Doña Letizia se estrena en la pasarela Cibeles
La Princesa se reunió con diseñadores y desveló sus secretos para arreglarse
La princesa Letizia inauguró ayer la 52ª edición de la Cibeles Madrid Fashion Week. Durante dos horas habló con diseñadores y representantes del sector de la moda. Y se fue a casa con una montaña de regalos para sus hijas, Leonor y Sofía. Es la primera vez que acude a esta cita desde que en mayo de 2004 se convirtió en princesa de Asturias.
El primer secreto a averiguar era de qué firma española iba vestida doña Letizia, que casi nunca recurre a marcas extranjeras. Llevaba unos pantalones anchos blancos, un top de gasa malva y una chaqueta de punto de seda a juego. Todo de Adolfo Domínguez, según confirmó Tiziana Domínguez, hija del diseñador gallego.
La Princesa le contó al modisto que, para que el top asimétrico que lucía se viese bien, había pedido que le pusieran una pinza en la espalda de la chaqueta y que le quitaran los botones, para que las solapas se metieran hacia dentro y no taparan la camisa. "Yo y mis apaños", se justificó.
Un portavoz de la Casa del Rey explicó que doña Letizia ha preferido hacer una visita general a Cibeles en vez de acudir a un desfile determinado, ya que, de hacerlo, resultaría muy difícil elegir uno sin producir agravios. En su paseo por Cibeles, la princesa visitó el showroom de El Ego, donde jóvenes diseñadores que no desfilan presentan sus colecciones. Se detuvo en varios puestos y se interesó por las piezas de varios creadores.
Algunos de ellos le regalaron camisetas y colgantes. "Es más alta en realidad", "mucho más guapa", se oía cuchichear a su paso. Después se encontró en una de las pasarelas de Cibeles con más de una veintena de diseñadores, entre los que había Juanjo Oliva, Miguel Palacio, Lemoniez, Antonio Alvarado o Elio Berhanyer... Junto a ellos visitó el vestidor de la diseñadora catalana Teresa Helbing y el espacio de maquillaje y peluquería de L'Oréal, por donde pasan las modelos antes de cada desfile.
En el espacio de GHD, una famosa marca de planchas de pelo, ha comentado a las encargadas que le costaba mucho conseguir que su pelo ganase volumen o resistiese las ondas, ya que lo tiene muy liso. A la salida, las últimas anécdotas. La firma Famosa le regaló dos muñecas Nancy azafatas, cuyos trajes habían sido diseñados por Elio Berhanyer y Adolfo Domínguez.
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