El CIS enfría la euforia de CiU al dar un empate entre Mas y el tripartito
El electorado rechaza repetir el actual Gobierno y se inclina por la 'sociovergencia'
La campaña de las elecciones catalanas del 28 de noviembre ha arrancado con todas las encuestas apuntando a un triunfo claro de CiU. La única duda es saber si llegará a los 68 escaños de la mayoría absoluta y, si no alcanza esa cifra, con quién podría pactar.
Pero el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hizo público ayer un sondeo que enfría las expectativas de CiU. Aunque da por hecha su holgada victoria, la sitúa lejos de la mayoría absoluta. Según la encuesta, la candidatura de Artur Mas lograría 59 escaños, es decir, se quedaría a nueve de los 68 de la mayoría absoluta.
Lo mejor para CiU, no obstante, es que todas las combinaciones razonables para futuros Gobiernos pasarían necesariamente por él, porque los partidos que forman el actual tripartito (PSC, ERC e ICV) suman 60 escaños, es decir, ocho menos de los necesarios.
Mas tendría tres posibles fórmulas de gobierno: con PSC, ERC o el PP
El 55% de los catalanes suspende la gestión del tripartito
"Es un toque de atención a los que creen que todo está ganado", dice Mas
Esa opción de gobierno, que ha sido descartada ya expresamente por José Montilla, tiene un elevado nivel de rechazo entre los catalanes, según el sondeo oficial. El 37,8% desaprueba la gestión del presidente de la Generalitat, José Montilla, y el 55,3%, la de su Ejecutivo.
Casi todos los datos del sondeo muestran un enorme desgaste del actual Gobierno autónomo y de su presidente. Los tres partidos que lo forman bajan notablemente, aunque el descenso es algo más amortiguado en el caso de ICV. La candidatura que encabeza el ex diputado Joan Herrera perdería solo un escaño. Su problema es que dejará de decidir y será el quinto partido, pero en todo caso en la oposición.
CiU tendría tres posibilidades de acuerdo para gobernar: con el PSC, con ERC y con el PP. Y en los tres casos esos pactos tendrían consecuencias directas en la política española. Si fuera con ERC, habría un Gobierno cuyo programa fundamental sería la recuperación o superación del Estatuto de Cataluña, que quedó mutilado por la sentencia del Tribunal Constitucional, y el Ejecutivo central tendría que gestionarlo. Si pactara con el PP, se interpretaría como el principio de una futura colaboración si tras las elecciones generales Mariano Rajoy no llega a la mayoría absoluta.
La opción de la llamada sociovergencia (CiU y PSC) permitiría a José Luis Rodríguez Zapatero ampliar la base de su acuerdo de estabilidad, incorporando a los nacionalistas catalanes al acuerdo con el PNV y CC. Ya lo intentó tras las anteriores catalanas y, por eso, este resultado de la encuesta del CIS es una buena noticia para Zapatero.
Entre las opciones de pacto, los catalanes prefieren el de CiU con el PSC. Es la opción preferida por el 22,9%, seguida de cerca por la de CiU y ERC.
Estos resultados supondrían que la caída del PSC sería de cuatro diputados y, por tanto, las previsiones de debacle electoral quedan, al menos, atemperadas. El PP se quedaría igual que está o perdería un escaño, y no lograría arrebatarle a ERC el puesto de tercera fuerza política. Los independentistas quedarían con 15 o 16 escaños, es decir, cinco o seis menos que en las anteriores elecciones.Mariano Rajoy sueña con un escenario que está muy lejos del que describe la encuesta del CIS, en el que CiU necesite al PP porque tenga menos diputados que la suma del tripartito y por tanto tenga que recurrir a los votos populares para aprobar casi cualquier cosa, como sucedió entre 1999 y 2003. De esa forma podría pensar en futuros acuerdos tras las generales de 2012.
Los datos del CIS disipan la posibilidad de atomización o italianización del Parlament, porque con esos resultados no entraría ningún partido nuevo en la Cámara. No tendrían votos suficientes para obtener representación las nuevas formaciones independentistas.
El sondeo del CIS sigue siendo malo para los socialistas catalanes, pero es el primero que no apunta a un hundimento sin paliativos. Y a ello se agarraron ayer los de José Montilla para insuflar ánimos a la militancia. "En las últimas semanas, el electorado socialista se está movilizando, y el PSC, subiendo", dijo el portavoz del partido, Miquel Iceta. Más tarde Montilla fue incluso algo más optimista: "Allá adonde voy noto que ya ha comenzado la reacción de los socialistas. Noto que vamos a más".
No es que el PSC suba en la encuesta respecto a su actual representación en el Parlament. De hecho, pierde cuatro escaños, pero el alejamiento de Convergència i Unió (CiU) de su tan reclamada mayoría absoluta supone toda una novedad en una campaña en la que todo parecía decidido de antemano. No obstante, para muchos socialistas catalanes la aspiración real no es tanto ganar las elecciones como impedir un Gobierno "sólido" de CiU. Si los nacionalistas tuvieran que pactar con el PP o con ERC, buena parte de sus proyectos tendrían que quedarse en un cajón, y ello debilitaría profundamente a Artur Mas, opinan.
Los nacionalistas también sacaron el lado positivo del sondeo. El candidato de CiU, Artur Mas, celebró que la encuesta del CIS alerte a su electorado de que no solo no hay nada ganado, sino que ahora mismo el tripartito podría sumar más escaños que CiU. "Esta encuesta me va como anillo al dedo. No nos lamentamos. Es un toque de atención para todos aquellos que creen que las elecciones ya están ganadas", opinó Mas.
Pero los que de verdad entraron en algo parecido a la euforia fueron el PP y ERC, que se ven más que nunca en el centro del debate y que podrían facilitar la gobernabilidad de CiU. La candidata del PP, Alicia Sánchez-Camacho, se mostró convencida de que será decisiva para evitar el giro independentista de Artur Mas. Los republicanos de Joan Puigcercós confían en lograr todo lo contrario. "Hay que seguir trabajando para evitar un pacto entre CiU y el PP", dijo el portavoz republicano, Ignasi Llorente.
Por su parte, el candidato de ICV, Joan Herrera, se mostró optimista ante los resultados. "Aún hay partido para dar un giro a la izquierda".
El sondeo fue una mala noticia para los partidos extraparlamentarios que, como Solidaritat o Reagrupament, aspiran a entrar en la Cámara catalana. Ninguno de ellos obtendría representación. El CIS, sin embargo, tampoco vaticinó en 2006 la entrada de Ciutadans.
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