Amancio Ortega, casero de las ‘big tech’
El fundador de Inditex busca añadir la futura sede de Facebook en Europa a su cartera inmobiliaria, en la que ya figuran otros inquilinos ilustres como Google o Apple
Pontegadea suma y sigue. La noticia, adelantada por medios especializados, de que la compañía inmobiliaria de Amancio Ortega está negociando la compra de la futura sede de Facebook en Dublín (Irlanda) casi alcanza la categoría de paradigma. Se trata de una operación voluminosa (550 millones, según las cifras publicadas) en un año de gran actividad inversora para el hombre más rico de España. Y el nuevo objeto de deseo, un complejo de oficinas del máximo nivel, no supone ninguna extravagancia para quien sabe bien desde hace años lo que es ser casero de grandes compañías tecnológicas.
Ni siquiera Facebook, de completarse la operación, sería un nuevo inquilino para Pontegadea. El vehículo con el que gestiona sus inversiones Ortega, fundador del grupo textil Inditex (Zara, Bershka, Massimo Dutti…) y que obtiene de este el grueso de su riqueza, ya alquila oficinas a la tecnológica que capitanea Mark Zuckerberg en Madrid y en Seattle (EE UU). Estas últimas, de hecho, las adquirió en 2019 tras pagar unos 376 millones de euros. En la capital de España ha acogido a la red social en su edificio del número 35 del paseo de la Castellana, un bloque compartido de siete plantas (más tres de garaje en el subsuelo) que hasta primavera era también la sede de la firma de abogados DLA Piper.
La operación de Dublín es de otra dimensión. Se trata de 100.000 metros cuadrados destinados a ser la mayor sede de Meta (la matriz de Facebook, propietaria también de Instagram y Whatsapp, entre otras) fuera de EE UU. Los seis edificios del complejo tienen capacidad para 6.000 empleados y el alquiler supondría unos 22 millones de euros al año, con un compromiso de permanencia durante el próximo cuarto de siglo, siempre según los datos que se han publicado y sobre los que Pontegadea no ha hecho comentarios.
Pero Facebook no es el único inquilino tecnológico de Ortega, que con un vasto imperio inmobiliario valorado en más de 15.000 millones, puede presumir de incluir en su extensa lista de alquileres a casi todas las big tech estadounidenses. Solo en España, sin ir más lejos, alquila oficinas a Google (en la icónica Torre Picasso de Madrid) y las tiendas de Apple de Barcelona y Valencia. Estas no son sus únicas relaciones con la firma de la manzana, porque en París, Miami y San Francisco también les alquila espacios comerciales.
Más simbólica es la presencia de Spotify, a la que alquila unas oficinas en Londres. Y especialmente significativa es la relación con el gigante del comercio electrónico Amazon, al que arrienda diferentes tipos de inmuebles, desde oficinas (Madrid) hasta plataformas de distribución. De hecho, dos de estas últimas las ha adquirido este mismo año en una megaoperación de 905 millones por la que se hizo con siete activos logísticos en EE UU.
Un perfil que encaja
Fuentes de Pontegadea señalan, sin precisar los datos, que lo que suponen como inquilinas las grandes tecnológicas “no es un porcentaje elevado” en el conjunto de su cartera inmobiliaria. El grupo reconoció en sus resultados anuales de 2021 haber ingresado por alquileres 647 millones. Pero que el peso de las big tech no sea especialmente relevante no implica que no sea deseado. De hecho, en la lógica de la inmobiliaria de Ortega, asociarse con compañías de este tipo supone una simbiosis casi perfecta. “Entran dentro de las características que nosotros buscamos: seriedad, estabilidad financiera y prolongación en el tiempo del inquilino”, admiten las citadas fuentes. También porque normalmente se trata de compañías que buscan lo que en argot inmobiliario se llama activos prime: es decir, edificios bien ubicados, con buenas calidades, certificaciones ecológicas y servicios de valor añadido. En suma, más caros al comprarlos, pero también al ponerlos en arrendamiento.
El grupo Pontegadea es, en realidad, un entramado de sociedades con las que Ortega gestiona su ingente fortuna (valorada actualmente en más de 52.000 millones de euros, según Forbes). Tiene dos patas: la de inversiones industriales (la más importante, la participación cercana al 60% que tiene en Inditex y que le reporta jugosos dividendos) y la inmobiliaria. Esta última suma, según los resultados de 2021, edificios valorados en 15.264 millones que se reparten en nueve países, siendo EE UU, el Reino Unido y España los principales mercados. Y tras una temporada de bajo perfil por la pandemia, el negocio ha vuelto a cobrar brío este año. Desde la pasada primavera, la compañía ha comprado un importante edificio de oficinas en Glasgow, la mayor ciudad escocesa; un rascacielos de viviendas de lujo en Nueva York, y los siete activos logísticos antes mencionados. Si finalmente compra la futura sede de Facebook en Dublín, la inversiones realizadas desde el pasado abril se acercarán a los 2.200 millones, además de lograr un jugoso contrato de alquiler con un inquilino que ya es un viejo conocido para la compañía.
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