Cura de adelgazamiento en el Santander: 20.000 empleados menos en España en seis años
El banco cierra el segundo ERE tras absorber el Popular, que supondrá la salida de 3.223 trabajadores
Trabajar en la banca ya no es garantía de tener un empleo para toda la vida. El Santander cerró este viernes el último ERE: saldrán 3.223 personas y cerrarán 1.128 oficinas. Con estos datos, este grupo acabará 2019 con 26.490 empleados en España, 1.000 menos que en 2013, antes de fusionarse con Banesto y el Popular. Es decir, ha hecho desaparecer las plantillas de esos dos bancos, unos 20.000 trabajadores. Los sindicatos admiten “una destrucción brutal de empleo”. “Pero al menos las condiciones son buenas. La digitalización está detrás”, apuntan en Comisiones Obreras.
El sector financiero ha rebajado un 32% su plantilla desde 2008 hasta 2018, según los datos del Banco de España. El Santander tiene el récord de salidas, si bien también es el grupo que más bancos ha absorbido en las dos últimas décadas: el Central, el Hispano, Banesto, el Popular y Banif. En total, han despedido a más de 20.000 personas, una cifra que puede llegar a los 22.000, aunque es difícil de precisarlo porque algunos trabajadores han pasado a otras filiales del grupo.
Curiosamente, el grupo consolidado del Santander, presente en 10 países, ha incrementado su plantilla en 20.000 personas, al pasar de 183.000 personas en 2013 a 203.00 en 2018. Este dato refleja la fuerte contratación en el extranjero, en donde el Santander, presidido por Ana Botín, se está expandiendo, como en Brasil, un país con baja bancarización.
El doble de voluntarios para irse
Pero el empleo bancario en España está claramente a la baja. De hecho, es uno de los sectores con más recortes de empleo de la economía. El último, este viernes, en el Santander España, donde ya se produjo el cierre de otras 211 oficinas en el marco del ERE tras la integración del Popular. Finalmente, implicará la clausura de 1.128 sucursales, 22 menos de las anunciadas. Esta es la séptima y última oleada de cierres, por lo que se da por finalizado el proceso de reestructuración de la red de oficinas y de la plantilla, con 3.223 salidas.
Sin embargo, casi se apuntaron el doble de trabajadores voluntariamente a este ERE, según Marisa Franco, representante de UGT en el Santander. “Ha podido haber unos 6.000 voluntarios, aunque el dato exacto no lo sabremos hasta el 27 de noviembre”. La razón, según este sindicato y CC OO, el primero por representación sindical, es que las condiciones del ERE son buenas. También añaden que muchos empleados temen que sean peores en el futuro y que algunos se han desencantado con la banca y dudan de su capacidad de adaptación al proyecto digital y a las difíciles condiciones de trabajo que llegarán en el futuro.
Los mayores de 55 años se han ido del Santander con entre el 75% y el 80% de su salario, pero libre de impuestos, “por lo que la cantidad líquida que perciben es similar a la nómina”, apunta José Luis Romero, representante de CC OO. Los que tienen menos de 55, han recibido una indemnización de entre 40 y 24 meses, según la antigüedad, y una prima variable, unas condiciones mejores que las legales. “La media es de unos 125.000 euros”, indica Franco.
Sin embargo, ambos sindicatos admiten que algunos empleados de 37 y 38 años han abandonado el banco. “No serán muchos, pero es significativo que gente con menos de 40 años deje este trabajo y pierda un buen empleo”, dicen en CC OO. Consideran que ha podido influir que el banco ha contratado a una filial de Adecco para ayudar a recolocar a los afectados.
Recolocación posterior
Según el banco, “el objetivo es que todos los que quieran seguir trabajando lo hagan. En el ERE anterior, el de 2018, que afectó a 1.100 personas, el 73% encontraron algún tipo de empleo y estimamos que se llegará al 100% en segundo semestre del año”. No obstante, en UGT recuerdan que el 70% de los que se van se apuntan a esta agencia “y la mayoría encuentra trabajos temporales, como autónomos, o se autoemplean... casi siempre con sueldos más bajos”. El Santander afirma que no ha forzado a salir a más de 50 personas. El resto han sido voluntarias.
El Santander iniciará 2020 con unas 1.000 oficinas menos que en 2012, pese a haber absorbido 3.200 de Banesto y Popular, lo que supone que ha cerrado 4.200 en siete años. José Luis Romero, de CC OO, recuerda que este ERE “conlleva que el Santander abandone 250 pueblos. Es verdad que en algunos se quedan agentes bancarios, pero siempre es un trabajo más precario. Sin duda, esto ayuda a la España vacía”.
¿Cómo evitar esta situación? Desde UGT y CC OO apuntan la necesidad de incrementar la formación y el reciclaje de los empleados en la digitalización. “Debemos defender la adaptación de 5.000 cajeros de ventanilla que tienen un empleo que puede ser sustituido por una máquina. Y hay que evitar acabar siendo riders que vayamos con un portátil vendiendo productos. Espero que esto no ocurra, al menos mientras haya sindicatos fuertes en la banca”, dice Romero.
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