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Entrevista:LEOPOLDO BARREDA | 'Número uno' del PP al Congreso | ELECCIONES 2011 | Los candidatos de Bizkaia

"Hasta Grecia tiene un nivel de paro inferior"

Javier Rivas

Leopoldo Barreda (Bilbao, 1960) va a llegar al Congreso tras 21 años de trabajo en el Parlamento vasco, los últimos 15 como portavoz del Grupo Popular.

Pregunta. Dijo de usted Rajoy en Vitoria que está "llamado a desempeñar un papel muy importante en la próxima legislatura".

Respuesta. Agradezco sus palabras, pero dijo lo que dijo, no más. Lo que ha venido después ha sido pura especulación. En el Congreso haré lo que se me encomiende, y todo lo demás han sido especulaciones, ninguna de ellas de la boca de Rajoy.

P. La Carrera de San Jerónimo va a ser bastante más complicada que la Cámara vasca.

R. Probablemente, sí. La situación que hay que abordar en el Congreso es enormemente compleja y muy interesante. Es un desafío en lo personal y nos jugamos mucho todos. Del acierto que demuestre el PP, si se le encomienda gestionar este periodo, depende buena parte del futuro de España los próximos 25 años.

"Del acierto del PP depende buena parte del futuro de España en 25 años"
"Un Gobierno de Rajoy no va a perder el tiempo al tomar decisiones"
"Estoy convencido de que veremos los frutos con prontitud"
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"Se han tomado medidas duras, pero eran acertadas"

P. Van a llegar probablemente al Gobierno con un amplio mandato de confianza ciudadana para resolver la crisis. La decepción puede ser igual de amplia.

R. Somos conscientes de la importancia de las expectativas. La amplitud o no del mandato se verá el domingo. Queremos extender ese impulso de cambio más allá de nuestros escaños con acuerdos amplios para impulsar esas políticas de cambio que deben sustituir a los fracasados pactos del PSOE con el PNV. Todo lo que han hecho juntos ha servido para ahondar la crisis y no para resolverla. Por muchas dificultades que haya en el conjunto de Europa, hay un componente muy español de la crisis: la destrucción del empleo. Esa es la prioridad, pues de ello depende todo.

P. La pregunta era la posible decepción.

R. Las expectativas y el reto son grandes. Estamos diciendo la verdad a los ciudadanos, ni negando la crisis, ni relativizándola, ni diciendo que es cuestión de cambiar el Gobierno. Esto requiere un cambio de liderazgo y de políticas y eficacia en la gestión. También en el 96 se decía que era imposible y se crearon cinco millones de empleos, no en los primeros seis meses, pero sí en el conjunto del mandato, cuando las decisiones adoptadas empezaron a surtir efecto. Los resultados no van a poder ser el 21-N, pero quienes nos den su confianza el día 20, cuando haya que volver a votar sabrán que han acertado. Los resultados se verán mucho antes, pero nadie va a lamentar el apoyo dado al PP el 20-N.

P. ¿Y si el paro y el coste de la deuda no bajan en los primeros meses a quién echarán la culpa?

R. Tenemos confianza en la capacidad de la sociedad y de la economía española para afrontar esta situación. El empleo no lo crean las Administraciones, sino los emprendedores, y la primera apuesta del Gobierno será apoyar a quienes generan cuatro de cada cinco empleos en España. No hay medidas milagro, pero sí voluntad de tomar decisiones que permitan corregir ese diferencial brutal que significa que en España se destruyan cuatro de cada cinco empleos que se crean en Europa.

P. Repiten como un mantra lo que hizo Aznar entre 1996 y 2004 cuando la situación era radicalmente distinta a la actual.

R. Es verdad, y los mecanismos de que se disponen son otros. Pero entonces se decía que era imposible y se hizo y ahora se nos dice que es imposible hacerlo y lo han hecho todos los países de Europa menos nosotros. Todos están afrontando la crisis con más o menos éxito con niveles de paro muy inferiores a los nuestros. Hasta Grecia, que es una catástrofe sin precedentes en la economía europea, tiene indicadores de paro inferiores a los nuestros.

P. ¿Buscarán consensos o simplemente que se apoyen las medidas que planteen de forma inmediata para dar confianza a los mercados?

R. Nuestra voluntad es que las decisiones se tomen con el máximo acuerdo posible y no solo con la voluntad del Gobierno. No vamos a dilatar la toma de decisiones innecesariamente. Eso significa que nadie tiene derecho de veto en la toma de decisiones cuyo retraso puede perjudicar al conjunto de la economía. Un Gobierno de Rajoy lo que no va a hacer es perder el tiempo en la toma de decisiones. Va a emplear el tiempo necesario en el logro de acuerdos y a tomar decisiones cuando haya que tomarlas.

P. ¿Qué reforma de las que adoptarán temen que tendrá más contestación ciudadana?

R. Las cosas bien explicadas y bien comprendidas gozan del apoyo de los ciudadanos si se ve a qué objetivo quieres llegar. Hemos estado acostumbrados estos últimos años a Gobiernos que deliberadamente ocultaban la verdad, que decían una cosa un día y rectificaban al siguiente, que tomaban una medida y la contraria en tres meses. Los ciudadanos deben saber qué estamos haciendo y cuál es el plan del Gobierno con claridad. Los compromisos son los que están sobre la mesa. Todo se puede explicar perfectamente y ver el cambio de tendencia en un plazo razonable.

P. Defíname plazo razonable.

R. Según en qué temas. Las decisiones hay que tomarlas con rapidez. Y surtirá efecto cuando lo surta. El presupuesto será un primer instrumento de gestión muy importante. Las reformas laborales o fiscales tienen plazos algo más largos, pero no se van a dilatar. Lo que importa es que se lance un mensaje de confianza a los ciudadanos y que vayan viendo motivos para justificar esa confianza en las decisiones que se tomen. Estoy convencido de que veremos los frutos con prontitud, aunque no voy a poner plazos.

P. Repiten que Rajoy será "inteligente" en el proceso del final de ETA. ¿Eso incluye reconocer a Sortu como interlocutor político si lo legaliza el Constitucional?

R. Incluye que la ley sea igual para todos. El escenario es mucho más claro si ETA se disuelve definitivamente, que es el objetivo que falta. También sería más sencillo si quienes impulsaron Sortu o quienes hoy se integran como independientes en Amaiur o en Bildu fueran claros de una vez y dijeran que han roto con ETA, que condenan su trayectoria y que nunca fue legítimo matar a quienes no compartían sus pretensiones políticas. Hay determinado número de ciudadanos que siguen resistiéndose a hacer esa declaración y llegar a la democracia.

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Sobre la firma

Javier Rivas
Forma parte del equipo de Opinión, tras ser Redactor Jefe de la Unidad de Edición y responsable de Cierre. Ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS, donde ha trabajado en las secciones de Nacional y Mesa de Cierre y en las delegaciones de Andalucía y País Vasco.

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