Lo ilegal también existe
El cambio en la base estadística era necesario, pero tiene repercusión en el ciclo productivo español
La semana pasada, el Instituto Nacional de Estadística (INE), siguiendo las normas de la Unión Europea, publicó su estimación provisional del PIB (2010-2013) con el nuevo cambio de base (SEC-2010). Estos cambios de base son necesarios para acercar las estimaciones estadísticas a la realidad económica a la vez que se hacen más comparables los datos de los diferentes estados miembros de la Unión. Para ello, continuamente tienen lugar grupos de trabajo de técnicos estadísticos que a nivel europeo estudian los cambios metodológicos que se consideran necesarios que se trasladan para su aprobación al plenario de Eurostat, para así armonizar las informaciones de los diferentes países de la UE. La elaboración de la metodología SEC también se armoniza en el seno de las Naciones Unidas con la intervención de instituciones internacionales.
Las modificaciones de base de la contabilidad nacional, aunque necesarias, siempre son muy discutidas por los analistas y políticos, ya que producen cambios relativamente importantes en los datos utilizados para sus análisis. Los cambios de la nueva base 2010 modifican al alza el nivel nominal de la renta nacional española, del PIB y sus agregados y del nivel de empleo medido en los términos equivalentes que se estima en la Contabilidad Nacional. La UE tiene un interés adicional en que los cálculos estén armonizados y bien elaborados, ya que los Estados miembros deben contribuir al presupuesto comunitario de acuerdo con el peso de su renta nacional bruta en el total europeo, por lo que el aumento del PIB y la renta nacional nominal española tiene un primer efecto, y es que la contribución española a la UE aumentará o no en función de la magnitud de los cambios estimados en el resto de los países.
Los efectos de este cambio de base son especialmente importantes en todas las ratios que se elaboran en relación con el PIB utilizándolo como denominador de los mismos y, por tanto, reduciendo la ratio correspondiente: por ejemplo, de déficit de las administraciones públicas sobre el PIB, utilizado para el cumplimiento de la regla del déficit excesivo en la UE. En el actual cambio de base, en el año de referencia 2010, el PIB nominal (euros corrientes) ha pasado de 1.045.620 millones de euros en la base anterior a 1.080.930 millones de euros en la base actual, es decir, se ha incrementado en 35.293 millones de euros (el equivalente a un aumento del 3,26%)
Las modificaciones introducidas en el cambio de base tradicionalmente han sido de dos tipos: los cambios metodológicos aprobados previamente en Eurostat y los cambios estadísticos que se derivan de la actualización y novedades en la información estadística disponible en cada país. Además de perseguir la máxima armonización y comparabilidad de los datos estadísticos en la UE, esta vez también ha habido un interés específico en valorar adecuadamente la renta nacional del conjunto de la Unión, y para ello se ha establecido la obligación legal de incluir una estimación de los flujos derivados de las actividades ilegales de cada país. Con ello, en España —y en el resto de países que no lo habían introducido previamente— ha habido un tercer motivo para modificar al alza las magnitudes macroeconómicas.
Los cambios metodológicos se han referido concretamente a la forma de reconocer como inversión (FBCF) los gastos en investigación y desarrollo y los gastos en armamento. En conjunto con otros cambios menores, han supuesto el 1,55% del aumento del PIB. Entre los cambios estadísticos sobresale la incorporación de la información procedente del Censo de Población y Viviendas de 2011, que provoca efectos directos y también indirectos al ser el nuevo marco de población utilizado en las encuestas dirigidas a hogares, que constituyen una fuente básica para las estimaciones de agregados fundamentales del sistema de cuentas nacionales. Este es el caso de la Encuesta de Población Activa (EPA) que fue actualizada en abril de 2014, y que es utilizada en el cálculo del empleo, y también la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) en referencia al gasto en consumo final de los hogares. La repercusión de los cambios estadísticos en la nueva valoración del PIB ha sido del 0,84%. Con el cambio de base, el empleo total estimado en puestos equivalentes ha pasado de 17,6 millones de empleo a 18,1 millones en la nueva base, con un aumento de 500.000 empleos equivalentes.
En cuanto a la inclusión de actividades ilegales en la valoración del PIB, teniendo en cuenta la dificultad de obtener información sobre las mismas y que esta calificación de ilegal no es igual en todos los países, Eurostat ha elaborado, a través de sus grupos de trabajo, orientaciones y guías para su estimación. En el caso de España, se han incluido estimaciones de la prostitución, producción y tráfico de drogas, contrabando de tabaco y juego ilegal. El INE ha realizado sus estimaciones basándose en todas las diferentes fuentes de información disponibles, ya sean datos del Ministerio del Interior (trata de seres humanos) como la encuesta de salud sexual del Ministerio de Sanidad y la encuesta de hábitos sexuales del INE. También la encuesta domiciliaria sobre alcohol y drogas en España (EDADES) y la de uso de drogas en enseñanzas secundarias (ESTUDES) llevadas a cabo por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, así como todos los informes internacionales disponibles sobre drogas y estupefacientes de Naciones Unidas y cualquier otro estudio de la Comisión Europea y otros organismos. En conjunto, la repercusión en el aumento del PIB nominal en la base de 2010 por la inclusión de estas actividades ilegales ha sido de un 0,87%.
De momento, el cambio de base afecta también al análisis de la evolución del ciclo productivo, ya que la actualización del PIB en los años siguientes disponibles no ha sido de la misma intensidad que en el año base (+3,26%), sino algo menor: +2,75% en 2011, +2,51% en 2012 y +2,56% en 2013, probablemente justificado por la evolución de las diferentes variables. Esto ha provocado una distorsión en la evolución del PIB anual de los años 2011 y 2012 con tasas de evolución peores (-0,5% y -1,9%) que las estimadas en la base anterior (+0,1% y -1,6%), aunque deja sin modificar el descenso del PIB en 2013 (-0,6%). En conclusión, el cambio de base era obligatorio y necesario, pero indudablemente tiene repercusión en el análisis del ciclo productivo, en el comportamiento y previsiones del déficit y deuda pública en términos de PIB y de cualquier otra ratio que tome como referencia el nuevo PIB en base 2010.
Carmen Alcaide es analista y expresidenta del INE.
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