Air Europa sale de pérdidas pero apenas reduce la deuda por el rescate

Tras dos años negros en los que ha peligrado incluso su supervivencia, Air Europa salió de pérdidas en 2022. La aerolínea de la familia Hidalgo registró un beneficio de 14,48 millones de euros el pasado año, que contrastan con las pérdidas de de más de 700 millones de euros de los dos ejercicios anteriores (304,3 millones en 2021 y 427,7 millones en 2020), aunque aún por debajo del beneficio de 27,7 millones que obtuvo en 2019. La recuperación del tráfico aéreo y, sobre todo, el fuerte aumento de las tarifas le permitieron obtener unos ingresos récord en 2002 de 2.342 millones de euros, más que duplicando (+160%) los obtenidos el ejercicio anterior y superando los de 2019 (2.100 millones de euros), según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil a las que ha tenido acceso EL PAÍS.

Ni esa mejora en los ingresos ni la inyección de 100 millones que recibió de IAG a cambio del 20% de su capital ha servido para que reduzca su abultada deuda. El pasivo de la compañía de Globalia apenas se redujo en 60 millones de euros el año pasado y el saldo a 31 de diciembre de 2022 era de 932 millones de euros. Con estas cifras, será difícil que la empresa cumpla con los plazos para la devolución del rescate del Estado hasta un total de 475 millones de euros que recibió de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y cuyo plazo vence en 2026, así como para hacer frente al crédito de 141 millones de euros, avalado por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), cuyo vencimiento ha sido aplazado de 2025 a 2028. La solución puede venir una vez más de IAG, el grupo de aerolíneas de Iberia que pretende su compra desde finales de 2019, y que está pendiente de la autorización de Bruselas para completar la adquisición.

Los administradores de Air Europa aluden a esos compromisos con los acreedores en la memoria de cuentas pero se muestran convencidos de la viabilidad financiera de la aerolínea. “A pesar de las incertidumbres existentes a nivel macroeconómico, junto con las previsiones de incrementos en costes de combustible y las previsiones de subidas de precios generalizados, el fuerte incremento de la demanda de viajes a finales de 2022, y las buenas previsiones de cara a 2023 en cuanto al incremento de demanda y precios, hacen que la generación de ingresos estimada en el Plan estratégico preparado por la Dirección para el periodo 2023-2025, permitan cubrir las necesidades de liquidez con los recursos disponibles a nivel de la sociedad y del grupo aéreo”, dice el informe.

Con todo, el nuevo equipo gestor pactado entre Juan José Hidalgo y la SEPI capitaneado por el consejero delegado Jesús Nuño de la Rosa, ha conseguido enderezar notablemente las cuentas en 2022 atrayendo de nuevo a los clientes. El resultado de explotación fue de 69,6 millones de euros, frente a los 263,2 millones negativos de un año antes gracias más al aumento de tarifas que a la recuperación del tráfico. El número de pasajeros transportados fue de 10 millones, duplicando los cinco millones de 2021, aunque aún por debajo de los 13 millones transportados en 2019. Los ingresos por pasajeros alcanzaron los 2.157 millones (801 millones en 2021) mientras que los de mercancías fueron de 169,3 millones (84,2 millones en 2021)

La flota volvió a tener 43 aviones, todos sujetos a contratos de arrendamiento, lo que ha provocado una provisión por riesgos de 183,4 millones de euros, según advierte el auditor (KPMG). El personal se incrementó en casi 400 empleados hasta los 3.248, aunque no alcanza los 4.238 de antes de la pandemia. La nota positiva es que tras un largo conflicto y tres tandas de huelgas, la dirección ha conseguido la paz social con todos los colectivos, incluyendo los pilotos y los tripulantes de cabina con cuyos sindicatos ha firmado un preacuerdo que será ratificado en los próximos días por los trabajadores.

Buenas perspectivas en 2023

Aunque la compañía no ha dado cuenta de los resultados de 2022, avanzó ayer que ha cerrado el primer semestre de 2023 con 53 millones de euros por encima de la cifra presupuestada de beneficios antes de impuestos, y proyecta cerrar el ejercicio con más de 200 millones. “Estos resultados económicos reflejan el buen funcionamiento de la aerolínea y permitirán la cancelación de la deuda y afrontar a buen ritmo el pago de todos los compromisos adquiridos”, indicó en un comunicado.

En el primer semestre de este año, la oferta de plazas se incrementó por encima de los siete millones y se han transportado más de 5,7 millones de pasajeros, lo que supone un 38% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, con un nivel medio de ocupación de la operativa de Air Europa se ha situado en este periodo en un 81%.

La aerolínea achaca esta mayor rentabilidad a la acertada política de unificación de la flota que ha culminado este mismo mes para centrarse en los modelos Boeing 787 Dreamliner y Boeing 737. En 2024, tiene previsto incorporar seis Boeing 787-9, a los que se añadirán otros dos, en régimen de alquiler, en 2025. Por lo que respecta a la flota de corta y media distancia, se incorporarán cinco Boeing 737-800 durante este verano. En 2024, está prevista la llegada de sus tres primeros Boeing 737 MAX, a los que se sumarán otros 17 que la aerolínea ya tiene comprometidos bajo arrendamiento entre 2025 y 2027.

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