El PP propondrá endurecer el código penal sobre corrupción

Mientras Francisco Camps, imputado por cohecho impropio y ya muy cerca de sentarse en el banquillo, era confirmado como candidato a las autonómicas, el PP difundía entre los miembros de su dirección y las organizaciones regionales el borrador del programa marco para las elecciones autonómicas y locales de mayo. Además de decenas de medidas sobre Sanidad, Educación, Medio Ambiente o racionalización de la Administración, la mayoría muy suaves, evitando la polémica, el borrador incluye un último apartado, titulado "Regeneración", que plantea medidas muy contundentes contra la corrupción.

El texto, al que ha tenido acceso EL PAÍS y que está sujeto a modificaciones de última hora si así lo desea la dirección, propone incluso endurecer el código penal. "La lucha contra la corrupción se convierte en uno de los objetivos principales del PP, ya que la legitimidad del sistema democrático no debe quedar nunca en entredicho por actitudes permisivas, indolentes o exculpatorias ante la gravedad de determinados comportamientos", escribe esta formación.

Hace menos de un año se abstuvo en la votación para elevar las condenas

"Es preciso someter a un mayor control los ingresos, patrimonio y actividades privadas. Publicaremos las retribuciones íntegras de los cargos públicos y electos, directivos y personal de confianza de las instituciones y sus gastos de representación".

"La respuesta ante los casos de corrupción tiene que ser contundente. Para ello es necesario reformar el Código Penal, ampliando y endureciendo los tipos penales relativos a corrupción, modificando y endureciendo las sanciones para cargos y empleados públicos. Asimismo es preciso ampliar los plazos de prescripción de esos delitos", remata el texto. El Código Penal fue reformado en abril de 2010 y se endurecieron las penas por corrupción, pero el PP se abstuvo porque no incluia cadena perpetua para otros delitos.

Este programa marco obliga a todos, incluido Camps, a publicar todos los procedimientos de concesión de ayudas y subvenciones y se compromete a reintegrar a los municipios afectados los bienes incautados en delitos de corrupción. Además, promete crear un sistema de auditoría interna en el PP para garantizar el cumplimiento de buenas prácticas.

El apartado de regeneración es el último. Todo el programa está centrado en la idea de administraciones más eficaces y más austeras. De hecho, promete "limitar al mínimo indispensable la convocatoria de nuevas plazas" de funcionarios. Pero sobre todo se centra en reorganizar el Estado autonómico para evitar duplicidades. Aunque no aclara dónde cortar, sí plantea que las comunidades tienen 2.000 entidades públicas, "cuya eficacia no está contrastada en muchos casos". El PP quiere reorganizar el sistema, y llega a proponer un "gran pacto nacional sobre el modelo de Estado para mejorar el funcionamiento de las instituciones públicas".