El Bilbao es de hierro
El conjunto de Katsikaris demuestra ante el Madrid su madurez en los momentos clave
El Bizkaia Bilbao Basket escribió una gruesa línea en su historia hace apenas unos días al eliminar con un par de certeros golpes al Valencia y clasificarse por primera vez para las semifinales de la ACB. Si el equipo de Fotis Katsikaris no cayó ante el valenciano en los determinantes segundos finales no fue por desplegar una infranqueable línea defensiva o una exigente estrategia de ataque. Fue, como en tantas otras ocasiones, su solidez en los momentos clave la que le mantuvo a flote. Tras un inicio de la Liga muy irregular, el cuadro bilbaíno consiguió recomponerse hasta alcanzar una madurez a prueba de bombas. Un grupo que la temporada pasada llegó a los puestos de descenso y ahora ha puesto contra las cuerdas al Madrid sabe lo ventajoso que es mantener la cabeza fría. Hoy volverán a medirse en la capital vizcaína los nervios inalterables de unos y el juego de acero de otros (1-1 en las semifinales, con los dos partidos siguientes en Bilbao).
El segundo partido fue la más clara prueba de la capacidad del Bilbao para mantener la consistencia en instantes en los que es infinitamente más fácil flaquear que aguantar el tipo. El choque del domingo fue un continuo traspaso de poderes. Los de Katsikaris manejaron rentas de hasta 19 puntos que se desinflaron súbitamente hasta perder por ocho. Solo los conjuntos de anchas espaldas son capaces de no perder entonces el pie. No era la primera vez que el Bilbao ponía en aprietos al Madrid, al que últimamente suele mirar a los ojos en el resultado, que, no obstante, siempre le sitúa en el lado del vencido. Su intensidad y firmeza defensiva pusieron en febrero en apuros al equipo que entonces entrenaba Ettore Messina (76-72), pero le perdió, como casi le ocurre en el primer partido de las semifinales, el desfile de solistas y el escaso juego grupal del que se sirvió.
Solo dos puntos el pasado octubre impidieron al Bilbao consumar ante el Madrid el mejor inicio liguero de su historia en la ACB. Los hombres de negro hicieron bien sus deberes respecto al contraataque y echaron mano de su habilidad con los rebotes ofensivos, pero nada pudieron hacer ante el preciso ataque blanco. Fue Jackson, decisivo también el pasado domingo, quien ayudó a despertar a sus compañeros para frenar las embestidas de Garbajosa y Tomic. El enérgico Llull sigue siendo el principal escollo del equipo vasco, que tiene en su resistencia su principal valor y que esta temporada, con tres exmadridistas (Hervelle, Fisher y Mumbrú), ha ganado en sus canchas al Barcelona, el Madrid y el Valencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.