Sony y Samsung anuncian nuevas tabletas, pero sin bajar sus precios

"Lo importante no es hacerlo primero, sino hacerlo mejor". Con esta frase, el consejero delegado de Sony, Howard Stringer, dejó caer que lo de Apple tampoco es para tanto. "¿Acaso ellos hacen películas? ¿Y Samsung? Solo hace cacharros. Nosotros tenemos un montón de artistas e ingenieros", fanfarroneó Stringer. Así de chulo estuvo en el preestreno de la feria IFA de Berlín, que se abre hoy al público. Quizás, como él mismo dijo, porque en los últimos meses la compañía nipona ha pasado por inundaciones, terremotos, y hackeos. "Estamos más seguros y mejor que nunca", aseguró.

El caso es que el norteamericano Stringer, primer consejero delegado no japonés de Sony, enseñó las primeras tabletas de la empresa, año y medio después que Apple. Una se llama S y la otra, P. Ambas funcionarán con el sistema operativo de Google, Android 3.2. Costarán entre 479 y 599 euros según los gigas. Las dos son solamente wifi. La Sony Tablet S tiene un diseño similar a sus competidores con una pantalla de 9,4 pulgadas.

Amazon ya tiene más ingresos por venta de libros que de lectores digitales

Todos los modelos anunciados funcionarán con sistema Android

Stringer confía en sus películas y juegos para imponerse a Apple

El modelo Tablet P es bastante más rompedor. En lugar de ser una sola superficie, consta de dos pantallas de 5,5 pulgadas que se pueden usar unidas o separadas. Al plegarse ocupa menos espacio que un ordenador portátil.

Pese a llegar tarde, Sony no competirá en precio. Stringer cree que su compañía gana al resto en contenidos: es decir, en películas de cine y en videojuegos; pero la realidad es que los estudios de cine están llegando a acuerdos para vender en iTunes y donde haga falta (Hulu, Netflix, YouTube...) y que en el capítulo de los juegos, los que están triunfando en las tabletas son Angry birds de Roxio y los títulos sociales de Zynga. Seguro que Stringer sabe más, aunque en el sector del lector electrónico por fin se apeó del caballo. Sony, que ya en 2006 lanzó el primer lector electrónico, perdió el mercado ante la llegada de los aparatos Kindle de Amazon y posteriormente los Nook y otros. Resultaba que el e-Reader, nombre del aparato que dio nombre al genérico, era extremadamente caro. Ayer, Sony anunció un nuevo modelo con wifi y a 149 dólares (presumiblemente copiará el precio en euros). Aún sigue siendo más caro que Kindle, pero entra en niveles más razonables.

Sony completó su catálogo de novedades con unas gafas para ver el televisor en tres dimensiones que aíslan al espectador y un teléfono inteligente, Xperia Arc S, también con Android, que destaca por su procesador de 1,4 gigahercios preparado para hacer vídeos y fotos en tres dimensiones. La industria insiste en el 3D, aunque las ventas no han sido muy buenas dado el entorno económico.

Un día después, le tocó a la coreana Samsung desvelar sus novedades para la campaña navideña y más allá. En los televisores, además del aspecto tridimensional, se potencia el acceso a contenidos en Internet. Entre las aplicaciones destacan MyMadrid, dedicada al Real Madrid, y Wuaki.tv, un videoclub para alquilar películas desde el mando a distancia. La compañía espera acabar el año con un millar de aplicaciones específicas para el televisor, en una apuesta para que este sea el centro del hogar.

Como no podía ser de otra manera, Samsung mantiene su apuesta por las tabletas Galaxy. El modelo Galaxy Tab 7.7 reduce el tamaño de la pantalla de 10 pulgadas de la hermana mayor a 7 pulgadas, y funciona con un procesador de doble núcleo. El peso se queda en 335 gramos. Al igual que las de Sony, funciona con Android 3.2.

El precio no ha sido anunciado, pero será asimilar a de los iPad, aunque con más accesorios: un giga de memoria más soporte a tarjetas de 32 gigas, batería que aguanta 10 horas de vídeo, cámara de dos gigas para videoconferencia y otra de tres para fotografiar con flash led, conexión para ver imágenes en alta definición, conectarlo al televisor, incluso para convertir la tableta en su mando a distancia.

Pese a que el iPad mantiene una cuota de mercado por encima del 60% -en Japón, más del 85%-, la competencia no está dispuesta a presentar tabletas con precios rebajados.

De poco sirve la reciente experiencia de HP. Una vez anunciado que dejaría de fabricar su tableta, la vendió a 99 dólares, voló de las estanterías y ahora la empresa dice que hará más a ese precio. Se calcula que pierde más de 200 dólares por cada una que vende; pero no es el único caso. Los fabricantes de consolas están acostumbrados a perder dinero, llámense Sony, Microsoft o Nintendo. El negocio viene después, cuando el aficionado compra los juegos.

La experiencia de HP podría replantear la tableta en ese tipo de estrategia comercial; incluso se cree que lo adoptará Amazon cuando lance su modelo. De hecho, ya tiene más beneficios por descarga de libros que por ventas de Kindle. Dada la espiral de rebaja de precios en los lectores electrónicos se especuló que regalaría el Kindle a cambio de un gasto mínimo en libros al año. Aunque sea importante hacerlo mejor, o llegar primero, tampoco es pequeña cosa ser barato.