China reduce su crecimiento en el tercer trimestre por los problemas del sector inmobiliario y la débil producción manufacturera
El PIB del gigante asiático se expandió un 4,9% entre julio y septiembre, frente al 7,1% de los tres meses anteriores. La mejoría pospandemia empieza a dar signos de estancamiento
La recuperación económica de China tras la pandemia se frena, lastrada por los problemas en el sector inmobiliario, los cortes y racionamientos eléctricos y varios brotes de covid-19 en diversas provincias. El PIB de la segunda potencia mundial creció un 4,9% interanual entre julio y septiembre de este año, muy por debajo del 7,9% del trimestre anterior y del consenso de los analistas, que anticipaban un alza en torno al 5,2%. Es el crecimiento más bajo desde el tercer trimestre de 2020.
Con respecto al trimestre anterior, la expansión de la actividad fue de solo el 0,2%, frente al 1,3% logrado entre abril y julio, según los datos hechos públicos este lunes por la Oficina Nacional de Estadísticas, una cifra que está por debajo de lo que apuntaban las previsiones.
China, donde se detectaron los primeros casos del virus, fue la primera gran economía en comenzar la recuperación económica tras los estragos de la crisis sanitaria, pero la mejoría comienza a dar señales de estancamiento, lastrada por la preocupación en el sector de la vivienda, un consumo que no termina de despegar, los altos precios de las materias primas y la debilidad en la producción manufacturera. También pasa factura el incierto futuro de la promotora Evergrande, la segunda del país y la más endeudada del mundo, con unas cargas de más de 300.000 millones de dólares, entre dudas acerca de cómo vaya a afectar su situación al conjunto del sector inmobiliario y al financiero.
La producción industrial creció un 3,1% en septiembre con respecto al mismo mes del año anterior, por debajo de las expectativas y del 5,3% alcanzado en agosto. Algo mejores fueron las ventas al por menor, que crecieron un 4,4% en septiembre. Ese aumento contrasta con la subida del 2,5% registrada en agosto, cuando el consumo aún se vio penalizado por las medidas de control sanitario para sofocar los brotes de covid-19 en algunas provincias chinas.
“La economía nacional en general mantuvo el impulso hacia la recuperación en los primeros tres trimestres”, ha apuntado en una rueda de prensa en Pekín el portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas, Fu Linghui, quien ha añadido: “No obstante, debemos mencionar que aumentan las incertidumbres actuales en el panorama internacional y la recuperación interna sigue siendo inestable y desigual”.
El primer ministro chino, Li Keqiang, había querido lanzar el jueves pasado un mensaje de confianza en la economía nacional, al asegurar en un discurso que el Gobierno cumplirá sus metas de desarrollo para este año. Pekín se ha fijado como objetivo para 2021 un crecimiento “por encima del” 6%. Según Li, el país cuenta con una gama de herramientas “adecuada” para hacer frente a los desafíos, pese al crecimiento más lento.
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