El ‘índice del miedo’ vuelve a dispararse ante el ataque de Rusia a Ucrania
El VIX de Chicago sube un 18% con la explosión del conflicto en el este de Europa, aunque todavía le queda terreno para llegar a sus máximos históricos de 2008 y 2020
El avance de Rusia en Ucrania arrastra a los mercados financieros. Ante el desplome de las Bolsas europeas, que este jueves han caído en picado hasta un 5%, los inversores buscan cobijo en las divisas “blindadas” —el yen japonés y el franco suizo—, los bonos y el oro. En plena tormenta económica, el índice VIX, conocido también como “índice del miedo”, ha vuelto a los niveles de octubre de 2020, cuando los parqués estaban a merced de la segunda ola de la pandemia. Este indicador, un punto de referencia para los inversores a la hora de evaluar las turbulencias por las que atraviesan los mercados, se ha situado alrededor de los 37 puntos, el máximo del año y un 18% más que el miércoles. Un valor que refleja una situación de extrema volatilidad e incertidumbre.
Este instrumento fue desarrollado en 1993 por el Chicago Board Options Exchange, el mayor mercado de opciones de Estados Unidos, y depende de cuánto están dispuestos a pagar los inversores para comprar opciones sobre el índice estadounidense S&P 500. En este mercado, los traders tienen la posibilidad de operar a un precio fijo en una fecha determinada. Cuando un inversor advierte de que las Bolsas pueden caer, suele refugiarse en estos derivados financieros para aminorar sus pérdidas. Por debajo de los 10 puntos, el VIX plasma un escenario de relajación y optimismo. Si se queda entre 10 y 20, los inversores empiezan a agitarse. En cambio, la ruptura del nivel de los 30 puntos indica que los nervios están a flor de piel.
Los analistas coinciden en que después de que el mercado haya protagonizado una de las mayores subidas de la historia por la recuperación de la pandemia, la tensión geopolítica ha desencadenado mucha volatilidad. Diego Morín de IG asegura que la situación está bastante caliente desde inicios de año. “La invasión de Rusia ha provocado la hecatombe en las principales Bolsas, algo que ya vimos a principios de esta semana cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, declaró la independencia de las dos regiones separatistas del este del país”, apunta. La decisión que tomarán los países implicados, la UE y Estados Unidos será determinante en los movimientos de los parqués de los próximos días, puesto que la vía diplomática por ahora se ha roto. “El momento es crítico y podemos esperar más volatilidad, también con respecto al índice VIX. Si Occidente entra en conflicto directo con Rusia, la tensión puede aumentar más”, agrega.
Fue en octubre de 2008 cuando el indicador marcó su máximo histórico intradía, después de la quiebra de Lehman Brothers. En ese momento alcanzó los 89,53 puntos. El 16 de marzo de 2020, al comienzo de la pandemia, la curva del miedo volvió a dispararse y cerró en 82,69 puntos. A lo largo de los últimos dos años, la crisis del coronavirus provocó varias subidas coincidiendo con nuevas olas de contagios, aunque los repuntes quedaron muy lejos del pico registrado cuando estalló la covid.
La presión de la inflación
La hoja de ruta de los bancos centrales, que preparan el endurecimiento de su política monetaria, seguirá influyendo en la volatilidad de las acciones, aunque los observadores del mercado consideran que ahora mismo queda en segundo plano. “Toda la atención va a estar concentrada en el escenario geopolítico, y la guerra podría ser un balón de oxígeno para los bancos centrales. Si la situación sigue así, no subirán los tipos tan rápido como planeaban hacerlo. Aunque, la inflación seguirá disparada, como estamos viendo con los precios del gas y del crudo”, señala Morín. El primero se ha disparado este jueves un 40%, mientras que el barril de petróleo Brent —el de referencia en Europa— ha pulverizado la barrera de los 100 dólares, algo que no ocurría desde 2014.
Natalia Aguirre, directora de Análisis de Renta 4 coincide en el diagnóstico sobre política monetaria: “Si la situación geopolítica se agrava, es probable que la Reserva Federal y el BCE no quieran echar más leña. Eso sí, los precios de la energía seguirán desbocados y en ese caso estarían entre dos fuegos”. Si la tensión crece, se encarecerán también aquellos bienes que se importan de Rusia y Ucrania, como el maíz y el trigo, y el bolsillo de los consumidores no quedaría inmune.
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