Los bancos que más capital perderían con una crisis son los británicos e irlandeses
El sector financiero español está entre los que menos desgaste sufriría ante una recesión, junto con el noruego y polaco
Las entidades financieras de la Unión Europea perderían una media de 4,2 puntos de su capital a finales de 2020 si se cumpliera el escenario adverso diseñado por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) para realizar sus pruebas de estrés. Existen países, sin embargo, en los que el desgaste de capital de sus entidades sería notablemente superior al del resto. En concreto, Reino Unido, Irlanda y Alemania. Los cuatro bancos británicos que se han sometido a estos test, RBS, Lloyd’s, HSBC y Barclays, verían reducido en promedio su capital en 6,1 puntos. Los dos bancos irlandeses sometidos a las pruebas verían reducido su capital un promedio de 5,3 puntos en 2020. Y en las ocho entidades alemanas, el descenso sería de 5,27 puntos.
Son en los tres casos pérdidas de capital teóricas llamativamente más elevadas que las de España, por ejemplo, que sufriría un descenso medio del 2,17. Los bancos españoles, así, no son los que más capital tienen en el punto de partida ni los que más tendrían al producirse una crisis, pero sí son los que menos desgaste sufrirían en una recesión, junto con los noruegos y los polacos.
Los 48 bancos sometidos a las pruebas —los test más duros realizados por la EBA y agravados por el nuevo criterio de contabilidad— han superado el examen. “Los resultados de los test de estrés muestran que los esfuerzos de las entidades por aumentar su capital base en los últimos años han ayudado a reforzar su resistencia y su capacidad de resistir los graves impactos diseñados en el ejercicio de 2018”, dijo el director de Análisis Económico y Estadísticas de la EBA, Mario Quagliariello. En el caso de una profunda crisis, al menos 25 bancos que acaban con menos de un 10,5% de capital de máxima calidad —entre ellos los cuatro españoles—, se comprometerían a restringir el reparto de dividendos o de bonus a sus directivos para no erosionar más su capital, salvo que lograran un nuevo colchón de capital en el mercado.
La EBA evita señalar causas concretas que ayuden a explicar la diversidad en los resultados de los distintos bancos. Es en las tripas del informe donde pueden detectarse algunas de ellas. Y en lo que se refiere a las entidades alemanas o inglesas, es evidente que el riesgo de exposición que han contraído en mercados ajenos al europeo ha influido. Otros datos son relevantes. Incluso en el escenario adverso dibujado por la EBA, los bancos mejor gestionados y más eficientes son capaces de compensar con sus beneficios gran parte de las pérdidas derivadas de los créditos fallidos. Ocurre en el caso del BBVA, CaixaBank y Santander. No tanto en el Sabadell, que al final del periodo registraría pérdidas acumuladas.
Sin embargo, en el caso de los bancos británicos esta compensación no se produce en el escenario adverso. Solo en el caso del Lloyd’s los beneficios consiguen equilibrar en parte los hipotéticos malos resultados, y aun así se sitúan tres puntos porcentuales por debajo. Barclays refleja un balance plano, casi inexistente, de beneficios. Peor es la situación de los bancos alemanes, en los que las estimaciones recabadas por la EBA muestran una desaparición casi completa de los beneficios.
Incertidumbre
Finalmente, el escenario adverso dibujado en toda Europa (pérdida en tres años de un 2,7% del PIB o aumento de las cifras de desempleo de hasta cuatro puntos) se redibuja luego de un modo más concreto para cada país. En el caso de España, por ejemplo, dada su actual trayectoria económica, el descenso hipotético calculado por la EBA es apenas del 0,8% del PIB. Alemania o Reino Unido, sin embargo, se enfrentan a un escenario de caída del 3,3%. Nadie en la EBA se atreve a vincular el Brexit con estos resultados, pero dada la situación actual de incertidumbre en Reino Unido y sus pobres cifras recientes de crecimiento, la conclusión salta a la vista.
A pesar de todas las alarmas desatadas en los días previos, dado el grado de enfrentamiento entre el Gobierno de Italia y la UE a cuenta de su proyecto de presupuestos, que ha puesto al país en el punto de mira y disparado su prima de riesgo, los bancos italianos no son de los peores parados. Eso teniendo en cuenta el alto nivel de deuda pública de su propio Gobierno que tienen en sus cuentas. La pérdida de capital tras el periodo adverso de tres años sería de un 3,67 puntos, si bien es cierto que las entidades con más problemas, como el Monte dei Paschi, no fueron incluidas en las pruebas de estrés.
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