"¿Cuántos días hay en seis semanas?"

Los niños de siete años que sacan partido a sus clases deben saber que los nombres propios van con mayúscula y que también van letras versales después de un punto. Y no se les puede olvidar la letra m antes de la b o la p. Hasta ahí, más o menos, sus obligaciones respecto al dictado. Por eso, los tres chavales que ayer escribieron una flamante "primabera" con b mientras la inspectora dictaba "mi abuela Luisa pasa la primavera en Sevilla" no necesariamente han suspendido la primera prueba LEA.

Así, con tres letras (equivalentes a Lectura, Escritura y Aritmética) llama la Comunidad de Madrid a la última evaluación que ha puesto en marcha, esta vez para los más pequeños, los alumnos de 2º de Primaria, a quienes evalúa de contenidos básicos de lengua y matemáticas con una prueba escrita y otra oral.

Los primeros 4.800 alumnos de los primeros 89 centros públicos, privados y concertados iniciaron ayer el examen escrito, que este curso y hasta el viernes harán 11.000 alumnos (el 16% del total de estudiantes de 2º de la región) en una evaluación muestral que se ampliará en cursos sucesivos, según la Consejería de Educación. Ellos son los últimos de la lista de examinados. La Comunidad empezó sus evaluaciones regionales con los estudiantes de 6º de Primaria (12 años) y siguió con 3º de la ESO (15) con unas pruebas que han recibido críticas desde distintos sectores de la comunidad educativa, que consideran que las pruebas no sirven de mucho porque no conllevan más recursos para los centros y los estudiantes.

El examen a los alumnos de 2º de Primaria servirá para detectar "posibles fallos o carencias" en su aprendizaje "para que ninguno quede rezagado", según una nota de la Comunidad. La consejera de Educación, Lucía Figar, presentó la prueba hace ocho meses asegurando que hay niños en 2º "que no saben leer", pero no dio datos. Los alumnos de los dos cursos del colegio León Felipe de San Sebastián de los Reyes (en el que ayer la Comunidad citó a la prensa) demostrarán hoy qué tal leen en el examen oral tras enfrentarse ayer a un dictado, frases escritas y operaciones matemáticas.

Los dos niños que atienden a los periodistas tras la prueba aseguran que lo de la lectura se les da "muy bien". "Lo más difícil han sido los problemas. ¿Cuántos días tienen seis semanas?", se pregunta la chica, que sale sonriente tras los 50 minutos de prueba. Su compañero había pasado los días anteriores repasando las tablas de multiplicar. La chica prefirió repasar las palabras con b y con v.

"Les he visto tranquilos", aseguró la directora del León Felipe, María Esther Sánchez, que parecía más incómoda por las cámaras de televisión que por la evaluación. Sus chicos no se habían preparado de forma especial para el examen, que constó de un dictado de 30 palabras, frases de no más de ocho y operaciones matemáticas como sumas, restas y multiplicaciones. "Son ejercicios que hacen en clase, se nota que estaban relajados", certificó la inspectora educativa que supervisó ayer el control.