Los transportistas mantienen el paro previsto para antes de Navidad por el estancamiento de las negociaciones con el Gobierno

El paro se mantiene. Esta es la conclusión a la que ha llegado este jueves la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) que, con ocasión de una Asamblea General Extraordinaria para la aprobación de cuentas, ha analizado la convocatoria de huelga prevista para los días 20, 21 y 22 de diciembre. La asociación señala en un comunicado que, a pesar de los pequeños avances en la negociación con el Gobierno, la situación que llevó al Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) a convocar la manifestación, en la práctica, sigue siendo la misma.

La patronal está actualmente en fase de diálogo con el Ministerio de Transporte para mejorar las condiciones laborales de los camioneros. En una marcha lenta de una treintena de vehículos, estos trabajadores se han manifestado este pasado miércoles por las calles de Madrid bajo el lema SOS: El Transporte dice basta ya para dar visibilidad a los problemas que sufre el sector del transporte de mercancías por carretera. Entre ellos, una brusca subida de los costes (sobre todo del carburante), que los conductores tienen dificultades en repercutir a los clientes.

Alejandro Ortega, gerente de la compañía Transportes AOG & LRM, que cuenta con cuatro vehículos y tres asalariados, contó a EL PAÍS que todos los meses debe tener en cuenta 1.300 euros más de gastos por la subida del precio del gasoil, que se suman a los sueldos de los trabajadores y a los costes de la Seguridad Social. Frente a este sobrecoste, este transportista ha llegado a plantearse la posibilidad de parar alguno de sus camiones, puesto que lleva meses trabajando a pérdidas.

Entre otras reivindicaciones, destacan también la prohibición de realizar carga y descarga de los vehículos y la construcción de áreas de descanso seguras. Según los propios transportistas, el sector está compuesto mayoritariamente por empresas pequeñas y autónomos que tienen un escaso poder de negociación, por lo que al final se ven forzados a ceder ante las condiciones de los clientes. Del mismo modo, según indica el comunicado de CETM, la posible imposición de peajes —otra de las exigencias reclamadas por los repartidores— “pone en peligro la viabilidad de las empresas de transporte y, en consecuencia, la recuperación de la economía española”.

Las asociaciones del sector no tiran la toalla y tampoco dan la batalla por perdida. Aseguran que mantienen el talante negociador, aunque por el momento no hay prevista una próxima reunión y se está a la espera de recibir una propuesta por escrito del Ejecutivo que concrete y detalle las medidas para proteger los derechos de estos trabajadores y lograr así algún avance para alcanzar un acuerdo.

Ante la falta de iniciativa por parte del Ministerio, los camioneros han acordado mantener el cese de actividad previsto antes de Navidad, que podría dificultar los suministros en días claves para las festividades. Desde la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) confían en que antes del lunes las dos partes volverán a sentarse a negociar, aunque, de momento, “la única novedad es que no hay novedades”.

Este resultado está muy lejos de las últimas declaraciones de la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, que ha anotado que el Gobierno ya ha dado solución a todas las reivindicaciones que la patronal de los transportistas ha pedido a través de un paquete de diez medidas. Sin embargo, todavía no ha concretado detalles al respecto.

El auxilio en carretera no estará garantizado durante los días de huelga

Las empresas de auxilio en carretera han advertido de que se sumarán al paro nacional previsto entre el 20 y el 22 diciembre, de ahí que las asistencias de averías y las reparaciones de vehículos puedan sufrir retrasos o no ser realizadas durante estos días.

Actualmente, los operadores de auxilio continúan atravesando unos momentos muy difíciles ante la crisis económica provocada por los incrementos de costes de producción y los abusos en la imposición de condiciones de servicio por algunos de sus proveedores. Según ha informado la red de Empresas de Auxilio en Carretera en una nota de prensa, estas dificultades está poniendo en serio riesgo la viabilidad y desarrollo de sus labores, “afectando seriamente a la movilidad y el mantenimiento de la seguridad vial en todas las vías públicas”.