La SEC demanda a Elon Musk por negarse a declarar en la investigación sobre la compra de Twitter
El supervisor acusa al magnate de usar excusas espurias para desatender una citación para testificar
La peculiar operación de compra de Twitter sigue persiguiendo a Elon Musk cuando se va a cumplir un año del cierre de la operación. La Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC) ha presentado una solicitud para que se ordene al magnate que cumpla una citación judicial de investigación en la que se pedía su comparecencia para prestar testimonio, que Musk no ha cumplido.
La solicitud, de 16 páginas, presentada ante un tribunal federal de San Francisco, donde tiene su sede X, el nuevo nombre de Twitter, la citación para que Musk preste testimonio se refiere a una investigación en curso de la SEC sobre la operación de compra de la empresa, que cotizaba en Bolsa. El supervisor investiga posibles violaciones de diversas disposiciones de las leyes federales de valores en relación con las compras de Musk en 2022 de acciones de Twitter y las declaraciones y las comunicaciones oficiales ante la propia SEc que hizo Musk en relación con la red social.
La SEC señala que busca el testimonio de Musk para obtener información que no está ya en posesión del supervisor y que es relevante para su investigación. Si una persona o entidad se niega a cumplir con una citación emitida por el personal de cumplimiento de la ley de la SEC en virtud de una orden formal de investigación, la Comisión puede presentar una acción en un tribunal federal de distrito para solicitar una orden que obligue al cumplimiento.
En su escrito, la SEC precisa que Musk no compareció para testificar según lo requerido por la citación de investigación que le habían entregado a pesar de haber acordado hacerlo y hasta haber fijado una fecha de septiembre pasado. Desde que recibió la citación en mayo, no planteó ninguna objeción hasta dos días antes de la fecha programada para su testimonio, cuando Musk notificó a la SEC que no comparecería. Según el documento de la SEC, Musk intentó justificar su negativa a cumplir con la citación planteando, por primera vez, “varias objeciones espurias, incluyendo una objeción a San Francisco como lugar apropiado para testificar”. La solicitud solicita una orden del tribunal que ordene a Musk cumplir con la citación.
Lo que no desvela el documento con precisión son las infracciones concretas por las que se investiga a Musk, aunque ya hay algo de información pevia al respecto. En mayo del año pasado, la SEC hizo pública una carta en la que le pedía explicaciones por comunicar con retraso que había adquirido una participación significativa en Twitter.
Además, la SEC cuestionó que Musk se declarase un inversor pasivo en la compañía. El hombre más rico del mundo enmendó después su comunicación al supervisor diciendo que pretendía ser un inversor activo. También está en duda si Musk comunicó correctamente los pasos que iba dando con respecto a la compañía. Empezó a cuestionar su voluntad de comprar la empresa a través de tuits sin hacer ningún tipo de comunicación oficial. En junio, el supervisor le envió otra carta con preguntas al respecto.
En esa nueva carta, fechada el 2 de junio de 2022, la SEC decía a Musk: “Observamos que el 17 de mayo de 2022, Elon R. Musk se refirió a la adquisición pendiente de Twitter y declaró públicamente a través de su Twitter que ‘este acuerdo no puede avanzar’. El término ‘no puede’ sugiere que el señor Musk y sus socios están ejerciendo el derecho legal bajo los términos del acuerdo de fusión para suspender el cierre de la adquisición de Twitter o de otra manera no tienen la intención de completar la adquisición. Sin embargo, observamos que el Anexo 13D no ha sido modificado para reflejar el aparente cambio relevante que se ha producido en los hechos previamente reportados en el punto 4 del Anexo 13D. Proporciónenos un análisis escrito en apoyo de cualquier conclusión de que no se requiere una enmienda”.
Musk ha tenido desde hace años una relación complicada con el supervisor, dado su estilo heterodoxo, en ocasiones poco respetuoso de las normas del mercado. A raíz de un tuit engañoso de agosto de 2018, Musk llegó a un acuerdo con la SEC para dejar la presidencia de Tesla (aunque sigue siendo el consejero delegado), asumir una multa de 40 millones de dólares (a pagar a medias entre él y la empresa) y someter a supervisión los futuros tuits sobre el fabricante de coches eléctricos. Luego, alegó que eso vulneraba su libertad de expresión. Lo impugnó y perdió ante el juez de distrito. Después recurrió y volvió a perder de forma rotunda. El fallo del tribunal de apelaciones era duro con el magnate, al que retrataba como un personaje voluble:
Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.