Lugo encarga un dictamen legal para dedicar calles a alcaldes franquistas

El nuevo secretario del Ayuntamiento de Lugo, José Antonio Carro Asorey, tomó ayer posesión de su cargo en el despacho de la alcaldía con su una primera encomienda. El Gobierno local del socialista José Clemente López Orozco le ha encargado que determine si la decisión de bautizar cuatro calles con nombres de alcaldes franquistas colisiona o no con la Ley de Memoria Histórica, una norma que insta a las Administraciones a retirar todos los símbolos que supongan una exaltación de la dictadura.

La comisión municipal que se dedica a bautizar las calles de Lugo se reunió el martes para dar nombre a más de medio centenar de vías, algunas de ellas en homenaje a ex alcaldes de la ciudad. Sobre la mesa había dos nombres de regidores franquistas y el historiador Adolfo Abel Vilela propuso otros dos de la dictadura y un quinto, Carlos Llamas Navia, que ostentó el bastón de mando en 1912.

PSOE y PP apoyan el reconocimiento a los cuatro cargos de la dictadura

Actualmente en el callejero lucense ya figuran tres alcaldes de la dictadura franquista y el historiador no dudó en plantear su propuesta. Al final, recibió el apoyo de los representantes del PSOE y del Partido Popular, en tanto que el BNG evidenció su rechazo -su portavoz, Xosé Antón Bao, consideró la medida "inaceptable en democracia"- y dejó entrever que se podía vulnerar la Ley de la Memoria Histórica. La medida, que pretende introducir en el callejero los nombres de Jesús García Siso, Fernando Pedrosa, Antonio Guitián Peña y Víctor Basanta, está pendiente ahora del dictamen del secretario municipal y de su aprobación en el pleno de la corporación.

Abel Vilela asegura que desconoce los pormenores de la citada ley aprobada por el Gobierno de Zapatero: "Si la norma no lo permite, que los quiten de la propuesta. Yo no me voy a meter en eso". El historiador afirma, sin embargo, que más que su adscripción a la dictadura de Franco se debería tener en cuenta "si se trataba o no de una buena persona y de si fue o no un buen alcalde".

Abel Vilela también es partidario de que se pronuncien tanto el secretario como aquellos técnicos de los que pueda disponer el Ayuntamiento para determinar cuestiones relacionadas con la nueva norma sobre memoria histórica. Y defiende que si se proponen calles para unos determinados alcaldes "que no se olviden de otros". "Los propuse dentro de ese contexto y nada más", enfatizó.

Fuentes del Ministerio de Justicia explican que la Ley de Memoria Histórica obliga a retirar símbolos de exaltación personal o colectiva de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la dictadura (artículo 15), pero no especifica si los nombres de calles dedicadas a alcaldes franquistas entrarían dentro de esta categoría. Según el departamento que dirige el gallego Francisco Caamaño, debería acreditarse que los homenajeados en esas placas tuvieron un papel relevante en la represión liderada por el general Franco.