La patronal del textil pide ayudas al Gobierno ante la paralización de ventas por el coronavirus

La patronal del comercio textil pide ayudas específicas al Gobierno para compensar la práctica paralización de las ventas registrada a causa de la crisis del coronavirus. Ante la imposibilidad de abrir las puertas de las tiendas de ropa como consecuencia de la declaración del estado de alarma, la única herramienta que tienen los empresarios del sector es vender en el mercado online, que habitualmente solo representa de media el 8% de los ingresos. Y las cifras digitales hablan por sí solas: las compras de ropa por internet han caído un 82%. Ante esta situación, las compañías alertan del peligro de supervivencia del sector si no reciben ayudas urgentes específicas. De momento, la incertidumbre ya se está notando en expedientes de regulación temporal de empleo.

Eduardo Zamácola , presidente de Acotex —la Patronal de Comercio Textil y Complementos—, considera que las medidas aprobadas por el Gobierno para amortiguar el impacto económico de la pandemia “no tienen sentido” y reclama un plan ambicioso para el sector que empiece por la condonación de impuestos: “Lo necesitamos para poder sobrevivir. Si no tenemos ingresos no podemos pagar”. Ante esta situación, las líneas de avales anunciadas por el Ejecutivo resultan insuficientes para la patronal textil.

El sector ya asume la parálisis actual y mira al día después con escepticismo, ante la pérdida de poder adquisitivo que experimentarán muchas familias como consecuencia de la crisis. “Lo importante es la posguerra, no la guerra. Cuanto esto se acabe tenemos claro que no va a haber gente en las tiendas, así que hay que tomar medidas”, reivindica Zamácola. El presidente de Acotex mantiene un discurso muy crítico con el Gobierno, al que acusa de ayudar a autónomos, pymes y personas vulnerables pero no a las grandes empresas.

200.000 empleos en riesgo

Los efectos del coronavirus han golpeado a un sector que emplea a 200.000 personas en España y es especialmente sensible a los ciclos. En un momento de expansión económica y del consumo, el textil español había conseguido volver a crecer tras varios años de caída, impulsado por el incremento de la demanda interna y de las exportaciones. Según un informe de la consultora Kantar, el sector de la moda aumentó un 5,9% su facturación el pasado febrero respecto al mismo mes del año anterior, aunque las cifras de Acotex hablan de un descenso del 2%. Ahora, el coronavirus ha cambiado las tornas, hasta llevar a muchas empresas al límite. “Es una situación dramática, los ingresos son prácticamente nulos”, se lamenta Zamácola.

El presidente de la patronal considera “muy difícil" pretender que los clientes adquieran nuevas prendas "si no saben siquiera cuándo van a poder estrenarlas”, debido al confinamiento y a la incertidumbre sobre cuándo se levantará. Por este motivo, la patronal también reclama una inyección de liquidez en el mercado, sin que esto suponga un incremento de deuda para las empresas.

La obligación de cerrar los establecimientos comerciales ante la pandemia de la Covid-19 está provocando que muchas compañías del comercio textil presenten expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y otras, directamente, se planteen la imposibilidad de continuar con su negocio. Inditex ha anunciado que llevará a cabo un ERTE si el estado de alarma se extiende más allá del 15 de abril y El Corte Inglés ya ha presentado el suyo, que afecta a casi 26.000 empleados. También han hecho lo propio H&M, Mango, Tendam (Cortefiel) o Adolfo Domínguez, por el cierre de tiendas. Mientras aguardan a que amaine el temporal, algunas empresas del sector empiezan a poner su capacidad productiva y sus redes logísticas al servicio de la lucha contra la pandemia.