La defensora de los perros
La exdirectora del Centro de Animales de Getafe se pone en huelga de hambre para denunciar las "matanzas" que ejecutan los nuevos gestores
El gesto de Beatriz Menchén, el de ponerse la semana pasada en huelga de hambre indefinida hasta que la perrera de Getafe deje de sacrificar animales, parecía una excentricidad. Pero ha tenido tanta repercusión que ha forzado al Ayuntamiento de la ciudad y a la Guardia Civil a investigar el centro por supuestas prácticas fraudulentas.
A bordo de una furgoneta, Menchén, vegetariana y amante de los animales desde niña, defiende que no se sacrifiquen animales a menos que padezcan una enfermedad grave. Ella gestionó durante 14 años el Centro de Animales de Getafe. En ese tiempo tan solo se sacrificó el 1,6% de los perros y gatos que se acogieron. En seis meses, según los datos aportados por Menchén y secundados por varias asociaciones, Vetmovil, la nueva empresa que se encarga del servicio, ha sacrificado al 66%. "Esto es un exterminio. He decidido ponerme en huelga de hambre para que los animalistas reaccionemos de una vez y paremos las matanzas", dice Menchén, que recibe la visita de mucha gente que la anima a seguir con su protesta. Este periódico intentó sin éxito recabar la versión de la empresa. Una responsable municipal aseguró que los sacrificios se llevaron a cabo por las enfermedades incurables que sufrían estos animales, pero la huelga de hambre ha surtido efecto.
El Consistorio se ha visto obligado a reaccionar ante el eco de la protesta
La Policía Local, miembros del Gobierno de la Comunidad de Madrid y responsables de las asociaciones de animales inspeccionaron ayer por la tarde las instalaciones del centro de animales. "Si de esa inspección se deduce que se están produciendo sacrificios innecesarios denunciaremos a la empresa", señala el concejal Ángel Bustos. "No nos va a temblar el pulso".
El Ayuntamiento se ha visto obligado a reaccionar por la repercusión que está teniendo el ayuno voluntario de Menchén. Por el momento, está intentando incluir en el pliego de condiciones del concurso público de la perrera una cláusula humanitaria con la que obligar a la concesionaria a buscar familias adoptivas para los animales en vez de sacrificarlos indiscriminadamente. "Nos preocupa la salud de Menchén y queremos saber si se están produciendo irregularidades. Este Gobierno no tiene ningún interés en esconder nada", continúa el concejal. El alcalde, Pedro Castro, también ha llegado a un acuerdo para que la vieja perrera, ahora abandonada, se convierta en un centro de adopción y adiestramiento de animales.
Menchén iba en las listas de un partido en defensa de los animales que concurría a las elecciones de Getafe. Sus críticos, que la tachaban de excéntrica y poco apegada a la realidad, estaban convencidos de que había iniciado la campaña electoral antes que nadie. "Por eso he decidido quitarme de la lista. Suponía que había gente que lo iba a malinterpretar, pero que nadie busque otra razón que no sea la de defender a los perros. Eso es lo que me mueve", clama Menchén, quien considera que es una de esas personas que tienen una sensibilidad y empatía especial con los animales.
Sus denuncias también han hecho actuar a la Guardia Civil. Los agentes del Seprona visitarán mañana la perrera para comprobar si realmente se está dando muerte a los animales y si están desprendiéndose irregularmente de sus cadáveres, tal y como ha manifestado Menchén.
La curiosa acción de esta mujer, que aborrecía desde pequeña los toros o le repugnaba toparse con un abrigo de visón, ha empezado a propagarse por otros rincones del territorio nacional. Varios simpatizantes de la tortura animal están a punto de iniciar huelgas de hambre para detener las ejecuciones. La voz de Menchén, una auténtica defensora de los animales ignorada hasta hace apenas unos días, se está haciendo oír.
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