Volar en España será seguro también cuando arranque el 5G
Los organismos de seguridad aérea y los operadores trabajan desde hace dos años para garantizar que las señales de la nueva telefonía móvil no interfieran con los vuelos como en EE UU
Las principales aerolíneas de Estados Unidos daban la pasada semana la voz de alarma enviando una carta conjunta a los principales organismos que regulan la aviación y hasta a la propia Casa Blanca: si las operadoras encendía la red 5G cerca de los aeropuertos, la seguridad de miles de vuelos estaba en peligro. La razón de esta alarma es que las frecuencias en las que funciona la nueva generación de telefonía móvil puede interferir con la que usan los aviones para medir su altitud, lo que puede derivar en accidentes catastróficos. Emirates, Air India, Lufthansa, British Airways o Japan Airlines, entre otras, anunciaron cancelaciones o cambios de vuelos con destino a EE UU por este motivo.
Y la pregunta que se hacen ahora es si los viajeros es si ese problema se puede producir en España. La respuesta es que las distintas administraciones responsables de la seguridad aérea en contacto con las autoridades europeas llevan trabajando desde hace más de dos años para evitarlo. En efecto, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales (SETID), en coordinación con la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) han estudiado el tema en diversas reuniones de sus grupos de trabajo y han realizado varios informes para garantizar que cuando el 5G se generalice en España se garantice completamente que no interferirá con los sistemas de seguridad de los aviones, informaron a EL PAÍS en fuentes oficiales.
Los cuatro grandes operadores -Telefónica, Vodafone, Orange y MásMóvil- están también participando en distintas reuniones para asegurar que la nueva tecnología, llamada a revolucionar las telecomunicaciones y a la industria conectada, sea segura para la aviación.
El mensaje que insisten en trasladar tantos los organismos oficiales como las compañías consultadas por este diario es que los futuros pasajeros aéreos en España pueden estar tranquilos porque la situación en el país y en la UE no tienen nada que ver con la de Estados Unidos. En primer lugar, porque el despliegue de antenas en los alrededores de los aeropuertos (en torno a los 3 kilómetros) aún es muy incipiente. Y, en segundo lugar y más importante, porque la banda de frecuencias altas asignadas para el 5G en España tiene un margen (buffer, en el argot técnico) mucho mayor con el espectro utilizado por los altímetros de radar de los aviones que el que hay en Estados Unidos.
Y es que el problema detectado allí es que las emisiones de las antenas celulares 5G en los alrededores de algunos aeropuertos—las torres y no los teléfonos móviles de los viajeros— pueden interferir con altímetros de radar de los aviones que usan señales de radio para medir la altitud, los sistemas de datos que ayudan a los aviones a aterrizar. Estos aparatos funcionan en la banda de frecuencia de 4,2 a 4,4 gigahercios (GHz) y las empresas de telefonía móvil planeaban desplegar su servicio 5G cerca de algunos aeropuertos en un espectro de ondas de radio con frecuencias entre 3,7 y 3,98 GHz.
Solo Vodafone, en la frontera
En España, la asignación de frecuencias para el 5G es muy distinta que en EE UU. Hasta el momento, se han asignado frecuencias en las bandas de 700 Mhz, 1,8 GHz, 2,1 GHz y 3,5 GHz. Esta última es la única que puede plantear problemas, aunque el reparto que se hizo entre las operadoras limita aún más ese riesgo. Así, la banda de 3,5GHz abarca en realidad desde los 3.400 a los 3.800 GHz. MásMóvil tiene asignados 80 MHz en la parte más baja del espectro (3.420 y 3.500 MHz); Telefónica dispone de otros 100 MHz (3.500 y 3.600 MHz); Orange, posee 110 MHz (3.600 a 3.710 MHz) y Vodafone, dispone de 90 MHz en la banda más alta (3.710 a 3.800 MHz). Esta última franja en la que opera la operadora británica es la que está más cercana a las que usan los altímetros de los aviones, y la que podría plantear algún problema, aunque las fuentes consultadas subrayan que hay un margen suficiente (de 400 MHz) para que las señales de las antenas de Vodafone no interfieran con las que usan los equipos de lectura de los aviones por las que el piloto saben la altura sobre el suelo.
