Las huelgas de tripulantes de Ryanair concluyen sin ningún acuerdo y con 50 despidos

El largo conflicto que han protagonizado los tripulantes de cabina (TCP) de Ryanair, con varias tandas de paros durante todo el año pasado, finalizó el pasado 7 de enero de 2023 sin ningún acuerdo. Las movilizaciones, cuya última tanda arrancó el pasado 8 de agosto de 2022 convocada por los sindicatos USO y Sitcpla, apenas han tenido incidencia en la operativa de la aerolínea irlandesa, aunque se han saldado con casi 50 despidos, entre ellos varios líderes sindicales, según denuncian los convocantes.

Los sindicatos achacan que el efecto de los paros no haya sido el que se perseguía debido a varios factores como el establecimiento de unos servicios mínimos abusivos, la vulneración del derecho de huelga por parte de la aerolínea y su actuación represiva contra los trabajadores que la secundaban. También destacan el papel jugado por CC OO que, pese a no tener casi representación en la empresa, firmó un acuerdo con la dirección por el que se otorgaban una serie de mejoras laborales solo a los trabajadores que se afiliaran al sindicato, según señala el responsable de vuelo de USO Sector Aéreo, Ernesto Iglesias.

Por eso, el sindicato no va a plantear por el momento nuevos paros, aunque llevará sus reivindicaciones por la vía administrativa y judicial. En este sentido, ya se han impugnado los servicios mínimos que estableció el Ministerio de Transportes, y se han denunciado ante la Inspección de Trabajo las maniobras de la empresa ― los inspectores elaboraron en noviembre un informe donde se determinó que Ryanair vulneró el derecho a huelga de sus tripulantes de cabina y sustituyó a trabajadores en huelga por otros no vinculados a los centros de trabajo―. También se solicitará la readmisión de los trabajadores despedidos, como ha ocurrido en anteriores conflictos laborales.

El sindicato USO también ha denunciado ante la Inspección la actitud de la dirección bloqueando la negociación del convenio e impidiendo que se constituya un comité de empresa, y ha llevado a la Audiencia Nacional la eliminación de las pagas extras y el uso fraudulento del contrato por horas que ha derivado en retribuciones por debajo del salario mínimo.

Acuerdo con CC OO

El sindicato también ha interpuesto un recurso de casación ante el Tribunal Supremo contra la sentencia de la Audiencia Nacional que refrendaba la validez de los acuerdos extraestatutarios alcanzados entre CC OO y la dirección de la empresa: los magistrados consideraban que estos acuerdos no suponen ninguna lesión a la libertad sindical en cuanto a la actividad sindical y negociación colectiva.

El acuerdo incluye aumentos salariales hasta 2025; la garantía de un salario mínimo fijo, en lugar de variable como los que cobran los tripulantes con contratos por horas y con retribuciones por debajo del SMI (salario mínimo interprofesional) y 600 horas de vuelo garantizadas; se eliminan también los contratos intermediados por agencias de colocación y se sustituyen por contratos permanentes y directos con Ryanair, y se restaura la programación fija de cinco días de trabajo y tres días de descanso.

Para Iglesias esta sentencia representa un “precedente muy peligroso” porque promueve una situación “perversa” en la que la empresa negocia mejoras con sindicatos “sin representación” para “neutralizar de una vez por todas” a las organizaciones que les plantan cara a los tribunales y que convocan huelgas.