La industria auxiliar de la automoción prevé hasta un año para normalizar su actividad

La industria de la automoción ha perdido la esperanza de lograr una rápida salida de la actual crisis del coronavirus. Tras registrar una reducción del 85% de la producción en apenas tres semanas y al no prever que el estado de alarma se pueda levantar en breve, ya asume que la recuperación de su actividad será paulatina y que no se alcanzará la situación previa a la pandemia hasta dentro de medio año, aunque ese es el escenario más optimista. No descartan que la normalidad tarde en llegar hasta doce meses. La patronal Sernauto fía la velocidad a la evolución de los principales países a los que sirven las fábricas españolas y asegura que está preparando un plan de choque para adaptarse a los nuevos escenarios.

La mayor parte de los centros de producción en España están actualmente cerrados y con expedientes de regulación temporal de empleo activados. Sufren la caída de la cadena de suministros y en muchos casos la incapacidad de poder asegurar la seguridad sanitaria de sus plantillas. Pero también han visto cómo la demanda ha caído en picado: las 17 fábricas de las marcas que producen vehículos en España están cerradas, las matriculaciones se han hundido por la desaparición de la demanda y el cierre obligado de los concesionarios y la actividad de los talleres de reparación se ha reducido al mínimo necesario y apenas está operativo un 5% de la red.

Sernauto estima que los proveedores de la automoción han cerrado el trimestre con una caída de la facturación del 20% respecto a los presupuestos con los que iniciaron el año. La preocupación ahora, sin embargo, es el efecto que puede tener el parón entre abril y junio. “Nos preocupa especialmente las caídas de facturación en el segundo trimestre, que suponemos que serán muy superiores”, señala María Helena Antolín, presidenta de la patronal, que por los indicadores que maneja considera que la recuperación se podría prolongar entre seis y doce meses. Y que será una mejora progresiva.

Las plantas que están activas apenas lo hacen para cumplir con ciertos contratos internacionales y con la demanda de China que, tras ser el origen del coronavirus y padecer sus efectos sanitarios y económicos en primera instancia, recupera la actividad. La recuperación de ese mercado y de otros que vayan superando la crisis provocada por la Covid-19 serán determinantes para el sector español, que depende sobre todo de las exportaciones. Es una situación similar a la que está ocurriendo en la Unión Europea, donde el 10% de las plantas que están activas lo están para cubrir mercados foráneos.

Ford ha anunciado este viernes que prevé prolongar la parada de su producción todo este mes de abril y que la mayoría de sus plantas no retomarán la actividad al menos hasta el 4 de mayo. En el caso de su planta de Almussafes (Valencia), donde trabajan unas 7.000 personas, esa situación se mantendrá hasta el 27 de abril como mínimo. El fabricante estadounidense avisa que retomará la actividad teniendo en cuenta la evolución de la pandemia y las redes de sus cocnesionarios y de suministros.

El sector de la automoción lleva días trabajando en un plan de choque que pretende presentar al Ministerio de Industria para intentar acelerar la salida a la crisis con la petición de medidas urgentes. Una de las principales medidas será relanzar el mercado español, que en marzo sufrió los efectos de la crisis con una caída del 70% de las ventas.

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