La actividad de las autoridades españolas para evitar cualquier problema ha sido muy intensa desde hace dos años, según la información recabada por este diario. La Agencia Estatal de Seguridad Aérea emitió ya una primera circular informativa en diciembre de 2020 sobre el uso de frecuencias. Aunque la AESA era consciente de que la asignación de frecuencias en España y en Europa es distinta que la que se usa en Estados Unidos, y no hay constancias a constancia de problemas, decidió publicar ese documento para informar y para que se notificaran posibles incidencias.
Por otro lado, la europea EASA comenzó a liderar este tema en febrero de 2021 y se abordó en diversas reuniones de sus grupos de trabajo, y realizó una reunión de trabajo en febrero de 2021 bajo el titulo “5G-Potencial interferencia con el rango bajo de los altímetros” (“5G – Potential interference on Low Range Radio Altimeters (LRRA) (virtual) Workshop” en el original en inglés), en el que participó AESA.
La Agencia Europea también ha revisado el informe de la Comisión Radiotécnica para la Aeronáutica (RTCA), teniendo en cuenta tanto la especificidad del espectro de frecuencias 5G en Europa como la calificación de campo irradiado de alta intensidad (HIRF) de los aviones modernos. Además, está trabajando con los fabricantes europeos de aeronaves y equipos, con la Comisión Europea, Eurocontrol y con las autoridades de aviación, para recopilar datos y compartir información, con el fin de evaluar el riesgo y determinar la necesidad, si la hubiera, de mitigar los riesgos.
“Con base a la evaluación que ha hecho EASA de toda la información que actualmente está disponible, ha considerado que no existe una necesidad inmediata de acciones de mitigación de riesgos ni de que los Estados actúen”, señalaron a EL PAÍS fuentes oficiales. De hecho, el pasado 17 de diciembre EASA emitió un Boletín de información sobre la Seguridad (SIB) relativo a la afección del 5G a las operaciones aéreas por su posible incidencia en los altímetros de las aeronaves.
Paralelamente, las autoridades trabajan codo con codo con las compañías de telefonía móvil y la patronal DigitalEs para hacer pruebas y comprobar que el 5G no interfiere con otros servicios que usan el espectro radioeléctrico como la la aviación o la televisión digital. Además, los fabricantes de aviones y, en particular Airbus y Boeing, han realizado pruebas para testar esos servicios, y tienen capacidad para instalar filtros que atenúen las señales que llegan desde las torres de telefonía móvil.
Un despliegue aún muy incipiente
El 5G o quinta generación de telefonía móvil son una serie de estándares que permitirán un salto en la tecnología inalámbrica similar al que supuso la invención del PC de sobremesa para la informática. Gracias al 5G se podrán conectar entre sí millones de dispositivos y procesar miles de petabytes de datos en tiempo real para gobernar en remoto desde fábricas a hogares completamente domotizados y ciudades inteligentes (smart cities). Las conexiones 5G son ya 10 veces más veloces que las 4G actuales, pero en el futuro se alcanzarán velocidades 250 veces superiores. Además, el 5G puede soportar la conexión de hasta un millón de dispositivos por kilómetro cuadrado, lo que unido a la baja latencia, le convierte en la tecnología ideal para explotar a escala masiva el Internet de las cosas y la inteligencia artificial.
Pero pese a que ya se anuncia como reclamo comercial de las operadoras de telecomunicaciones, el despliegue del 5G es aún muy incipiente en España. Vodafone ha sido la más madrugadora y desde 2019 ofrece cobertura en las 25 mayores grandes ciudades en la banda de 3,5GHz, que acaba de ampliar con el encendido de la frecuencia de 700MHz en 109 municipios de 30 provincias de forma progresiva desde hoy y a lo largo de este año.
Por su parte, Telefónica ha seguido incrementando el despliegue iniciado en 2020 alcanzando a final de año 2021 una cobertura superior al 80% de la población, llegando a más de 38 millones de habitantes, en casi 1.400 municipios de toda España. MásMóvil, a través de su marca Yoigo, proporciona ya servicio 5G al 54% de la población española, cubriendo el 80% de las provincias del país, y ha ampliado la cobertura de sus servicios 5G hasta alcanzar un total de 700 municipios y ciudades de 40 provincias españolas. Y a cierre del mes de septiembre, el 51,2% de la población tenía acceso a la red móvil 5G de Orange España, que llega ya a 778 municipios de 38 provincias españolas.
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