Las grandes eléctricas alcanzan un acuerdo para prorrogar la vida de la central de Almaraz

Iberdrola, Endesa y Naturgy han alcanzado en la madrugada de este viernes un acuerdo para la renovación de la licencia para explotar la central nuclear de Almaraz, operativa desde 1981. La licencia vencía en junio de 2020 y las empresas propietarias disponían hasta el 31 de marzo para solicitar la prórroga. Han tardado meses en lograr un acuerdo sobre los compromisos que están dispuestas a firmar a cambio de la ampliación de la vida útil hasta 2027 de un reactor y 2028 el otro. Firmaron el pacto tras aceptar realizar entre todas unas inversiones de 400 millones de euros, con la posibilidad de elevarlas hasta el 50% si es necesario.

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Las tres grandes eléctricas comparten la propiedad de la central extremeña: Iberdrola controla el 53%; seguida de Endesa con el 36%; y Naturgy, con un 11%. Al tratarse de una sociedad de interés económico (AIE), las decisiones aprobadas deben tomarse de manera unánime. Sin embargo, no se ponían de acuerdo sobre los términos en los que solicitar la prórroga de la vida útil y las inversiones que están dispuestas a realizar en la central.

Llevaron a cabo cinco reuniones infructuosas y el enfrentamiento era creciente entre ellas, y se habían posicionado en dos bandos, con Iberdrola y Naturgy a un lado y Endesa al otro. Las dos primeras solo aceptaban llevar a cabo en la central inversiones recurrentes de 400 millones de euros entre todas, y que en ningún caso se superaran en más del 15%; Endesa exigía más ambición: pedía que se aceptaran todas las inversiones necesarias por las peticiones del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para garantizar el funcionamiento, incluso más allá de 2028.

El acuerdo se cerró a las tres de la mañana de este viernes. El papel del mediador que puso el Gobierno para que se llegara a un acuerdo antes de la fecha límite, el 31 de marzo, ha sido fundamental, según reconocieron fuentes de la negociación. Al final, el acuerdo permite alargar la vida de los dos reactores nucleares de Almaraz hasta 2027 y 2028, respectivamente, tal y como se recogió en el protocolo firmado ante la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) la pasada semana. Las inversiones finalmente se fijan en 400 millones de euros, pero con la posibilidad de elevarlas un 50%, según las necesidades. Además, garantiza el empleo en la central durante 20 o 25 años por la ampliación de la vida útil más los trabajos de desmantelamiento.

Endesa defendía alargar la vida útil de las nucleares hasta los 50 años, frente a los 40 años que planteaban Iberdrola y Naturgy; pero al final todos consideraron como un “buen acuerdo” el protocolo alcanzado. El pacto que han firmado las empresas se extiende a las centrales tarraconenses de Ascó y Vandellós, donde dos de las empresas eléctricas también comparten intereses.

¿Y qué pasa si las inversiones en Almaraz superan incluso los 600 millones de euros pactados (es decir, los 400 millones más el 50%) por peticiones del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN)? Las empresas tendrán que reunirse para decidir si continúan explotando la central. En ese caso, primero pedirían una reunión con el ministerio encargado de los temas energéticos para posteriormente tomar la decisión.

Abandonar la sociedad

Esta posibilidad de inversiones extra, si se produce, abriría la puerta a que si un socio quiere abandonar pueda vender su participación. De este modo, el acuerdo, además, despeja la posibilidad de que Iberdrola y Naturgy cedan su participación en la central a Endesa para que esta las opere en solitario, tal como habían sugerido sus representantes.

Con el pacto de este viernes se cierra el proceso que parecía culminado cuando las tres empresas firmaron la semana pasada un protocolo para alargar la vida útil de los dos reactores de la central nuclear 7,4 y 8,2 años, respectivamente, pero que ha exigido una negociación intensa para cerrar los flecos. El Gobierno ha expresado su intención de que todas las nucleares vayan cerrando muy progresivamente, entre 2027 y 2035.

Las discrepancias entre las empresas que se habían producido en Almaraz se repetían en las centrales de Vandellós II, en Tarragona —donde son socios Endesa (72%) e Iberdrola (28%)— y en Ascó II, igualmente en Tarragona —también la controlan Endesa (85%) e Iberdrola (15%)—. Aunque en el caso de estas plantas, la necesidad de llegar a un pacto no era tan urgente como lo era en Almaraz, ya que el plazo no vencía la semana que viene; además, Ascó II está previsto que cierre, según el calendario pactado con Enresa, en el 2033 y Vandellos II sería la penúltima en ser clausurada, allá por 2035.

Sin embargo, el viernes por la tarde la Asamblea de la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós acordó también solicitar cuando corresponda la ampliación de la vida útil de las licencias. Según informó Europa Press, en el caso de Vandellós II la cifra de inversiones máximas pactadas durante el periodo asciende a unos 480 millones de euros, mientras que para Ascó II es de unos 360 millones de euros.