El año pasado se reformaron en España 1,75 millones de viviendas, un 1,4% menos que en 2021
La patronal de las distribuidoras de materiales de construcción prevé que las ayudas europeas para la eficiencia energética atenúen la caída durante este año
Durante 2022 se efectuaron menos obras en España que en 2021. El año pasado se reformaron 1,75 millones de viviendas, un 1,4% menos que en el ejercicio anterior. A ello ha contribuido el final de la fiebre por las reformas en el hogar que surgió durante la pandemia, pero también el encarecimiento del crédito y el marco económico general en el que la inflación está afectando al ahorro de los hogares. Para 2023 las previsiones no son positivas: la patronal de las distribuidoras de materiales de construcción (Andimac), prevé que durante este ejercicio las reformas caigan en torno a un 3%, pero espera que este dato se compense por la puesta en marcha de las ayudas europeas para llevar a cabo reformas que mejoren la eficiencia energética de los hogares.
El coste de los materiales también subió, concretamente un 9% con respecto al año pasado. Esto ha llevado a que, pese a que se hacen menos reformas, los que se aventuran a una obra tengan que invertir más. Según el estudio realizado por la consultora Arthursen, el gasto medio por hogar se ha incrementado hasta los 1.082 euros, una cifra ligeramente superior a la de 2021, cuando el gasto medio estimado rondaba los 1.034 euros.
De cara a 2023, el grueso de la caída del sector se concentraría en la reforma asociada a la compraventa de vivienda usada, que puede descender hasta un 15%. Compensa esta caída el crecimiento de las reformas en vivienda habitual o segunda residencia, que se calcula que avanzarán un 2,5%. Hay una carta más a la que el sector fía el crecimiento para 2023: los fondos europeos Next Generation EU para ayudar a mejorar la eficiencia energética de los domicilios.
La cuantía de estas ayudas dependerá del grado de ahorro energético conseguido con las reformas. Estos descuentos se articulan de dos maneras: mediante deducciones en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de las cantidades invertidas en la obra rehabilitación y a través de subvenciones en los costes de las obras. Los beneficiarios, en ambos casos, deberán aportar las facturas de estas intervenciones.
Para Sebastián Molinero, secretario general de Andimac, estas ayudas serán clave en un país con un parque inmobiliario tan envejecido como el español. Molinero ha incidido en la necesidad de agilizar los trámites burocráticos “que en algunos casos retrasas los plazos hasta en 48 meses”, para facilitar el acceso de los hogares a estas ayudas. Por otro lado, ha hablado de la necesidad de anticipar el dinero a las comunidades de vecinos u hogares dispuestos a realizar una obra para facilitar el acceso de las personas con rentas mas bajas y menor posibilidad de acceder a préstamos por medio de estas preconcesiones. “Con estas ayudas una rehabilitación media, que ronda los 25.000 euros, puede llegar a quedarse entre los 2.500 o 2.800 euros”, apuntó Molinero.
La patronal de los distribuidores de materiales de la construcción consideran que estos fondos suponen una oportunidad para fomentar un “cambio estructural” que propicie la renovación del parque vivienda, cuya antigüedad media es, según el portal Idealista.com, de 40 años. Pese a que según el informe el 70% de la riqueza de las familias corresponde a inmuebles en propiedad, si el número de reformas no aumenta, estas irán perdiendo valor. En este sentido, han apuntado a que “las ayudas ya llevan un año de retraso y otro más sería demasiado”, a la vez que reclaman una gestión más clara por parte de las comunidades.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.