYONES / PICAZO, DE JUSTO, LANCHO

Cuatro toros de Los Bayones y dos -3º y 4º- José Luis Pereda, bien presentados, mansos, blandos, sosotes y nobles.

Gabriel Picazo: media perpendicular (ovación); pinchazo -aviso- estocada y un descabello (ovación).

Emilio de Justo: -aviso- seis pinchazos -2º aviso- seis pinchazos y tres descabellos -3º aviso- (silencio); pinchazo, estocada y un descabello (silencio).

Israel Lancho: pinchazo y metisaca (silencio); estocada (silencio).

Plaza de Las Ventas. 16 de mayo. Undécima corrida de la feria de San Isidro. Lleno.

Más información
Israel Lancho volvió a Madrid tras la cogida del año pasado

Modestos, muy modestos, pero no sobran; porque Madrid puede ser también oportunidad para quien mantiene el deseo y la ilusión, aunque, después, la realidad, siempre justiciera, trate de espantar las imágenes virtuales que cada cual crea en su imaginación.

¡Cuánta preparación, cuántas carreras al rayar el alba, cuánto toreo de salón sin saber si habrá ocasión de demostrar el arte que crees llevar dentro!

Se detiene el paso y se guarda un minuto de silencio en memoria del más grande -curiosa pirueta del destino-, Joselito el Gallo.

Mientras cada cual busca el capote de brega y traga saliva para refrescar la seca garganta, una tímida ovación se abre paso para animar a Israel Lancho, tras el gravísimo percance del año pasado.

Y suenan clarines y timbales. Se abre la puerta de toriles. Y sale el toro. Y los tres rumian una sola idea: la búsqueda de la gloria, un derecho universal.

Pero el toro no sabe de frustraciones, luchas y sentimientos, y desnuda a cada uno de ellos, y descubre su capacidad y, también, sus carencias.

Y surgen las sorpresas. Picazo se estira en un par de verónicas con mucho aroma, y llega De Justo en el quite y dibuja chicuelinas de manos bajas que cierra con una media de cartel. Y Curro Robles banderillea de verdad, dejándose llegar los pitones al pecho.

Picazo se descubre poco después como un muletero con sentido del temple y de la ligazón, que no son malas virtudes, y algunas tandas de derechazos desprenden maneras y sabor torero. No sabe, quizá, vender su mercancía y alarga la faena en la búsqueda de una emoción que no llega; pero deja una impronta de regusto que no pasa desapercibida. No llegó a romperse con el cuarto, pero estuvo muy por encima de un animal soso al que arrancó buenos derechazos, largos, ligados, y naturales de peso. Tiene defectos, y él, mejor que nadie, sabrá por qué está donde está, pero ha dejado un buen sabor de boca en tarde de tanta responsabilidad.

Y por ese camino iba Emilio de Justo. No le perdió la cara a su primero y tiró de la embestìda con gallardía, hasta domeñar la violenta codicia del segundo, un toro serio, al que corrió la mano con valentía y elegancia. Pero mató tan mal que escuchó los tres avisos, lo cual es muy mala cosa. Quizá, por eso, se mostró con pocas ideas ante el búfalo quinto, al que capoteó aceptablemente.

A los médicos brindó su primero Israel Lancho, y miedo da verlo en la cara del toro. Tiene valor, pero parece un inconsciente aprendiz de héroe; carece de técnica y recursos, y se le vio a merced de sus dos toros. Afortunadamente, salió de la plaza por su pie.

Y que no se olvide: Jesús Carvajal puso un magnífico par al tercero, y Domingo Navarro es un subalterno excepcional. Un lujo en cualquier cuadrilla.

Mientras tanto, que cada cual siga buscando la gloria. Todos tenemos derecho...

Gabriel Picazo, cogido por su primer toro al entrar a matar.
Gabriel Picazo, cogido por su primer toro al entrar a matar.EFE

La corrida de hoy

- Novillos de Moreno Silva. El ex rejoneador José Joaquín Moreno Silva pasó a dar lustre a uno de los hierros más veteranos. En los dos últimos años sus novillos han dado alegrías en Las Ventas.

- Paco Chaves. El novillero de Badajoz cumple dos años en el escalafón inferior.

- Miguel Hidalgo. El granadino ha toreado en dos ocasiones en Las Ventas.

- Antonio Rosales. Uno de los matadores de novillos que más toreó en 2008.

La corrida se retransmite por Canal + Eventos.

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Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

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