Rajoy vio difícil mantener las prestaciones
A El PP pronosticó una grave crisis para 2006, y luego la economía se disparó - A El líder de la oposición y Arias Cañete admitían en privado la valía de Solbes
El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, aseguró ante el actual embajador de Estados Unidos en Madrid, Alan D. Solomont, que la principal diferencia entre el PP y el Gobierno radicaba en la forma de gestionar la economía. En una reunión celebrada a principios de este año, Rajoy desatacaba cómo España estaba pagando por su deuda un punto de intereses más que Alemania (esa diferencia es ahora de cerca de 2,5 puntos). Rajoy también subrayaba que el déficit superaba el 10% y el desempleo estaba cerca del 20%. "Rajoy dijo que mantener las prestaciones sociales en estas circunstancias será difícil y que España necesita reformas. Añadió que las políticas de inmigración españolas también necesitan una dosis de 'sentido común", según le entrecomilla un documento confidencial enviado a Washington.
Las diferencias entre el Gobierno y el PP en economía vienen de lejos. Mientras que el Ejecutivo tardó en ver la crisis, el PP la vio demasiado pronto, según consta en los papeles de la embajada. En una reunión con diplomáticos estadounidenses a finales de 2004, el entonces portavoz económico del PP, Miguel Arias Cañete, decía que para 2006 la economía española frenaría significativamente, que era "probable" una recesión y que el Gobierno se vería obligado a convocar elecciones anticipadas ante la crisis económica. ¿Y qué pasó con la crisis de 2006? Pues que no la hubo. Ese año el crecimiento económico se aceleró y el producto interior bruto creció un 3,9%, su ritmo más alto desde 2000, con una creación de 700.000 empleos, según la Encuesta de Población Activa.
Pese a esos negros augurios, Arias Cañete manifestaba en la embajada su gran consideración por Pedro Solbes, por entonces vicepresidente segundo y ministro de Economía. Arias Cañete bromeaba con que haría todo lo que pudiera para que Solbes dejase su cargo ya que cualquier sustituto del PSOE sería un objetivo político mucho más fácil para el PP.
En eso, Arias Cañete estaba de acuerdo con su jefe, pues el propio Mariano Rajoy reconocía, al analizar el primer Gobierno de Zapatero, que en lo que a política económica se refiere, Zapatero había elegido un buen ministro de Economía, "el miembro del Gobierno con más talento", según le atribuyen. Tanto Rajoy como Arias Cañete veían el problema en si sería capaz de frenar las iniciativas de otros miembros del Gobierno y mantener la disciplina fiscal que él propugnaba.
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